2 juegos 2
Ayer tuve oportunidad de jugar
Soul Calibur II en el Gamecube. Tal como me lo temía, no es un salto demasiado grande del juego de Dreamcast. En sí el juego se veía muy bonito, pero jugarlo fue excruciante con el control Fisher Price del Gamecube. Rock está ausente, imagino que reemplazado por Necrid. Los nuevos no le aportan mucho al juego. Link... más equis de lo que yo creía.
Espero que se pueda cambiar en opciones, pero las voces estaban dobladas, y sonaba terrible. Los personajes tenían más detalle, pero por alguna razón, todos se veían mucho más bromosos. Se perdieron algunos buenos trajes, en especial el de la máscara de Cervantes.
Si parece que le echo tierra, no es el caso; todo lo bueno del primer juego parece que se ha pasado intacto. Por eso no hay mucho qué decir sobre él, porque en realidad será sólo una novedad para los miles que no tuvieron un Dreamcast. Tendré que conseguirlo -- cuando esté en barata.
Ayer retomé
Grandia II, después de meses de haberlo dejado, y al mismo tiempo que sentí remordimiento por haber abandonado tan excelente juego, se hizo muy evidente porqué me había hartado de él en principio. La historia es la misma tirada cansada de ir de mandadero de aquí para allá, con una que otra observación filosófica por parte de Mareg, el monstruo del grupo. De verdad, nada que ver con
Final Fantasy en ese aspecto. Aunque la música no es nada terriblemente especial, sí me animó a escribir el post anterior, ya que tiene una influencia de fado portugués muy curiosa, que al menos resulta interesante.
Donde
Grandia II brilla como un sol es en las gráficas y en las mecánicas de pelea. Incluso para estándares de las nuevas consolas, el detalle y color de los paisajes son únicos, y ni qué decir de la dirección de arte, que toma prestado de arte precolonial de varias culturas para crear las ruinas míticas del juego. Las batallas son la verdadera carne y sangre de
Grandia II: la lucha por turnos fue modificada para que fuera más evidente la fuerza y velocidad de los participantes, y en base a ello planear una estrategia. Dese
Final Fantasy Tactics no era tan divertido pasar
horas en una sola batalla. Un logro impresionante.
Estoy casi seguro de que no falta mucho para llegar a la última parte del juego (tengo registradas 22 horas de juego, más que suficiente), así que espero por fin "darle la vuelta". Mientras que no se siga atravesando
A Link to the Past, digo...