Had you been there tonight you might know how it feels
to be struck to the bone in a moment of breathless delight.




The next big thing


BATTLEFIELD STADIUM



Yeaaaaah!!!!!



DVD friday

En Sanborn's tenían todos los dvds con un 25%, pero siempre no me animé a llevarme algo. Entre los candidatos estaban The Ring (la gringa), Blade, Duck Soup y Horse Feathers. Escondieron Matrix Reloaded, esa sí me la hubiera llevado con ese descuento.

En vez de eso finalmente fui a Saharis por el boxset Mystery Science Theater 3000, Vol. 3. También según nomás fuimos a matar el tiempo a Mixup, pero salí de ahí con The General, de Buster Keaton. Siempre me han gustado los pedazos que he visto de ella, y como estaba muy barata, pues venga. Ya de aquí no se, porque están medio confusos los gastos adelante, así que quién sabe si se arme lo de Sensasian, o el boxset de Clint Eastwood que había estado rondando desde hace tiempo. Veremos a mediados de quincena.



Spending money down by the river

Aparte del cine y los juegos tengo otra afición de la que raras veces me acuerdo, principalmente porque siempre requiere de una considerable cantidad de dinero y ejercicio. Si estuvieramos en Estados Unidos, diría que me fascinan los viajes a las thrift stores o flea markets. Pero como estamos en Monterrey, lo diré sencillamente: me encanta ir a los puesteros del Puente del Papa, en el río Santa Catarina. Éstos son mis hallazgos de hace dos semanas, que no había podido compartir porque no hallaba la cámara digital y porque me había enfermado como un perro.

Lo único "necesario" que tenía que ir a comprar era una antena de conejo para la tv de Sara. Casi casi bajando del puente las encontré, y como estaban tan baratas ($20) me compré una yo también. Curiosamente, no volví a ver ninguna antena en el resto del recorrido.


La antena está la izquierda, enfrente de Tails. No me dieron ganas de tomarle una foto a la antena sola.

Con eso fuera del camino, tenía en mente comprarle un par de cosillas al Nintendo 64, que todavía tenía en una caja sin abrir. Le conseguí un cable de s-video ($200), que en realidad es multiconsolas, y que no muestro porque ya está conectado al selector. También me llevé dos cartuchos horrorosos, Cruisn' USA y Star Wars Rogue Squadron, y los cambié por Super Mario 64 y Star Fox, respectivamente.


Los dos bastante golpeados, pero está difícil hallar algo nuevo en cuestión de cartuchos. $40 cada cambio.

Mientras compraba el cable de s-video vi en la mesa un control del Dreamcast que estaba demasiado sexy como para que no me lo llevara. Aunque la verdad, ya no necesito más controles para el Dreamcast.


El precio está a la vista, $150.

Cuando iba ya de salida (me estoy adelantando, estoy dejando lo mejor para el final) me topé con esta playera, y como mi madre siempre dice que compre ropa nueva, pues desembolsé los $70. Se arruinó a la primera lavada.


Pero la principal razón por la que voy al Río es a comprar juguetes usados. Se encuentran maravillas ahí, cosas de todo tipo. Como la alcancía mecánica del Iron Giant, que me costó $120. También le he comprado muchas cosas a Sara ahí, figuras del Pato Donald, sobre todo, aunque me encargo de lavar todo bien antes de entregárselos. Aunque el gran botín esta ocasión se lo llevó Sara (cerca de 6 juguetes de Donald), yo también pude llevarme varias cosas.

Aunque no soy muy fan de los juegos de Mario del N64 para acá, crecí con él en el NES y el Super NES, y siempre me ha parecido un diseño de personaje brillante. Éstos tres son las nuevas adiciones a una pequeña colección de Marios que está sobre la TV.


El primero lo compré casi por inercia, porque además de que es de un juego que no he jugado (Super Mario Sunshine), Mario no luce y no tengo idea de cómo funcione el juguete. El tercero me gustó mucho más, porque es una efigie funcionante de Mario en su go-kart, de Super Mario Kart. Con el de enmedio, sin embargo, I lost my mind. Es una figura promocional de McDonalds de cuando apenas lanzaron Super Mario Bros. 3, en 1990. Recuerdo vívidamente el comercial donde salía. Increíble hallazgo. $10 cada uno.


Encontrar juguetes de Sega, en especial de Sonic, es algo mucho más raro, por eso siempre trato de llevarme lo que llegue a hallar, sin importar el precio. Dato curioso de este Sonic de tracción: lo obtuve con cinco dedos de descuento. No debieron ignorarme tanto rato. Society owes me, anyway.

Dejé lo mejor para el final. Cuando lo encontré, se me cayeron las bolsas que traía en las manos. Lo recogí del suelo, con manos temblorosas, y carraspeé antes de decirle al señor, tratando de parecer en calma: "¿Cuánto cuesta esto?". El señor le echó una mirada, y me dijo, "veinte". Le di sus veinte pesos y me fui corriendo. No hay duda, en el Río se encuentra de todo. Timé a un vendedor que no sabía lo que vendía y obtuve a este amigo:


Beautiful, ain't it?.



Matemática$

¿Podremos ver pronto la excéntrica Ping Pong?
Comprar The Invisibles va a ser más dolor de cabeza del que anticipé. Son 7 tomos, de 250 páginas cada uno. Ordenar libros es considerablemente más complicado que traer cds o dvds. El problema es, obviamente, el peso. Hay que esquivar aduanas, forzosamente se requiere servicio express (porque el cartero no se va a molestar en traer a tu casa bultos de tres kilos), y el precio sube mucho más. A lo mejor debería pedir 2 tomos y algún otro libro, y así voy pidiendo los que siguen, dos y otro libro sin relación. A ver qué se me ocurre.

Con lo del shipping se aprender a tirar dinero en nada, la verdad, porque he pagado entre 300 y 600 pesos sólo para asegurarme de que algo pueda llegar bien a México. Por eso me llama la atención que Sensasian tiene una excelente promoción. Cuando el valor de la orden llega a los 100 dólares, mandan todo por servicio express a precio de envío normal. Nada mal, considerando que vienen de Hong Kong. Lo malo es que el peso va en caída libre, y tengo un par de gastos fuertes esta quincena. Para algún interesado, la orden de concretarse sería: Police Story 2, Police Story 3, King of Beggars, 2002, From Beijing with love, Forbidden City Cop, Ping Pong, The Twins Effect, Shaolin Soccer, Drunken Monkey, Iceman Cometh y On the run. Phew.

Hablando de gastos fuertes, ya vienen las posadas y los regalos. A mi casi nunca me dan nada que me guste, y a cambio tengo que desembolsar para no quedar mal. Oh well. Pitfalls of the social life, I guess.



Enjoy the silence

La lavadora de mi vecina, mi tía, chirria. Wiiik... wiiik... wiiik. A la bruja se le ocurre lavar cuando yo tengo que dormir, en la mañana. A las 11 me despertó y por varios minutos no me pude escapar de ese rechinido. Ya después de media hora me pude dormir tantito, y me despertó de rato el descubrimiento que habían dejado de lavar. Bendito silencio del mediodía. Suspiré, hasta se me salió una lagrimita. ¿Qué haría sin el silencio?



In the not so distant future...

Después de leer blogs, me siento como Harry Potter en un momento de Order of the Phoenix, a punto de teletransportarme a 12 Grimmauld Place con un Portkey, mirando a los ojos a Dumbledore: lleno de una rabia y violencia infinitas. Sin sentido y sin destinatario. Sólo con ganas de patear a alguien. A los tres minutos se me pasa.

Primera salida después de la contaminación por gérmenes. Ya contamos con The Lord of The Rings: The Two Towers Extended Edition. Llegó también el regalo de Sara, un boxset hardcover de The Lord of the Rings que me hizo pensar que los libros hoy en día son muy baratos. Una edición muy bonita.

Pienso en lo que debo escribir para volver a hacer este blog útil. Se ha hablado mucho de Miike estos días, pero eso mejor para otro proyecto. El semestre pasado hice un CDROM llamado "Las películas de Takashi Miike", y después de editar trailers, cortar fotos y capturar audio de casi todo lo de Miike que tengo, quedé medio fastidiado. Lo mismo me pasó cuando traduje al español los subtítulos de My Sassy Girl.

He estado interesado en leer el comic The Invisibles, de Grant Morrison. Hoy tomé un libro de Brian Aldiss, porque el que había estado leyendo en camiones, The Screaming Mimi, de Frederic Brown, no me acababa de convencer. Debería darle chanza porque no es nuevo, pero al primer cuento me frustré. No hay nada nuevo en ciencia ficción suave. De los cuentos de Brown me cansó un poco sus finales a lo O'Henry, y Brian Aldiss me recuerda los lugares comunes de la ciencia ficción suave de Asimov (que hizo muy poca de ésa), sólo que con un estilo mucho mejor realizado. A veces uno no tiene el estómago para aguantar el alma de poeta de Bradbury, aunque le tengo mucho cariño a ese señor. Se salvan sólo Theodore Sturgeon y Harlan Ellison, sus cuentos explotan y se van por todos lados. Pero ya quiero algo que se haya escrito cuando yo ya había nacido. The Invisibles puede ser. Quizá ahora que ordene The Chronological Donald Duck Vol. 1, de Amazon, consiga los primeras dos colecciones, para ver si es tan interesante como se escucha.



Sick puppy

Absolutamente noqueado. Inútil. Un despojo que no podía hablar o moverse.

Y todo por no llevar chamarra al trabajo.

Estar inmovilizado en cama por cerca de cuatro días puso las cosas en perspectiva. Iba a tirar el blog y no volver a pensar en él. Dejar los videojuegos. Las cosas que habían estado consumiendo mi tiempo estos últimos meses perdieron todo su valor ante la fiebre y las arcadas violentas. Estuve sin comer tres días.

Pero no acepté vacunas. Cual Wolverine, nomás con reposo se me fue bajando la agonía. Ya se me fue la calentura, y ya me puedo mover otra vez, pero sigo con flemas (o sea, mocos en la garganta) y la comida me sabe raro. Como con sabor a globo. Ni ver películas me alivianó: todo se me hacía gris. Gremlins 2, Iron Monkey, Last House on the Left, Me enamoré de un maniquí. Nada. Lo único que me tuvo parado la mayor parte de ayer fue que estaba esperando el regalo de Sara, que parece que va a llegar hasta hoy. No estoy deprimido, pero ya no me entretengo tan fácil. Parece que para los videojuegos el ciclo se está cerrando otra vez. A lo mejor habría que darle otra oportunidad a los libros.

Mientras escuchaba el commentary track de Wes Craven en Last House, me acordé de algo muy chusco, y el recuerdo me puso más alegre. Mel Brooks se queda dormido en el commentary track de Spaceballs. Ya está viejito, pobrecillo.



Y como quiera me reí

Vengo de ver Kung Pow. Comedia idiota, que no sabe cuando parar, pero me sacó dos o tres carcajadas. Sobre todo los chistes de doblaje, verídicos y por eso fulminantes. Como ese perro que ladra y después de tres segundos finalmente se escucha el ladrido. Bueno... tendrían que haber estado ahí... se hubieran reído.

"Pay no attention to Wimp Lo, we purposely trained him wrong...as a joke." Eso también fue bueno.

Stupid movie. Pudo haber sido muy buena.



Saharis y sus tretas

Ayer fuimos a ver si Saharis ya vendía la Edición Extendida de The Two Towers. Esa tienda tiene puntadas así, a veces tienen cosas antes de que salgan hasta en EU. No sé si fue una trampa para sacar más dinero, pero sólo estaba disponible la versión de regalo con la figurilla de Gollum. A mil pesos. Je, mejor vamos mañana a conseguir la regular.

No quiero parecer fácilmente impresionable, pero creo que la trilogía ya se coló en mi top ten de mejores películas de todos los tiempos. Tomando a las tres como una sola película, claro; no quiero tener que sacar a ¡A toda máquina! o a Mr. Vampire de la lista. The Lord of the Rings va más allá de un evento, más allá de la adoración nerda del proyecto. Es de esas razones por las que se inventó el cine.

Quise empezar a leer uno de los libros y de volada me di cuenta de que Jackson se había medido mucho con el middle-english. En comparación, se me hizo que el lenguaje del libro hacía parecer a todos más afectados... hasta afeminados. Ni hablar, el señor tiene buenos instintos para el cine. Todo parece indicar que pese a los berrinches de Christopher Lee, la decisión de cortar sus escenas de The Return of the King sí asegurará que la versión en cines se mueva a un mejor ritmo. A ver qué tal la versión extendida.
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Mmmh

Parece ser que hay un virusillo en el trabajo, porque aquí en la casa no hay problema con los links. Como quiera tengo ya la opción de cambiar todo a kurenai.wove.net. A ver como se desarrolla todo esto.

En vez de estar jugando GTA III últimamente he estado consiguiendo juegos de PSOne para calarlos en el emulador. Después de varios intentos pude jugar otra vez Resident Evil, Symphony of the Night y Final Fantasy Tactics. Del primero me sorprendió lo mucho que ha envejecido; yo lo recordaba un poco mejor, pero pues así son las nieblas de la nostalgia... hace ya seis años que lo jugué por primera vez. Como quiera, los tres la mueven bastante. Sólo me falta conseguir Metal Gear Solid ya yo no tendré que molestarme con remakes en el Gamecube.

Ah sí, ya que estamos en esa generación, me conseguí un Nintendo 64. Cuano me llegaron los joystick hice un trueque con mis hermanos. Les cambié dos de mis viejos controles por su abandonado N64, con 5 juegos. Sólo hasta este fin de semana fui a conseguirle un cable de S-Video (lo tenían conectado con un primitvo RF-Switch) y cambié un par de horrorosos cartuchos (Rogue Squadron y Cruisin' USA) por Super Mario 64 y Starfox 64. Y todavía me acuerdo del par de meses cuando el 64 fue lo mejor en cuestión de gráficos en consola. Muy rápido se hicieron aparentes las limitaciones del hardware, el excesivo uso de efectos gráficos, la miserable memoria para texturas, que en general le daban a los juegos una apariencia borrosa e incómoda. ¿Por qué conseguir uno? No se, quería jugar Mario 64. Estoy de acuerdo con la crítica en que es uno de los mejores juegos que han existido. Después de que consiga Zelda: Ocarina of Time, no creo que le vaya a invertir mucho tiempo o dinero.

Estaba pensando que tengo posiblemente todos los juegos de las generaciones de 8 bit y 16 bit. O sea, todo pre-Playstation. Qué loco.
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Nueva dirección

http://kurenai.wronger.com.

Puesto que no estoy haciendo nada más con el resto del site, el blog ahora es la página principal.

Por cierto, creo que web1000 está redireccionando todas mis ligas. Si no se arregla a lo mejor me cambio de casa completamente.
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Lo más asqueroso que he hecho en la vida

No tendría más de diez años. Caminaba por la calle cuando vi, dentro de un bote de basura, una caja de cereal americano. No era cualquier cereal: era el de los Cazafantasmas. Agarré la caja y me la llevé a la casa. La tuve escondida varios días. La veía, le daba vueltas, trataba de imaginarme qué es lo que diría en el lomo. Me fascinaba el logo de "prohibidos los fantasmas" grandote en la caja negra.

Todavía había unas hojuelas pegadas a la caja.

Un día no me aguanté más la curiosidad. Mi mamá entró al cuarto y me encontró con una caja apestosa pegada a la cara.

No sabían tan bien, a final de cuentas.



Hitman 2 en español

3:09:31 AM Kurenai ah que chido
3:09:43 AM Kurenai porque la primera vez que jugué, asi nomas para ver como era el nivel
3:09:47 AM Kurenai maté al mesero
3:09:58 AM Kurenai lo apague y pensé, ah no, pero es inocente
3:10:04 AM Kurenai entonces a la segunda nomas lo drogué
3:10:23 AM Kurenai luego cuando ya iba llegando a la puerta esa al lado de la casa
3:10:42 AM Kurenai me voy fijando por la cerradura y ahi estaba el wey tapandose los huevos con un guarura >:(
3:10:49 AM Kurenai ya a la tercera no me toqué el corazón
3:10:55 AM Dolby Surrender hhahahaha
3:11:04 AM Kurenai bueno, se tapaba los huevos Y habia un guarura
3:11:14 AM Dolby Surrender se me hizo muy sexy



Simpler days

Ayer tuve que cortar casi toda mi colección de roms de Super Nintendo en el Xbox para hacer espacio, y sólo dejé una veintena de viejos favoritos. Después de jugar extensivamente Super Metroid, ya iba a apagar el cacharro cuando se me ocurrió jugar Super Castlevania IV. DreamSnes en el Dreamcast nunca pudo emularlo bien, lo cual siempre lamenté, porque fue uno de los mejores juegos que tuve para el SNES. Un día lo vendí para comprar el Mellon Collie and the Infinite Sadness y todavía no estoy seguro si salí ganando con la transacción.

Pero pues ya todo esta bien otra vez, a final de cuentas, porque en el Xbox se emula a la perfección y puedo jugarlo en toda su gloria de 16 bits. Pero al jugar el primer nivel me acordé de algo...

Un verano que viví en casa de mi abuela materna, porque estaban remodelando mi casa, Fer me iba a visitar cada tercer día. A veces jugabamos Super, veíamos la tele, no sé, en general nos la pasábamos aplastados por ahí. Un día se me ocurrió conectar el Super al estéreo de mi tía para grabar en casette música de juegos. Muy rústico el asunto. El botón de grabar no servía y había que quedarse aplastándolo todo el tiempo. Tomábamos turnos porque se nos entumecían los dedos grabando las arias de Final Fantasy III. Así grabamos canciones de Secret of Mana, Donkey Kong Country y Super Castlevania IV.


Éste último tiene un soundtrack inigualable. Dejábamos parado a Simon Belmont al principio de cada nivel y esperábamos a que le diera dos vueltas la canción antes de pasar al siguiente. Luego en el cartoncillo del casette le poníamos nombres inventados a cada track, y salimos con títulos como "Midnight Prey" y "Hell Knight".

Happy times...



A WWII ghost story


Después de tener un divx de The Bunker (2001) en un rincón por varios meses, finalmente descubrí que la película no estaba en alemán, sino que se trataba sobre alemanes. Aaaaaah. De haber sabido la hubiera visto en Halloween.

De hecho me hubiera gustado verla mucho antes, ya que fue una grata sorpresa ver que se adelantó a dos de las películas más interesantes del 2002, Dog Soldiers y Deathwatch, con su historia de soldados atrapados en un lugar cerrado y rodeados por un enemigo sobrenatural. Aunque no tan ambiciosa como éste par (que tampoco son superproducciones que digamos), The Bunker sí saca un par de sustos muy fuertes, y en general son 90 minutos que se pasan rapidísimo.

En los últimos días de la Segunda Guerra Mundial, las fuerzas aliadas diezman a su paso a las menguadas tropas alemanas. Tres miembros de una compañía logran escapar a una emboscada de los americanos y encuentran refugio en un viejo búnquer antitanques, ocupado sólo por dos soldados, un veterano muy anciano y un inexperto joven, casi un niño. Cuando lo que queda de la compañía alemana, otros cuatro elementos, se reúne con los primeros en el búnker, el miedo y la paranoia comienzan a crecer a medida de que los estadounidenses se van acercando. Sin municiones ni alimentos, la posibilidades de supervivencia son cada vez menores, hasta que el joven soldado murmura: "pues... están los túneles..."

De ahí la película empieza subir de tono y no para hasta el final. El búnquer es la boca de unos túneles subterráneos que nunca fueron propiamente terminados. Lo que al principio es una esperanza de escape acaba alimentando el pánico de la compañía, al sospechar que los americanos podrían haber entrado por el otro lado. Los túneles no fueron terminados por una razón, sin embargo, y muy pronto los soldados empiezan a tener alucinaciones, y la sangre, la locura y la muerte comienzan a esparcirse bajo la tierra.

Pese a que técnicamente se trata de una historia de fantasmas, The Bunker obtiene el beneficio de la duda al proponer de forma paralela que el terror que se desata en los túneles es causado por los demonios internos de los soldados alemanes, azuzados por el miedo y la paranoia. Aunque yo quedé satisfecho viendo la película desde una óptica sobrenatural, las "apariciones" son tan limitadas que no sería muy difícil clasificar a la historia como horror psicológico. Las últimas escenas, que revelan un oscuro secreto que la compañía guardaba, amenazan con cerrar el filme con un innecesario "mensaje", pero cae sobre sus dos pies y aunque no resulta moralizante, sí le da una ligera interpretación extra al filme.

Para mi suerte, quizá lo mejor fue que me senté a ver la película sin esperar mucho de ella, y aunque no resulta tan horrorífica como The Eye o incluso Ring, le doy puntos porque me hizo escupir la coca con un susto que quién sabe de donde salió. Más aplausos para esta producción británica por usar pocos efectos especiales -- todos old school, nada de computadoras. El elenco resulta bastante bueno, compuesto en su mayoría por desconocidos (al menos en América), salvo Jason Fleming (Lock, stock and two smoking barrels) quien hace buen uso de su protagónico. Andrew Tiernan es la mecha prendida adentro del búnquer, quizá el único recordatorio de que hubo nazis rabiosos y psicóticos en la guerra, porque el resto de la compañía resulta bastante tranquila y común en comparación. Ya por último, mil gracias al director Rob Green por no darle acentos alemanes a sus personajes. Casi siempre un detalle innecesario, haberlo hecho sí que hubiera hundido a la película.

Una buen filme indie para pasar el rato. Mantengan sus expectativas bajas, como quiera.



The Matrix Revolutions

Bueno, se están comiendo viva a esta película. La cantidad de comentarios negativos que he escuchado es abrumadora. Lo que me lleva a preguntar, ¿qué es lo que estaba esperando la gente de Revolutions?

Ya han pasado muchos años y muchas parodias desde la original Matrix, por lo que ya no puedo ver lo innovador o revolucionario de esa cinta, con la que tanto negativamente comparan a sus secuelas. Es una estupenda película, desde luego, y en muchos aspectos la mejor película de la trilogía. Pero finalmente se trata de un conglomerado de William Gibson, John Woo y la estética sado del cuero. Lo huecos en la historia son más visibles ahora que entonces, cuando nos encandilaron las primeras escenas en bullet time.

Posiblemente lo más frustrante, para todo el que no haga sólo una apreciación maliciosa de Reloaded y Revolutions, es que ambas cintas carecen de la sólida estructura narrativa de la primera. Tanto en ritmo como en su historia, Matrix no deja tantas preguntas abiertas, y el punto A y punto B están claramente definidos. En muchos sentidos, se trataba de un concepto fresco amoldado a una fórmula cinematográfica efectiva. Los que no quedaban asombrados quedaban satisfechos, o al menos indiferentes. Pero nadie salía de la sala enojado, como pasó con las secuelas.

Como ya había expuesto en otro post, desde el principio sentí que Reloaded era una historia mucho más separada de Matrix que lo que se hubiera pensado inicialmente; no sólo eso, sino que tenía la fuerte sensación de que las dos secuelas eran una sola en términos de narrativa. Reloaded ocupa mucho de su tiempo en conversaciones oscuras y revelaciones que rompen tanto el paradigma de Matrix que obligaba a las audiencias a fruncir el ceño en un vago esfuerzo por comprender. El riesgo que tomaron los Wachowski fue el de dejar de hacerle concesiones al público y en lugar de eso les arrojó un montón de pistas inconexas al más puro estilo de la literatura ciberpunk. El problema es que debieron saber que la mayoría no apreciaría la confusión subsecuente y que en lugar de pensar en la historia como objeto de reflexión, se le calificaría como "un vago y pobre guión".

Yo siempre seré el primero en condenar una obra artística (ya sea cine o literatura) que le deja la mayor parte del paquete al lector y se lava las manos de las interpretaciones. A veces simplemente me parece evidencia de la flojera de sus autores. Pero para dar un ejemplo de dónde viene mi defensa por Revolutions, quisiera decir que mi película norteamericana favorita es Donnie Darko. Recuerdo que cuando la vi por primera vez, fue una experiencia bastante pasiva, hasta que en los últimos minutos sentí alarmado una epifanía sobre lo que estaba pasando en la película y que resignificaba todo lo que había sucedido desde el principio. Cuando los créditos aparecieron (que debo decir que aunque no tengo quejas del final, la manera en que decide salir la película -el saludo del niño- no es mi elemento favorito) de inmediato me puse a verla otra vez. Le encontré más cosas. Una semana y muchos garabateos en un libreta después, la historia de Donnie Darko me parecía perfecta, excelente, sin ninguna falla. Lo que más me impresionó fue que todos los elementos estaban ahí; a diferencia de otras obras que requieren actividad por parte del espectador, Donnie Darko no le escondía nada a sus audiencias, pero sí requería suficiente participación para poner todo en su lugar.

Y creo que es lo mismo con Revolutions. Todo lo relacionado con el Arquitecto, la Pitonisa, el nuevo personaje de la niña, el no comprenderlos de primera instancia no interfiere con el general disfrute de la cinta. Pero son punto de partida para interesantes teorías sobre la naturaleza de Matrix y de la relación de las máquinas y los humanos. A la mayoría les molesta que hablen con rodeos o que respondan preguntas con más preguntas, pero en realidad todo lo que se dicen entre ellos es muy sencillo y si no es evidente al momento, en algún punto de la cinta lo llega a ser. Realmente me pareció que toda la información que se necesitaba estaba contenida en las propias películas.

Revolutions también ha sido atacado por sus problemas de ritmo, algo que atribuyo a que no es muy popular la teoría de que Reloaded y Revolutions sean una sola película. Mi recomendación sería ver una después de otra, porque Reloaded es simplemente un comenzar de cero y va en crescendo hasta el final, y casi todo Revolutions es un continuo clímax a los eventos de Reloaded. Después de unos primeros veinte minutos de setup, la última parte de la trilogía es una implacable serie de secuencias de acción. Es entendible que se piense en Revolutions como mucha acción sin nada detrás, o sin la emoción de la primera, si no se toma en cuenta todo lo de Reloaded. No existe catársis de esa forma.

En cuanto a las escenas de acción, pude observar con tranquilidad que cuentan con el sentimiento de urgencia que Reloaded tanto carecía. El primer tiroteo en el club recuerda demasiado a la escena de lobby de Matrix, pero ahora con divergencias estéticas que si bien no tienen mucha lógica sí logran un buen espectáculo. La batalla contra las máquinas es simplemente un triunfo de los efectos por computadora, ya que no sólo no se ve falsa sino que es una masacre impresionante.

Afortunadamente la película no sigue el ejemplo de The Two Towers de hacer un circo de tres pistas, ya que tanto la pelea contra las máquinas como la paralela carrera del Mjolnir resultan extenuantes por si mismas. Es hasta después de estas secuencias que toma lugar la pelea entre Neo y Smith, que desafortunadamente sólo resulta "adecuada". Aunque personalmente no tengo idea de qué hubieran podido hacer para mejorarla, tenía dos cosas en contra: primero, que se trataba de dos "superseres" que realmente no podían hacerse mucho daño entre ellos, así que hay mucha explosión y mucho rebote pero poco drama en la lucha. Segundo, es muy similar a secuencias de otras películas recientes, como Volcano High y Nowhere to hide, ambas de Corea del Sur. Desgraciadamente, el referente que la mayoría tomará es que la pelea es una versión en vivo de Dragon-fricking-Ball Z. The horror...

Quizá mi única queja de la película, aunque es una muy, muy grande, es la resolución de la cinta. Contradice de manera horrible el objetivo inicial de la trilogía, y al final se siente como si no se hubiera logrado nada después de tanta muerte. SPOILER. Es difícil creer que las máquinas dejarán en paz a los humanos, cuando son éstos su fuente de energía. Honestamente tenía deseos de ver un final en que las máquinas fueran destruidas y los habitantes de Zion pudieran ver el sol de nuevo, pero imagino que la magnitud de algo así tendría que ocupar todavía otra película. FIN SPOILER. Pero como finalmente decidieron acabarlo, queda como el final de Seinfled.... "está bien... creo".

Después de todo este rant seguro quedo como fanboy y rabioso defensor de algo obviamnte deficiente. En realidad no es así. No creo que sea la mejor película que he visto, ni siquiera la mejor película del año (ésa seguramente será The Return of the King). Pero sí sentí que debía decir algo porque no creo que merezca tantos golpes. Puedo aceptar perfectamente que haya personas a las que no le guste la película, pero sería un mundo ideal si tuvieran en claro las razones específicas de su desagrado. Así como yo inicialmente iba a poner sólo "Vi Matrix Revolutions, y rockeó", pensé que no estaría de más decir exactamente por qué. Véanla inmediatamente después de Reloaded, y pensando que sólo se trata de entretenimiento. Vale la pena.



Trámites

Empezando hasta ahora los trámites para sacar mi pasaporte. I'm going to Disneyworld! Ya que me salvé de hacer el servicio militar (era un remiso perdido) debería ser muy sencillo, pero no. Siempre me pasa con cualquier tipo de trámite, y de hecho creí haberlo dejado atrás con mi última inscripción al Tec: I freak out big time. Algo siempre sale mal. Pero bueno, paso a paso. Valdrá la pena. Estados Unidos es el mejor lugar del mundo para un capitalista plástico-burgués como yo. Lo primero...

Ir a tomarme un foto...¡brace yourselves!



Chungking Express

Es un hecho comprobado: la inclusión de un romance en una película le permite accesar un sector de audiencias que de lo contrario no contribuiría a la taquilla. Una historia de amor, sin importar que sea una cinta de momias en motos, es una excusa para arrastrar a la mayoría de las nenas a las salas y mantenerlas ocupadas un rato. Así es esto del marketing, y ¿que creen? funciona. Así hay gente.

El gran problema, acentuado quizá por una creciente insensibilidad por nuestra parte, es que es tremendamente difícil desarrollar un romance convincente en pantalla. Quízá hasta escritores y estudios de cine se están dando cuenta de ello, porque meter un amorío en cualquier producción se puede convertir en el mayor faux pas de toda la producción. Quiero pensar que están quedando atrás los días de la pareja dispareja que se encuentra, se la pasan peleando la primera mitad de la película, y luego a media pelea acaban besándose y no pueden vivir el uno sin el otro los últimos treinta minutos. Gangs of New York es el último churro high profile que tiene estos elementos, donde aparte de que es un bodrio desde el principio, se nota que en algún momento se decidió meter con calzador a Cameron Díaz para aumentar el atractivo del filme (y acabar de rematarnos a todos).

Quiero pensar que es obvio que se requiere una extensa cantidad de tiempo para lograr sensibilizar a las audiencias y desarrollar una relación hasta el punto en el que uno como espectador honestamente desea que ambas partes se queden juntos al final de la cinta. La coreana My Sassy Girl es un buen ejemplo, en donde después de dos horas y media de abuso por parte de Ji-Hyun Jun uno sólo quiere que ella y Cha Tae-hyun mínimo se den un abrazo.

My Sassy girl tiene el atractivo de ser comíquísima y ofrecer un par de secuencias de acción (en forma de parodia, claro). La historia entre los dos personajes está tan llena de buenos momentos que simplemente resulta deseable que continue la relación. ¿Podría lograrse tal empatía por un par de personajes en una historia menos activa?

Mi única experiencia previa con el cine de Wong Kar wai había sido la bellísima cinta épica Ashes of Time. Irónicamente, es bien conocido que ésa es la última película que debería de verse de Kar Wai, ya que por la complejidad de su narrativa, resulta un pésima introducción al director. De todos modos, quedé bastante fascinado con esa película. Revisando el resto de su filmografía, siempre temí que se inclinara demasiado al art-house cinema, con el énfasis en arte más que en entretenimiento. Incluso me advirtieron que In the mood for love, supuestamente su mejor película, era un ejercicio en pasividad, ya que en términos de acción no ocurría absolutamente nada.

Por eso estaba algo inquieto cuando me senté a ver finalmente Chungking Express. Conocía más o menos de qué se trataba y la verdad todo el mes había estado más bien dándole la vuelta a la idea de empezar a ver westerns-- en lugar de tomar Chungking Express, estuve a punto de llevar The good, the bad and the ugly, y empezar así mi educación en Leone. Así que, pese a saber que era una buena película, no estaba totalmente seguro de librarme de la posibilidad de una tarde aburrida.

Chungking originalmente se componía de tres historias, pero la última finalmente fue desarrollada por el director en su siguiente película, Fallen Angels. Entonces tenemos dos historias, vagamente conectadas en términos de narrativa; en ciertos momentos los personajes de una aparecen en la otra, pero sólo ligeramente, no tan burdo como en Tres Colores. Temáticamente, todos los personajes comparten una soledad y una necesidad de amar y ser amados. Más fácil explicado que filmado.

En la primer historia, al jovencísimo policía Takeshi Kaneshiro lo acaba de botar su novia, a un mes de su cumpleaños. Esperando que ella vuelva con él el primero de mayo, su cumpleaños, el oficial se dedica a coleccionar latas de piña en almíbar con esa fecha de expiración. Mientras tanto, una irreconocible Brigitte Lin hace negocios peligrosos con un grupo de árabes, quienes al traicionarla la meten en líos con la policía y se da a la fuga, con miras de venganza. Cuando los dos se encuentran, se hallan en el mero fondo de sus respectivas crisis, iniciando un brevísimo idilio que resultará significativo para ambos.

Desafortunadamente, esta primera parte de la película es de muy poco interés. Aunque están presentes la rica paleta de color de Wong Kar Wai y la predilección por los escenarios urbanos y mundanos, en oposición de la estilización de la mayoría de los cineastas de Hong Kong, la historia lidia con diálogos y situaciones que rayan en la cursilería y la pretención. Cuando tomas el elemento constante de las piñas en almíbar y lo quieres tornar en algo simbólico a la fuerza (yendo tan lejos como incluir una explicación de ésto en la narración de Kaneshiro), hay problemas. La idea de enfrentar a un romántico empedernido con una femme fatale posiblemente sonaba mejor en papel que ya en la práctica.

Lo cual es una enorme lástima, porque ésta sería la última película de Brigitte Lin. Aquí encarna por última vez a esa mujer imponente, intimidante, que le salía tan fácil en Swordsman II y Bride with white hair. Aunque casi siempre acababan doblegándola la simpatía de Leslie Cheung, Stephen Chow o Jet Li en toda su filmografía, Wong Kar Wai decidió atinadamente que le dedicara a Kaneshiro el equivalente a una amable sonrisa. Lástima de verla con un disfraz tan espantoso, con el que lo que menos se nota son sus increíbles ojos y su espectacular cabellera negra.

Kaneshiro en ese momento era la sensación cantando, pero apenas daba sus primeros pasos en la actuación. Como casi todos los ídolos masculinos de Asia, su principal valor no residía en su actuación sino en su inconfundible carisma y simpatía, por lo que no resulta raro que el director lo tomara como su protegido; lo volvería a usar en Fallen Angels. En Chungking aparece como un chico simpático al que nadie pela, lo cual ha de ser una excepción en toda su filmografía.

Cuando ya se resuelve la historia del policía y la fugitiva, y justo antes de desaparecer de la cinta, Kaneshiro conecta su historia con la de una joven empleada de un puesto de comida. Entonces suenan los primeros acordes de "California Dreamin'", y la película cambia completamente, y se torna absolutamente mágica.

Así como la primera historia seguía principalmente al personaje de Kaneshiro pero ofreciendo también una mirada a la vida de Lin, la segunda historia se centra en Faye, personaje encarnado por la superestrella pop Faye Wong. A Faye le gusta "California Dreamin'". Mucho. Mientras atiende el puesto de comidas de su tío, baila esa canción mientras suena a todo volumen. De hecho, quien quiera ver la película es mejor que se atenga a una severa dosis de The Mamas and the Papas, porque la canción sale una y otra vez hasta el final de la cinta.

El oficial 633, el siempre genial Tony Leung, visita a diario el expendio de comida. Siempre va por su almuerzo y el de su pareja... hasta que siente curiosidad por Faye. "Me gusta escuchar a todo volumen la música para así no tener que pensar", le dice al policía. Tony se encoje de hombros y se va. Pero Faye comienza a ponerle más atención al oficial a partir del día siguiente.

Ahora vienen a cuento los primeros párrafos de esta reseña: Faye espera día a día la visita de Tony. Un día la novia de Tony lo manda por un tubo y le deja una carta en el puesto de comida, donde le regresa su copia de la llave del apartamento que compartían. Tony no la quiere recibir, y se la queda Faye. Lo que sigue después es bellísimo: la niña, que está prendada de Tony pero sin jamás decirle nada, lo sigue un día y consigue su dirección. Después de eso, todos los días se escapa del puesto de comidas para entrar al apartamento de Tony. Ahí juega con sus juguetes, le ordena la comida, le limpia la casa, le compra peces para su acuario, todo sin que el policía se de cuenta. Por el contrario... Tony sigue esperando que su ex regrese. Pero llega un momento en que tiene un presentimiento y corre a su casa cuano debería estar trabajando...

¿Cómo explicar el pequeño milagro que éstos dos forman en pantalla? Empecemos por Faye Wong: ésta fue su primer película, y aunque ya era conocidísima en Oriente, con esta cinta le robó el corazón al mundo entero. Sólo ha hecho un par de películas más después de ésta (Okinawa Randevouz y Chinese Odyssey 2002, también con Tony Leung) y volverá a trabajar con Kar Wai en 2046. Había ya escuchado algo de su música, baladitas indistintas pero con buena voz; la prefiero mil veces actuando. Casi me atrevo a compararla con Cecilia Cheung, pero mientras Ceci tiene una belleza terrenal, Faye es aristocracia pura. Aunque con esos pelos con los que sale en la película llega a parecer duende, digamos mejor que es lo que Tolkien tuvo en mente cuando describía a Arwen. Una chica frágil fuera de este mundo.

Y Tony Leung, cómo resistirse a esa inmensa humanidad que proyecta en todas sus películas. Todo el humor de Chungking Express puede encontrarse en los diálogos que Tony sostiene con un jabón, una toalla y un mono de peluche, entre otros objetos; claro, son un especie de lamento de un hombre muy triste, pero la simpatía de Leung simplemente se roba estas escenas y las vuelve dulcemente memorables. No se cómo le hace, pero siempre tiene esta imagen de hombre afable que tras de su pequeña sonrisa esconde muchas cosas, ya sea tristeza y soledad en esta película, o el estar al borde de un abismo, como en Infernal Affairs.

El ver cómo Faye dedica su tiempo a cuidar de Tony sin que éste se de por enterado, agonizando cuando encuentra un cabello largo en su cama y después brincando de felicidad cuando se da cuenta de que se lo pegó una mesera resbalosa: a éso me refiero cuando digo que se requiere de un cierto calibre para lograr una historia de amor convincente. Como tal, el final resulta casi frustrante, ya que sabiendo cómo debe terminar, el director parece que quiere evitar un final convencional y querer abrazar el drama ilógico del arthouse. Pero finalmente se redime. El que se hayan juntado estos tres, Tony Leung, Faye Wong y Wong Kar Wai, es una de las más felices coincidencias del cine.

Así que no podré volver a escuchar "California Dreamin'" sin asociarla con la imagen de Faye Wong haciendo su pequeña danza mientras remueve los guisos del puesto de su tío. Por cierto, en una de las escenas en las que Faye ordena la casa de Tony, tuvieron a bien poner una versión de "Dreams", de The Cranberries, cantada en cantonés por Faye Wong. Aunque sonaba mucho mejor sin los berridos de O'Riordan, la verdad parece incluida sólo para satisfacer a los fans de la cantante.

En suma, la segunda parte de la película compensa con creces la tibia historia de "la dama de la peluca rubia", y eleva la película a material de colección. Sólo hay una ocasión en la que los leves cruces de personajes paga con intereses: cuando Brigitte Lin está buscando al tipo que la traicionó, se puede ver a Faye saliendo de una juguetería con un enorme peluche de Garfield. Mucho después, Tony paltica a solas con el muñeco en su apartamento, sin darse cuenta de que él jamás había tenido un muñeco de Garfield. Simplemente clásico.
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Catching up

Ya finalmente hice todo lo que tenía que hacerle al Xbox. Ya puse un emulador de Super Nintendo con 800 roms, y funciona perfecto. Le puse alrededor de 12 canciones de X Japan al menú de Soundtracks sin problemas. Hasta le puse nuevos skins al dashboard. Ahora, después de tanto manosearlo, lo único que necesito es ponerle un disco duro más grande. Entre el Soul Calibur II y el Simpsons Hit and Run, más los juegos de Super, sólo me quedan alrededor de 600 megas. Nada útiles.

Ya lo último sobre SCII: mientras que el original Soul Calibur fue una evolución impresionante de su predecesor en el PSOne, Sould Blade, Soul Calibur II sólo introdujo unos cuantos detalles cosméticos y dejó todo tal cual. Hasta se siente un poco más mainstream, si eso tiene sentido. Empacado todo como si se presentara por primera vez, cuando se trata sólo de una revolcada de ese increíble lanzamiento de Namco del 99. Pero bueno, fuimos pocos los que tuvimos la suerte de jugarlo y de poder ver ahora más allá de las ropas nuevas del emperador. Ah que sangrón.

Aprovechando la novedad, porque la verdad no me laten mucho las copias, bajé el Tony Hawk Pro Skater 4 de Suprnova y me lo traje a la casa. Posiblemente sea lo último que baje desde el trabajo, porque según andan vigilando las redes y yo he estado arrastrando gigas y gigas con mi PC. Ni modo, bienvenido Prodigy. En fin, el jueguillo cabía en un CDRW y lo quemé sin problemas.

Mi primera experiencia con THPS fue hace ya como tres años, cuando compraba la Official Dreamcast Magazine, que venía con demos. Después de picarle unos cuatro minutos al demo de Tony, lo dejé y archivé el juego en "buenos juegos que no tengo paciencia para aprender cómo jugar bien". Ahí donde ahora está Freedom Fighters o cualquier juego de tipo squad. Me pareció que sólo se trataba de tropezarse hasta que se acabara el tiempo.

Igual ahora, no entendía gran cosa, hasta que llegaron mis hermanos a burlarse de mi. Después de un rato me explicaron cómo estaba la onda. Varias horas después empecé a apreciar la mecánica tan profunda de las series. Aunque todavía batallo con muchas de las "misiones", una vez que pasas la fase de simplemente "hacerlo bien" y llegas a querer intentar cosas nuevas y más arriesgadas, el juego se vuelve muy recompensante. No estoy seguro si esa palabra existe, pero sí. No lastima que es el primr juego que he tenido que utiliza la función de los soundtracks, así que estuve grindeando a ritmo de Pearl Jam y NIN; je, flashback a los noventas de las franelas. ¿Cómo se escuchó mejor? Con todo un disco de Chemical Brothers, creo que el Surrender.

Ayer Sara me regaló Pink Floyd: Live at Pompeii y Chungking Express. Empecé a ver el primero, un supuesto "director's cut" que de plano no le añade mucho a la versión original. El director agregó pedazos bastante recientes, que al final son intrascendentes; de hecho hasta desentonan, porque se nota que son de video. Igual y quiero pensar que la versión que yo vi, por ser la primera, es mejor. No sé, todavía no termino de verla. Lo que sí, es que la memoria auditiva no me ha fallado nada, y todo va donde debe estar. Sigo pensando que no le hubiera dolido a nadie que trabajaran un poco más en sacar un track 5.1. Que no vengan los puristas a decir que se debe quedar en estéreo: Pink Floyd fueron los más necios al querer meter Quadraphonics y Q-Sound en sus discos. De hecho ya salió en SACD Dark Side of the Moon, y dicen que se escucha espectacular. Como sea, James Guthrie tuvo que ver con la mezcla del dvd, y el sonido surround obviamente suena mil veces mejor que el vhs que tenemos guardado. El bajo en "Echoes" no decepciona ni tantito.

Mitchell!
Por fin pude hacer que se vieran los archivos .avi en el Xbox; lo malo, es que parece que antes de tocarlos los mete en el disco duro (en cache), así que hay que tener al menos 700 megas libres. Bummer. Razón de más para conseguir un disco duro nuevo. Hoy quisimos acabar de ver Mitchell, el último episodio de Joel en MST3K, y tuve que borrar varios discos que tenía en el Xbox =(. Uno de los mejores episodios, de todos modos.

¿Qué más? Muchos juegos, muchos juegos... Hitman 2 y Road Rage, luego los que me salieron gratis, SCII y Hit & Run. Casi ni he tocado los dos emuladores que compré. Mangos, por eso no me gusta la piratería, porque uno se engolosina.

Mañana: ya viene Kil Bill, así que hay que empezar a hablar de chinos otra vez.



Lo que sigue

Memories of Murder y A tale of two sisters. Miyazaki tendrá que esperar. No resisto las ediciones especiales.



Me tiré al vicio

Eso sería una excusa por no poner nada en el fin de semana, decir que me la pasé jugando Xbox. Pero no es cierto. Se me frustró lo que iba a poner de películas de terror chino y japonés (ni modo, hasta el año que entra), y ya tampoco puse nada sobre el concierto de Jaguares, aunque en realidad no había mucho que decir. El sábado me lo pasé dormido hasta ya muy tarde, y el domingo tuve una peregrinación hasta Apodaca para ponerle el chip virtual al Xbox. Arturo, that bastard, salió el ganón de todos los de Milenio que se lo hemos puesto, pues su drive es Samsung y acepta todo lo que le pongas. El mío es un Thompson y sólo lee DVD-R y CDRW. Oh well. Valió la pena toda la friega de ir hasta allá, where the streets have no name.

Sólo hasta hoy pude jugar bien a bien lo que me había conseguido. Al disco duro le metí el Soul Calibur II y Simpsons: Hit & Run. SCII sigue siendo un poco decepcionante, incluso en el Xbox. Se siente el control más fluffy, no tan sólido como en el Dreamcast. Le subieron un poco a la IA, eso sí, y ya no es tan fácil ganar de tres o cuatro porrazos. Las gráficas son detalladas y todo pero no un salto muy grande del primer juego en el Dreamcast. Pero esto ya lo había dicho. El modo widescreen casi resulta un desastre, porque la cámara se coloca demasiado lejos, a lo mejor para que luzcan los escenarios, pero acaba distanciando al jugador. A ver si el modo de Weapon Master es entretenido, al menos.

Hit & Run está genial, por el contrario. No he jugado nada nada de Grand Theft Auto III, así que no se si me pierdo de mucho al jugar este "homenaje"; el modo de juego se presta bastante bien para un juego de Los Simpsons. Al menos de los episodios más wacky. Se nota que quienes lo hicieorn sí son conocedores de los Simpsons. Lo que sí me desespera un poco es que el juego son misiones tras misiones, sin una historia general o un sentido de dirección. Lo cual para muchos es bueno, me supongo; parece que eso es lo que juegan los niños ahora...

Por cierto hace poco EGM hizo un reportaje en el que pusieron a un montón de escuincles a jugar algunos clásicos, como Donkey Kong, Galaga, Pong, Pac Man, en una supuesta ¡colisión directa con lo chistoso! En vez de eso daban ganas de agarrarlos a patadas. Ni siquiera conocían el Super Nintendo, y venga a decir wisecracks. Con ganas de darles unas bofetadas y decirles, como buen gangster old school, "do you mean disrepect to Joust!?".

Lo que sí, es que Xbox es una joya para la emulación. Conseguí dos dvds, uno con todos los juegos de Genesis y el otro com una colección de CPS1, CPS2 y Neo Geo, emulados con el Kawa-x, y los dos son la gloria. Ya tenía yo una colección de Genesis en el Dreamcast que funcionaba muy bien (era con el Segagen, ese emulador prohibido, shh), pero que tenía un sonido horrible, como de calculadora. Lo más emocionante era ver Samurai Shodown, Metal Slug, y por fin, el original Street Fighter II, perfectamente emulados, y ¡en mi tele! Digan lo que digan, siempre se pierde algo en las conversiones, y si creía que los juegos de Metal Slug se veían bien en el PSOne, es porque no había visto la cantidad de animación que tienen los oroginales. Se me hace que me voya desaperecer un rato de aquí, mientras juego el clásico del 94, Aliens vs. Predator....

Entre todo el super paquete que te instalan en el Xbox también te ponen el MAME, con TMNT y Simpsons, y hasta parecía chiste cruel. Después de tanto sufrir y sentir que fue un logro jugar ambos emulados en el Dreamcast, con velocidades de 80% con frameskips de 7 y sonido irreconocible, verlos ya en sus versiones perfectas, con sonido y gráficas limpias limpias, me hace pensar que le voy a decir finalmente adiós a DCEmulation.

Ahorita sólo tengo que conseguir CDRW que acepte el Xbox (tenía dos de Office Depot que no rifaron) y un cable cruzado para empezar a hacerle cositas al Xbox. Mi primer proyecto es meterle al disco duro el emulador de Snes con todos los roms (ya tengo también el emulador de PSOne ^_^) y por fin tener una carpeta de X Japan entre mis soundtracks. Quiero jugar GTA: Vice City mientras "Vanishing Love" suena en la radio del carro.
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Depp for president

De entre la pestilencia que emana Once upon a time in Mexico, con su patriotismo grotesco y sus desastres narrativos, pude descubrir una de las imagenes cinematográficas más espectaculares de los últimos años. Un embrollo de intrigas innecesarias, de personajes extras que no aportan nada, de secuencias de acción que confunden la originalidad con payasadas, Danny Trejo actuando soberbiamente en comparación a Salma Hayek. Eso es el Mariachi III. El duende verde y Mickey Rourke haciendo cuasi-cameos, mexicanos hablando el español más falso del celuloide, un México que no existe más que como tapete de esterotipos de cuento fantástico, y chistes sangrones que caen como patada en los dientes. Una película que se hace mensa con anacronismos y autoindulgencias. El peor wirework en años.

Y sin embargo, más vale que Robert Rodríguez lo sepa: jamás en su miserable vida de "cineasta" va a lograr de nuevo una escena tan rematadamente majestuosa, como aquella en la que Johnny Deep se bate con dos malhechorcillos, usando un atuendo negro de lo más sexy con pistolas por todos lados y manando sangre por las cuencas vacías de sus ojos. Lo que más le conviene es dejar dormir de una vez a la llamarada de petate que fue El Mariachi y empezar a hacer secuela tras secuela de Sands: Blind Gunslinger. Fucking A, Depp.


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