Had you been there tonight you might know how it feels
to be struck to the bone in a moment of breathless delight.




Would you kill your best friend... again??

Pues estoy dividido. Universe saca hoy su dvd de Battle Royale II:



Anamórfico, DD 5.1, algunos extras, subtitulada. 10 dólares. Pero conociendo a Universe, y guiándome por cosas recientes como su disco de Returner, la imagen va a tener problemas de compresión bastante notorios. Por otro lado, está este bootleg de Yumyum Anime:



Copia directa del dvd japonés, anamórfico, DD 5.1, subtítulos y chorrocientos extras, como una colección casi completa de trailers de Fukasaku. 25 dólares.

Y lo peor es que quién sabe si me vaya a gustar. Le han tupido bien duro críticos y fans. Tenía una lista muy grande de dvds por comprar, pero ya en estos días tengo que hacer una lista más reducida de lo que debo comprar, como las que me faltan de Police Story y varias de Stephen Chow, además de Ong Bak y Duel to the Death. Y lo peor es que, lo que nunca, ¡esta quincena tengo deudas! Gaah...

Fuimos a ver The Rundown (alias El tesoro del Amazonas, alias Welcome to the Jungle), and it didn't suck. Tampoco es una maravilla, ni mucho menos, pero cuando el Campeón del Pueblo aparece en pantalla, es para echarle porras. Hay un momento en una pelea con unos pigmeos en donde de plano brinqué y grité: ¡NO MAMES! Unos trancazos espectaculares. Christopher Walken sale de villano intrascendente, da miedo como se va pareciendo físicamente más y más a Jon Voight. Estuvo bien para pasar el rato.

Estoy oyendo el soundtrack de Infernal Affairs y me acordé de lo que le pasa al personaje de Anthony Wong en esa película, y del sustote que me pegó cuando sucedió. Muy triste. Me pregunto si las secuelas estarán buenas.

Las dos canciones para el viernes 30 de enero son: "Cherry Blossom Girl", de Air, y "Dearly Beloved", del soundtrack de Kingdom Hearts. I'm feeling kinda soft today.



I really need a PC

Sentado frente a la PC de Sara mientras espero que 2.4 gigas de música se compriman para poder meterlos sin problemas al Xbox, me doy cuenta de por qué Sara casi no actualiza su blog: si yo me tuviera que enfrentar a teclados tan incómodos como éste o el de su casa, yo también preferiría hacer algo de provecho con mi vida en vez de estar tecleando todas las madrugadas en esta ventanita.

This sucks. Le echaría la culpa de todo al hecho de que no tengo quemadora, pero finalmente la que estaba usando no era mía. No, necesito una PC con quemador y conexión de alta, para ya no tener que sufrir estos transportes cavernícolas de archivos que por el momento sólo puedo obtener aquí.

Mientras bajaba los últimos archivos estuve escuchando un par de discos. Vib Ribbon, el juego que más he querido jugar en el Playstation (después de Metal Gear Solid), tiene una música tan... druggy. Es como escuchar a una banda de jpop mientras uno está a medio viaje de ácido. Chistoso, pero si uno se descuida, malviaja. Kingdom Hearts parece que tiene mucha clase, obvio de un producto muy cuidado pero poco flexible. Y el de Three Dirty Dwarves, no sé, me acordaba que la música era más especial... al menos jugándolo recuerdo que me gustó mucho. Pero ahora me pareció muy monótona. Sigue siendo un juegazo, como quiera.

Sara me regaló unas carpetas para discos que resultaron una ganga sólo porque la caja estaba mal impresa. Ya por fin tengo donde poner tanto disco errante de MST3K. La "ayudé" a elegir una impresora, aunque en realidad la otra que queríamos ya se había agotado. Pero igual me dio gusto que comprara una, como si hasta hubiera sido para mi. Para lo que ella la necesita, le basta y sobra. Barata, también.

Y me compró unos plumones para escribir en CDs, porque ya tenía cerca de 10 discos que no sabía qué tenían y que a cada rato metía a la quemadora creyendo que eran nuevos. Si cuento cosas tan triviales es porque me aburre y me frustra estar todavía aquí en el trabajo cuando bien pudiera estar en casa siguiéndole al nivel 3 de Viewtiful Joe. O dormido. Intuyo que hoy va a ser uno de esos días, en los que no me va a quedar más remedio que finiquitar los pendientes du jour en la mañana, y dormir toda la tarde. We hates those days.

¿Y de quién es culpa? I dunno man. Necesito una PC.



Y hoy toca ir a Quiznos

Me despierto con la noticia de que Sega está haciendo un juego de Astroboy. Me desmayo. Me levanto y tengo la sospecha de que va a ser un juego de Gameboy Advance. Grumble.

Porque si recuerdan, Astroboy era el vocero oficial de The Ballad Collection antes de que un más colorido Megaman se apropiara de la ventana superior derecha. O sea, que soy fan. O sea, yo sólo coloco personajes que alguna vez han estrechado la mano con Sonic. Ven, todo es parte de un plan.

Snatcher y Sonic CD ya funcionan. No podré cambiar una llanta (que sí puedo, teniendo una llave de cruz decente), pero sí puedo hacer que un emulador arranque juegos directo de un iso.

Obtuve 1.65 gigas de soundtracks de videojuegos ayer y como no tengo quemadora por el momento lo tuve que dejar todo en la PC del trabajo. La semana pasada amenazaron con reformatear mi máquina y no lo han cumplido, Y JURO POR DIOS QUE SI HOY BORRAN ESOS 20 DISCOS LOS MATARÉ A TODOS. O los vuelvo a bajar y los quemo el miércoles. A ver que pasa.



Varias novedades

Baten Kaitos no se ve tremendamente espectacular, pero el soundtrack le ha gando muchos adeptos. Veremos.
El sábado: celebración del onomástico del titular de Virtual Zone. No llegó al caos de siempre porque tenía que irme a trabajar a las 10 y había mucho pussy que no se animaba a caer y darle al evento un cariz multiconsolas. Yo tampoco me llevé el Xbox, porque en nomás tres horas no le ibamos a poder sacar provecho. Quedó pendiente un futuro encuentro donde queden representados Microsoft, Nintendo y Sony, y de paso tronemos los fusibles de la casa de Fer.

Ayer: Sara defendió su título de Best Girlfriend Ever con los regalos que trajo de EU. Me trajo mis tradicionales Zucaritas y bote de discos, y el número de febrero de la Official Xbox Magazine. No se si he comentado que la revista es para que vaya directo a la basura, pero el dvd con demos que siempre trae es una maravilla. Me trajo también Beyond Good & Evil, el hijo ignorado de Ubisoft, para Xbox. No lo he empezado a jugar (me remuerde la conciencia todo lo que no he terminado todavía) pero al menos ya lo tengo asegurado: había fuertes rumores de que lo iban a dejar de producir por las bajas ventas. Damn you mainstream losers!

También una playera de Super Mario, un vaso con la imagen de ____ (todavía no revelo esa obsesión en el blog), gummy gusanos, un pollo rostizado (!) y unos Doritos que aliviaran el dolor de tener que ver The House of the Dead el fin de semana (cortesía del staff de Virtual Zone). Oh yeah, Navidad en enero, ¡gracias princesa! Me hace temer lo que vaya a pasar cuando por fin saque mi pasaporte: I'll probably go bananas over there.

Me he mantenido ocupado. Armar Video Game Selections Vol. 1 me dejó buen sabor de boca. No tiene ningún chiste, claro, es nomás escojer mp3s... pero finalmente me gustó lo que quedó y el orden final de los tracks. Desde ayer empecé a buscar material nuevo para los siguientes volúmenes. Sí, creo que voy a hacer más... aunque sólo sean para mi colección personal.

Después de reencontrarme con viejos contactos en los ftps, casi me explota la cabeza al ver la cantidad de cosas nuevas disponibles. Lo más in ahorita es el soundtrack de Baten Kaitos, que ya viene en camino, aunque yo de inmediato empecé a buscar discos que se me habían perdido por no cuidar mejor los cds: Soul Edge: Khan Super Sessions es uno de los soundtracks más comunes que se pueden encontrar, pero hasta el momento no he dado con él. Igual los de Zelda, recuerdo que los albumes de Sound & Drama todos los tenían. Acabé quemando cerca de 12 álbumes ayer, que escucharé con atención el fin de semana, más lo que se acumule.

Conseguí Snatcher (sí, el de Kojima), para Sega CD, y no quiere funcionar. ¡Bu!

El demo de 007 Everything or Nothing (que por cierto tiene un nombre menos imbécil que la mayoría de las películas de James Bond) está bastante disfrutable. Tiene problemas con el sistema de disparos, particularmente cuando se trata del lock-on con los enemigos (el sistema de kill.switch es infinitamente superior); pero encontré bastante divertido el hecho de que cuando brincas de un techo instantáneamente se te amarra un mecate a la cintura y empiezas a rapelear. Muy entretenido. Lástima que Shannon Elizabeth salga en todos los menús: esa niña no está envejeciendo con gracia.

Otogi 2 bien pudiera tener las mejores gráficas del Xbox. Al menos hasta que Halo 2 salga. Lo jugué un par de horas y quedé muy impresionado. También algo frustrado, porque la historia se ve buena... pero todo en japonés. Habrá que comprarlo cuando por fin lo traigan.

Estoy casi seguro que una vez escribiendo el número 5 en la lista de mis juegos favoritos, el resto será mucho más sencillo. Estoy realmente atorado porque sueno injustificadamente parco, pero tampoco quiero parecer falsamente entusiasta. Heck, de hecho se trata de un juego que entre menos palabras utilice, mejor. A ver qué se puede hacer.



Incluye: ¡sólo éxitos!

Un regalo de cumpleaños que me tomó toda la noche de ayer. ¡Quedó bastante bien!



Goodbye, uncle Tom

Normalmente me gusta mantenerme con los pies en la tierra cuando veo una película. Trato de conservar la perspectiva de las cosas. En una película de terror, no grito: sí está muy escolofriante el asunto, aprieto los dientes, y punto. Sí me río con las comedias, pero se requiere de algo tremendamente gracioso para que suelte la carcajada (gracias, MST3K). Con los dramas aguanto bastante bien, aunque admito que siempre berreo como un crío cuando veo Grave of the Fireflies.

Entonces ayer acabé de ver Goodbye, uncle Tom, y me di cuenta de que no supe como reaccionar durante toda la película. A lo largo de esas dos horas y quince minutos, que se sintieron como una semana entera, suspiré, me conmoví, me amargué, y changos, hasta me reí. Me acordé de cuando vi Flower of Flesh and Blood, de la serie de Guinea Pig, en la que todo el tiempo me tranquilizaba pensando: "calma, es una película, son efectos especiales...". Pero con Goodbye, uncle Tom, me sentí horriblemente confundido: "¿o sea... pero cómo le hicieron... eso no pudo haber pasado... de dónde sacaron a esa gente...?" A menudo llegaba al grado de pesadilla inclemente, pero irremediablemente hipnótica. Si una película merece el adjetivo de increíble, es ésta.

Goodbye, uncle Tom fue dirigida por Gualtiero Jacopetti y Franco Prosperi, famosos por la cinta Mondo Cane. A manera de pseudodocumental, la película viaja en el tiempo a la época de la esclavitud en América, y mediante detalladas recreaciones hace una crónica de la brutal entrada del hombre negro a los Estados Unidos. Desde los barcos donde transportaban a los esclavos en condiciones inhumanas, hasta las granjas criadoras de esclavos del final (que tiene que verse para creerse), durante dos horas se presenta un desfile de atrocidades que incluyen mutilaciones, violaciones, degradación y tortura. Sorprendentemente, los golpes más duros no vienen del gore o de la violencia en pantalla, sino de la actitud de los estadounidenses de la época hacia los negros. Es escalofriante la naturalidad con la que (supuestamente) los trataban como bestias, a veces justificando así su crueldad, a veces hasta portándose condescendientes con lo que consideraban simples animales.

No puedo menos que admirar la mano de los directores para manipular las emociones del espectador. No es tan fría como Salo, ni tan visceral como Shogun Sadism. No, pese a que se enfoca en los aspectos más grotescos y desgarradores de la esclavitud, permanecen rasgos de una intención documental muy humana, evidenciado en los contrastes que se hacen entre el antes y el ahora a lo largo de la película. No pude evitar notar hasta un grado de compasión, aunque a lo mejor sólo me estaba proyectando. Quizá el único pero que encuentro es que la cinta es tan inmisericorde que a veces parece caer in hipérboles morbosas; después de todo, ésta es la gente que hizo Mondo Cane y similares.

No me es difícil entender por qué en su momento se pensó en esta película como la más racista de la historia, aunque se trate de todo lo contrario. Estoy seguro de que, pese al tinte de explotación, nunca se habían mostrado de manera tan cruda los detalles de esa parte de la historia de América.

¿Qué tan cruda? Digamos que pesadillas como ésta uno esperaría verlas en un videocasette de tercera generación, en una calidad que demuestre que se trata de una película olvidada, una curiosidad oscura que se filmó y se abandonó poco después. No podía creer, entonces, lo increíblemente bellas que eran la fotografía y música de la cinta. No sé si hubo un trabajo de restauración o si sólo se fueron a los negativos originales, pero la presentación del nuevo dvd es impecable. Al verla como originalmente se había presentado, uno no puede creer la majestuosidad de la producción. ¿Quién dio los millones para financiar semejante proyecto? ¿Cómo es que miles de extras negros se prestaron para recreaciones de actos tan humillantes? ¿Cómo es que una película de explotación tiene un soundtrack mejor que los de Morricone?

Se trata de una película hermosa, a pesar del tema. No se quién pueda llegar a ofenderse con una cinta así. Horrorizarse, claro. Deprimirse, seguro. Pero si algo no es Goodbye uncle Tom, es racista. No hay víctimas en el planteamiento, a todos se les presenta bajo una luz natural, sino imparcial. Aunque no ataca directamente los actos cometidos por los esclavistas, no hace falta: uno como espectador hace el resto, movido quizá por la mano morbosa y melodramática de los directores, pero al menos sacando conclusiones justificadas.

La próxima vez que alguien me pida una película de horror, esperando una burrada adolescente como Wrong Turn o Cabin Fever, I'll give them horror alright. Goodbye uncle Tom es una película que hace daño, que duele. Y sin embargo, por más exagerado que uno crea que se presentan los hechos en la cinta, lo que da más miedo... es que probablemente así sucedió. Obligada.
0 comments



Nintendo nomás no entiende

Hace dos días Nintendo reveló finalmente los detalles de su hardware secreto. Tomado de 1up.com:

Finalmente tenemos los detalles de este misterioso producto: es un completamente nuevo sistema portátil tentativamente llamado "Nintendo DS" ("DS" significando "Dual Screened", puesto que el comunicado de prensa usó la terminología de manera no oficial) que contará con 2 pantallas de tres pulgadas de cristal líquido en un solo aparato.

Según la descripción de Nintendo: "en un juego de futbol, los usuarios pueden ver la cancha entera en una pantalla mientras que al mismo tiempo se centran en jugadores individuales en la otra pantalla. Los jugadores ya no se verán forzados a interrumpir el juego para cambiar la perspectiva, como cambiar de una toma amplia a una más cercana, o a alternar entre una batalla y el mapa de los alrededores. Nintendo DS hace posible lograr todas estas tareas en tiempo real, simplemente saltando de una pantalla a la otra."

Tecnológicamente, contará con procesadores separados para cada pantalla, y una "memoria semiconductora de cerca de un Gigabit". Asimismo, las pantallas contarán con luz propia.

Sospechamos que el sistema usará cartuchos, puesto que un lector óptico (como el próximo PSP de Sony), aunado a las dos pantallas, haría la vida de la batería extremadamente corta.

El Presidente de Nintendo, Satoru Iwata, afirma: "Hemos desarrolado el Nintendo DS basándonos en un concepto completamente distinto al de aparatos existentes, con el propósito de otorgar a los jugadores una experiencia de entretenimiento única para el siglo 21."

El comunicado de prensa aclara que las dos pantallas son sólo uno de los atractivos de la nueva máquina y que muchos "innovadores avances en interacción del juego" se mostrarán en Mayo, en el E3, con un lanzamiento mundial esperado para antes de fin de año, justo a tiempo para competir directamente con el PSP de Sony. Nintendo ha confirmado que se trata de una completamente nueva línea de producto, que no reemplazará al Game Boy Advance.


Así es como visualizan en IGN al Nintendo DS.
Se revelará su apariencia hasta el E3.

Salvo por una especie de milagro, Nintendo está a punto de repetir uno de los más grandes errores de su historia: gente, esto es el VIRTUAL BOY 2. Simplemente no se saca una nueva plataforma cuando aún se está tratando de posicionar al Gamecube, por mucho que se diga que es una "nueva experiencia, sin comparación". Las dos pantallas difícilmente han sido necesarias históricamente, por lo que me puedo imaginar que la mayoría de los juegos de la consola van a llenar una segunda pantalla con menús y poco más. Peor aún, suena mucho como los argumentos con los que Nintendo ha tratado de convencer al mercado de la ociosa interconectividad del GBA con el Gamecube. Y ya sabemos qué bien le fue con eso.

También molestará a muchos lo engañoso de los detalles técnicos: 1 Gigabit de memoria difícilmente es mucho, tan sólo 128 megabytes. Es una cantidad de memoria considerable, pero obviamente ha sido fraseado para apantallar, tal y como lo hicieron con las tarjeta de memoria del Gamecube. Empezando mal, señores....

El veredicto final se dará después de la Electronic Entertainment Expo, en donde es posible que el DS demuestre ser algo más que un Gamefreak Advance. Por lo pronto, esta máquina (que Iwata mismo había vaticinado que no iba a ser del agrado de muchos) parece ser un intento por frenar a Sony en su conquista del mercado portátil. Sin embargo, en este tipo de situaciones son los licenciatarios de otras compañías las que definirán el éxito del DS, puesto que ya no es posible que Nintendo siga manteniendo consolas sólo con material interno. Y considerando que últimamente las compañías se han estado alejando de Nintendo (además que optar por cartuchos no va caer muy bien), es probable que la mayoría de los licenciatarios tomen una postura de "esperar y ver", para determinar si las ventas del portátil justificarían el desarrollo de juegos para éste. Lo que esto siempre ocasiona es una situación "Catch 22", un círculo vicioso que no le conviene nada a Nintendo.

Iwata y su compañía tendrán que planear muy bien como van a vender el DS más allá de su valor de novedad. De lo contrario, será un ejemplo más de la limitada visión del mercado de Nintendo, que quizá aún piensa que puede hacer las cosas a su modo.



It is good to play together

FFXI: Como juego, no muy interesante. Como experimento sociológico, it rocks.
Esta historia en Video Fenky sobre el tipo de locuras que ha desatado FFXI me pareció fascinante. Sirve también como perfecto ejemplo para aclarar mi postura con respeto al juego en línea, la cual ha variado mucho desde los inicios de tal práctica.

Solía pensar negativamente de los juegos que requerían una conexión para disfrutarlos completamente. La razón de esta postura defensiva residía en que en ese momento, y a largo plazo, me parecía un asunto ajeno, nuevo, extraño, y por ende, difícil de aceptar. Al no poder relacionarlo con mi realidad inmediata, me era más sencillo ponerme en contra, y clasificarlo como una extraña moda gringa que no iba a durar.

Debo admitir que sigo teniendo mis reservas ante el concepto de juegos en línea como el futuro de los videojuegos. Incluso en estos momentos, me parece que el valor de novedad del asunto es mayor que el peso que tenga como un avance significativo en la evolución del entretenimiento electrónico. Muy en lo personal, los géneros que se prestan más para experimentarse gobalmente no son particularmente de mi agrado. Por ejemplo, es casi imposible tratar de contar una historia compleja, con eventos determinados, en un MMORPG (Massive Multiplayer Online Role Playing Game), donde uno de los mayores atractivos es la completa libertad de acción. Asimismo, se debe mantener un estándar en el diseño de un juego: por ejemplo, las complejidades de un First Person Shooter deben mantenerse lo suficientemente bajas para que cualquiera pueda unirse, lo cual puede molestar a jugadores más experimentados. Es un ejemplo burdo, porque la mayoría de estos juegos solucionan estos problemas de una manera u otra, pero ilustra mi punto de que la "revolución en línea" no satisface las necesidades de todos los videojuegadores.

Dicho esto, las posibilidades del juego en línea son muy, muy interesantes. Ante todo, no se debe olvidar que el mayor atractivo de todo el asunto son las perspectivas del videojuego como actividad social. Obviamente, no estamos hablando de algo nuevo: desde el momento en que se incluye en un juego la opción de un segundo jugador (o, a últimas fechas, un tercero y un cuarto), se trata de satisfacer la necesidad del juego colaborativo o versus entre dos o más personas. Casi nadie es ajeno a la particular gratificación de jugar contra un oponente humano y ejemplos sobran. Como acabar Super Contra en el NES en modo de dos jugadores, ciertamente era un logro compartido. Sin hablar de las ocasiones en que en ciertos niveles verticales, al saltar de más el scrolling de la pantalla mataba a tu compañero; luego él te lo hacía a ti, "para que veas lo que se siente", luego uno le quitaba una vida para continuar después de muerto, y así hasta que al final los dos quedaban peleados. Discúlpenme, pero momentos maravillosos como ésos no los puede proporcionar un bot o un AI.

El juego que me demostró, tras demasiadas noches de insomnio, que los juegos en línea tenían potencial.
Ha sido hasta hoy, con el mayor establecimiento de líneas de banda ancha, que se puede experimentar el juego en línea como siempre se había idealizado. Yo invertí muchas horas en Unreal Tournament en el Dreamcast, con jugadores hardcore hasta la médula, y aunque era terriblemente adictivo y divertido, a menudo las líneas de teléfono se congestionaban y ocasionaban todo tipo de problemas, que casi siempre terminaban en muertes sin explicación. Ya con Xbox Live y otros servicios dedicados de banda ancha tales problemas son cosa del pasado, lo que permite explorar sin obstáculos las sutilezas y complejidades del fenómeno en sí.

Porque, como cualquier buen reality show puede constatar, en el fondo de todo el énfasis son las personas y las interacciones entre ellas. Se ha llegado a un punto, como lo muestra la historia en la liga, en el que los servidores están poblados por comunidades enteras de gente que no puede evitar tratar de establecer un contacto con otros jugadores. Así sea limitándose a dispararle a todo lo que se mueva y al final teclear un parco "gg" (good game), o ir al lobby de un rpg como Phantasy Star Online a platicar con gente de intereses afines (lo cual es mucho más común en situaciones así que en la vida real), los juegos en línea exigen habilidades y respuestas por parte del jugador que los juegos tradicionales nunca habían contemplado siquiera.

No nos vayamos a ejemplos extremos (y algo desagradables) como gente casándose en Everquest o pagando por cibersexo en The Sims. No, recordemos lo básico, que Xbox no pudo haber dicho mejor que en el lema que tienen en estos momentos: it's good to play together. Por eso debo decir que como nuevo dueño de un Gamecube me parece frustrante la actitud de Nintendo con respecto a este tema. Nintendo ha decidido darle la espalda a la conectividad argumentando que prefieren concentrarse en juegos de calidad, lo cuál es válido; pero cuando siguen produciendo juegos que piden a gritos la opción de juego en línea, como F-Zero GX, Mario Kart Double Dash!! y las series de Mario Party, es difícil tomar en serio una actitud tan retrógada y tradicionalista.

Seriously. You fucked up, Nintendo.
Detrás de las excusas de Nintendo de que los juegos en línea no pueden ofrecer la misma experiencia que los juegos desarrollados por ellos, se esconde algo más que su legendaria soberbia: Nintendo simplemente se vio de manos atadas al momento de contemplar la posibilidad de una infraestructura en línea. No basta con fabricar modems para la consola: se requiere establecer servidores y conexiones seguras para que todo marche sin problemas, y todo esto cuesta. Y no es que Nintendo no tuviera dinero, sino que no tenía tiempo. Mientras que el Xbox contempló este elemento desde el principio y Sony trabajó a mil por hora para tratar de ponerse a la altura de Microsoft, Nintendo tenía suficientes problemas tratando de posicionar su nueva consola. Se trató de una mezcla de exceso de confianza y limitaciones de tiempo, pero ante todo, de una elemental falta de visión a futuro.

Aunque esta es la primera vez que hablo del tema en el blog, en otras ocasiones había expresado mi esceptisismo hacia el juego en línea. Aunque actualmente no estoy en posición de disfrutarlo, a falta de una conexión de banda ancha, la posibilidad perdida de una constante dotación de oponentes en Double Dash!! me puso a pensar. Tendré que hacer mi juicio final cuando por fin me toque la oportunidad, pero aunque no creo que todos los juegos vayan (o deban) adoptar esta opción, muchos géneros seguirán enriqueciéndose de ella. Aunque a algunos nos pese, debemos recordar que las retas son el corazón de muchos juegos, y que a veces simplemente es mejor jugar acompañado.



Addendum

Pudo haber sido peor. Pude haber estudiado en la UANL.



2 kool 4 skool: Final

Tras el desencanto con la carrera de Letras, me encontré a la deriva, sin saber qué hacer a continuación.
No hace falta convertir esto en una saga: me enamoré y dejó de gustarme la carrera. En el segundo semestre una nueva generación entró al matadero y yo, a falta de una generación propia, hice como chicle y me les pegué. En su mayoría eran gente tranquila, unos más vivos que otros, y con un par de rarezas en el grupo, pero afortunadamente con un cociente poseur muy bajo. Ahí conocí a una chava cuyo rumbo estaba casi tan perdido como el mío, y después de asustarla y acosarla mucho, descubrió que teníamos cosas en común y que ya se había acostumbrado a verme todos los días. De ahí ya no paramos, es la única que se rie de mis chistes y le gustan los videojuegos, así que estaría loco para dejarla ir.

Hay quien dice que hay que estar jodido para escribir, y aunque yo no lo creo del todo, he de decir que antes de conocer a Sara tenía una existencia que me daba mucho material para escribir. Historias tristes, torturadas, de soledad, etc. Supongo que la felicidad hace cosas así, lo viene castrando a uno artísticamente. Hoy en día ya no quedan muchos que me consideren un "artista", como en mis años de preparatoria. Todavía tengo un par de cuentos de esa época: sí que tenía un espíritu bastante enfermizo. Pero ya no puedo escribir cosas así; es como si la vocación se hubiera desvanecido. A nadie le interesa leer una historia feliz, de todos modos.

A medida que iba tomando clases me iba dando cuenta de un hecho bastante incómodo: aunque era bastante proficiente en la mayoría de las materias (especialmente en las de Literatura), realmente no sentía que estaba haciendo nada particularmente gratificante. Hubo un par de excepciones, supongo: me esforcé bastante en un seminario donde aplicaba las teorías rabelaiseanas de Mijail Bajtin en Los perros del Paraíso, de Abel Posse, y me gustó bastante el resultado final.

Pero después descubrí qué era lo que los maestros querían de uno, y en la medida de mis posibilidades se los daba. Había veces en que los trabajos demandaban más de lo que estaba dispuesto a hacer por una materia que no me interesaba en lo absoluto: ¿leer la biblia para comprender mejor una obra de teatro de evangelización en Novohispana? Lady, I would do anything for love, but I won't do that! Y así, había demasiadas clases en las que leía, analizaba y llegaba a la conclusión que quería el maestro. "Ok, I GET IT, esta novela refleja esto y esto y esto de la sociedad de esta época. IT'S STILL BORING!! LESS TALK, MORE MONKEY!!!"

Mi reclamo a los maestros de la carrera, tan puro que no requiere explicación.
Quiero creer que a muy temprana edad descubrí y asimilé la belleza y complejidad de la palabra escrita y su alcance para transmitir el sentir particular de una época o de un individuo... y la verdad, a estas alturas ya no me impresiona. Voy a sonar injustificadamente duro con la carrera, porque sí saqué un moderado provecho de los cinco años de estudio, pero: Letras me hizo detestar la Literatura. Ya en los últimos años leí docenas de libros, todos dictados por el deformado juicio de maestros que creían que compartían obras maestras de la literatura, pero que bajo el peso de las fechas límite se transformaban en labores monstruosas y aborrecibles. Las lecturas forzadas me generaron varias nociones extrañas, las cuales no tengo idea si son justificables o no, como la creencia absoluta de que no existe buena literatura escrita por mujeres. Aunque sé que un día las mujeres se van a dejar de idioteces, como pretender que nadie las entiende y la necedad de copiar a García Márquez, la dieta de literatura mexicana femenina que me recetaron en una clase particularmente nefasta me dejó enfermo. De verdad, chicas, ustedes pueden más que eso.

La Sociedad de Alumnos de LLE (SALLE), pese a sus mayores esfuerzos y múltiples actividades, no ha logrado promocionar eficientemente los beneficios de la carrera.
Ya en los últimos semestres me reservaba mi desencanto de la carrera a personas muy cercanas, ya que sabía que personas ajenas seguramente saldrían con una pregunta muy obvia: ¿y si no te gustaba, por qué no te salías? Básicamente, mi respuesta a eso es que la situación que me llevó a iniciar una carrera de Letras no había cambiado mucho desde entonces: todavía no tenía una mejor alternativa a mi situación. Cambiarme de carrera no era una opción, ya que pese a que ya comenzaba a aborrecer los libros, en el Tec no había nada mucho mejor. Salirme por completo de la universidad tampoco era posible: ante todo, pesaba más el pragmatismo de no tirar a la basura tantos años de carrera. Así que al final seguía cumpliendo con todo, sacaba buenas calificaciones, pero la verdad ya no me importaba nada. La escuela dejó de ser relevante para mí, sobre todo porque en otros aspectos de mi vida me estaba yendo soberbiamente. Finalmente la escuela sólo se convirtió en el lugar en que veía a Sara todos los días, por eso realmente no valía mucho la pena quejarse.

Como iba dejando detrás poco a poco a los libros, llegué a necesitar un nuevo pasatiempo. Me fui aficionando más y más al cine, algo que siempre me había gustado, pero que antes, para mí, era mucho menos accesible que la literatura. Todo cambió cuando me conseguí un trabajo y un dvd player, con los cuales me dediqué a consumir cuanta película me pasara enfrente. Recibí mucha ayuda de Arturo, para quien ya eso de descubrir el cine era camino recorrido y me dio muchos pointers. En el programa de la carrera se incluían varias materias relacionadas al cine, y finalmente fueron clases como Guión para medios audiovisuales, Lenguaje cinematográfico y Cine mexicano las que más disfruté de toda la universidad. Tanto así que en un momento desarrollé aspiraciones de cineasta; aspiraciones que he decidido reservar para otro momento, ya que el cine es una labor tan matada que pareciera que te empuja a no meterte con ella.

Tengo unas cuantas palabras positivas sobre mis años en el Tec. Para ello quisiera recordar la siguiente historia: cuando Crilin y Goku entraron a su primer torneo, después de un largo entrenamiento con el maestro Roshi, se dieron cuenta de algo que los sorprendió mucho. Con un mínimo esfuerzo, lograron vencer a todos sus oponentes en las pimeras eliminatorias. Aunque ellos no se sentían particularmente más fuertes, lo eran, y Crilin llegó a la conclusión de que durante su entrenamiento con el maestro Roshi, al estar en un nivel superior y no tener puntos de comparación, no se habían dado cuenta de que se habían hecho más poderosos. Al salir al mundo a enfrentarse con oponentes de menor calibre, su arduo entrenamiento se hizo evidente, aunque ellos no hubiesen notado cambio alguno en sí mismos.

Aunque a veces me da por pensar que no saqué nada del Tec, siempre pongo ese pensamiento en duda cuando me llego a topar con profundas deficiencias en otras personas que supuestamente cuentan con una educación superior. Son cosas que el Tec probablemente a muchos nos mete subconscientemente, a unos se les pegan y a otros no, pero a mi me han seguido desde mis años de prepa. Cosas tan obvias como la estructura IDC de mis escritos, las habilidades para hablar y presentarse en público (habilidades que raramente uso, pero en las cuales siempre trato de usar lo aprendido), organización de ideas, ética de trabajo, y una parcial desenvoltura en cuanto a lo tecnológico se refiere, no las encuentro en otras personas, pero sospecho que yo tampoco las tendría sin tantos años de absorberlas del entorno Tec. Incluso hay clases específicas que me han ayudado hasta el día de hoy, como Comunicación Gráfica y Producción Editorial, donde mucho de lo aprendido se ha traducido en elecciones estéticas del diseño de esta página.

Ahora puedo concentrarme en otros intereses... LIKE MONKEYS!!!
Es obvio que no puedo decir que mis estudios superiores fueron todo lo que yo esperaba, pero tampoco fueron años de tragedia. En general, toda la experiencia fue bastante mediocre, en la que creo que di más de lo que recibí a cambio. Hoy, después de mis primeros seis meses de vacaciones, en libertad tras años continuos de escuela, no puedo dejar de sentirme completamente en mi elemento. En estas vacaciones finalmente he podido reconciliarme con la literatura, aunque ya le aplico la misma regla que al cine o los videojuegos: si a los 20 minutos el libro no mantiene mi atención, va para afuera. Hasta ahora, ha funcionado de maravilla.


No extraño en lo absoluto la escuela, y honestamente no pienso proseguir mis estudios en el área de las letras. He estado interesado, eso sí, en ahondar más en el cine y quizá asistir a una escuela de idiomas. Pero cualquier cosa que decida será algo que realmente me guste.

Uuh, si hubiera una planta de maestro en Historia de los Videojuegos, yo estaría feliz de por vida.

0 comments



2 kool for skool pt. 2

Gee, this Letras stuff looks SWEEET!!
Seguir jugando Viewtiful Joe es como no querer soltarse del collar de un pitbull bravo, porque uno se encuentra demasiado ocupado disfrutando la zarandeada. De verdad, lo tengo desde el fin de semana pasado y apenas ahorita pude pasar la mitad del segundo nivel. Tough as nails.

Llegar al Tec de Monterrey no fue para mí el culture shock que es para la mayoría de los alumnos que vienen de otros lados; como venía de dos prepas distintas del Tec, ya conocía sus mañas y su modo de trabajar. No hubo sorpresas ahí. Pero... igual y esto es chiste local, pero a algunos maestros les gusta preguntar al inicio del semestre "¿y qué esperas de la clase?". En esas ocasiones yo me encojo de hombros... o sea, sorpréndame señor(a), para eso le pago. Si me hubieran preguntado qué esperaba de la carrera al iniciarla, en ese momento tenía una idea muy vaga de que iba a leer mucho, y eso estaba bien. Las poquísimas clases de arte y literatura que había tenido hasta ese momento me habían agradado bastante, y toda materia que lidiara con números y conceptos abstractos me frustraba mucho, por lo que entré al Tec pensando: "al fin, una carrera donde todo me va a gustar".

Boy was I ever wrong.

Mi primer semestre fue una especie de extensión de la prepa, porque no llevé ninguna clase de Literatura, sino lo que llaman "el tronco común": clases que todos los estudiantes deben llevar para que, sin importar el desastre de carrera que hayan elegido, al menos sepan agarrar bien el lápiz. Tuve que sufrir clases soporíferas como Cultura de Calidad y Análisis de la información, ah, y Gramática Superior, que sí era de la carrera. Pero mi mayor trauma fue Estadística. ¿Qué hacía Estadística en el programa de LLE? Reprobarme, eso es lo que hacía. La tuve que cursar de nuevo el siguiente semestre y estuve a punto de tronar otra vez, pero sólo tuve que donar un poco de sangre para que me pasaran. True story. Honestamente no tengo idea de cómo aprobé esa materia, porque a todas luces estaba completamente perdido.

Acerca de la sangre, y para que no se diga que escribo muy confuso: el maestro pidió un montón de cosas que no venían al caso, como donar sangre o ayudar a unos damnificados, y te daba puntos por ello. Yo casi nunca hice nada de eso, pero como quiera pasé.

Todavía tenía el cabello largo y los aretes en ambas orejas, así que probablemente me veía... extraño. No hice amigos ese primer semestre. En vez de eso, traté de "aclimatarme" a mi nuevo estilo de vida (según) y me puse a leer. Leí mucho. Me fui a lo seguro y leí casi todo lo de García Márquez y luego lo de Vargas Llosa. Qué pena empezar a leer en profesional comenzando por el "Boom", pero en mi defensa, al final acabé haciéndolo por gusto, no por obligación. Nunca tragué a Cortázar, Cien Años de Soledad me pareció un libro demasiado genial para que lo hubiera escrito García Márquez, y mi novela favorita de Vargas Llosa es la casi nunca mencionada La guerra del Fin del Mundo. Diría que leí más autores, pero, como me pasa con la música, traté de leer toda la bibliografía de un autor antes de pasar a otro.

-Sí, Kahn, pero recuerda que los postulados del postmodernismo aparecen por el desencanto posterior a la Segunda Guerra Mundial...

-Cierto, cierto. Pero si me permites volver a Nietzsche...

Y aún así, no me sentía diferente. A veces sentía que debía participar del remolino cultural que es Monterrey, y dudaba frente a los cafés, si meterme a leer un libro cuando bien podía hacerlo en el parque Roma, con una bolsa de Churrumais y una coca al lado, como siempre había leído los comics del Hombre Araña. O en mi casa, vaya. De repente había lecturas, cafés literarios, exposiciones y presentaciones de libros, a los que no sabía si asistir o no. Aunque nadie me lo dijera, como estudiante de Letras pensé que era mi obligación estar ahí. Ahí estaba la acción, apoyando a aquello de lo que formaba parte. Arte. Cultura. The full intelectual experience.

Supongo que esas cosas no tienen nada malo, si se hacen por gusto. Me gustaba ir al museo, por ejemplo, si había cosas interesantes. Pero yo no sabía si realmente me gustaba todo el paquete. Como por ejemplo, es fácil encontrarse a otros compañeros que no pierden oportunidad de decirte orgullosamente "yo no veo tele". ¡I love TV! En la carrera había muchos phonies (como los llamaría Holden Caulfield) que adoraban presumir el no hacer ciertas cosas. Estaba confundido. Empecé a aborrecer a las pocas caras conocidas, a los letrólogos de otras generaciones, a falta de conocer a los de la mía. Porque si bien tengo entendido, mi generación sólo estuvo formada por... 2 personas.

El primer semestre pasó sin pena ni gloria. Creo que se vio marcado por mi intenso afán de querer adaptarme a un modelo intelectual que me era completamente ajeno. Con el siguiente semestre, comenzó mi gradual desilusión con la Licenciatura en Letras Españolas, e irónicamente, encontraría razones para sentirme feliz de haber elegido esa carrera.
0 comments



Too cool for school

Ok, estoy tratando de encontrar discos de una banda japonesa llamada Highway 61... y no puedo encontrar nada, porque a los genios se les ocurrió ponerse el nombre de una canción de Bob Dylan. Ni todos los "-term" en las búsquedas pueden eliminar la ominosa presencia de Dylan y algún cover perdido de PJ Harvey. Como parece que no puedo dejar de hablar de videojuegos, y me siento particularmente frustrado por el Soulseek, voy a hablar de mi (hehe) formación académica.

Cualquiera se acuerda del nombre de su escuela primaria y secundaria, pero yo no, por lo que rápidamente me los salto y entro de lleno a mi vida en el Tecnológico de Monterrey. Mis inicios en sus prepas son una historia de miseria que merece ser contada aparte más adelante, así que nos brincamos cuando toqué fondo y el consecuente sanamiento hasta llegar a mis años de estudiante de la Licenciatura de Letras Españolas en el ITESM.

Ok, un pequeño preámbulo

En mi último año de prepa en Garza Lagüera una maestra de Literatura me alimentó el feo hábito de la escritura. Ahora que ya ha pasado el tiempo, me he dado cuenta de que en realidad ella estaba más ilusionada con la idea de que de su clase saliera un artista, que cualquier posibilidad de que yo tuviera un verdadero talento. Había dejado atrás el dibujo (a lo cual había pensado dedicarme en algún momento de mi adolescencia), y la maestra era una chica buena onda, además de que me encontraba, en términos generales, aburrido. Así que plagié un par de ideas de Insomnia de Stephen King y de unos cuentos que publicaba Martínez Roca en sus antologías de terror, y le puse al embrollo un pésimo título: Morir. Aunque el cuento se ha perdido, todavía creo que se trataba de una idea decente, si bien muy trillada (i'm not telling), pero estaba escrito de una manera que dejaba fuera información vital para comprender enteramente su desenlace. O sea, nada más yo podía entenderlo.

Al día siguiente que se lo entregué a la maestra, ella llegó sonriente y gritando, "¡miren lo que hizo su compañero!". Yadda yadda yadda, el cuento formó parte del examen final, para la molestia de muchos, que no tenían idea de qué era lo que estaban leyendo. De hecho, esa clase fue la experiencia más desquiciada de la prepa: leímos en voz alta y con micrófono un cuento espantoso de Rosaura Barahona con todo y escenografía de papel maché; tuvimos que hacer una fotonovela donde yo salía de fresa... YO con el pelo largo y despintado por el frente, gafas oscuras de Lennon y suéter negro cuello de tortuga; adaptamos "Sólo por ser indios", de A.N.I.M.A.L., a una versión acústica, cantada por una mujer; en esa misma ocasión, metieron una batería inmensa al salón, y la maestra se peleó con los guardias que quisieron sacarla. That was some wacky class.

Bueno, después de esa clase seguí escribiendo. Cosas bastante deprimentes. Cuentos tristes, de esos en los que un tipo se cuelga o se corta las venas acordándose de su novia recién muerta. Francamente, poco a poco, veía que iba mejorando un poco, y de hecho me empezó a gustar escribir... salvo por mi eterna cruz: nunca tenía nada que contar. Siempre me ha faltado la imaginación y la inspiración para poder llegar a una idea atractiva y original. Siempre acababa repiténdome o plagiando de otros lados. Estaba en esta crisis literaria cuando me llegó el momento de escoger carrera. "I'm doomed", pensé.

La decisión fue sencilla porque quería a) algo que me interesara y b) algo que no tuviera matemáticas en lo absoluto. Es chistoso que soy un imbécil para las matemáticas cuando mi papá es director del departamento de Matemáticas de una preparatoria. A él no le parece chistoso. La "c)" con la que tuve que lidiar fue que: c) debía ser una carrera en el Tecnológico de Monterrey. Eso acabó por completo con mis cada vez más diluídas ganas de llevar Diseño Gráfico. Siempre he creído que mi mayor interés en la vida no es el arte, ni el dinero, sino el entretenimiento. Buena suerte hayando una carrera compatible con mis necesidades.

Letras fue, entonces, porque me pareció la menos peor. Siempre que me preguntaban por qué elegí esa carrera (sin duda sintiendo lástima de que no fuera a hacer un quinto jamás en la vida), respondía lo mismo: de los males, el menor. Obviamente, siempre me ha gustado leer y en ese momento mostraba, hasta cierto punto, indicios de una habilidad para comunicarme por escrito. Pero de ahí a que me apasionara la literatura, como a algunos de mis compañeros...

Fuck, ya estoy bajando un disco que se ve buenísimo pero con mis triste conexión casera no voy a poder bajar ni dos canciones. Mis papás me están insinuando que quieren que compre una PC, lo cual me extraña sobremanera porque ellos saben que no tengo esa clase de dinero. Si la llego a comprar, se acabó esta mugre de 56k; le enchufo el Infinitum y a lo mejor, a lo mejor... vuelvo a escribir ficción. Más sobre mis días de escuela, otro día.



Uno sabe que las vacaciones terminaron...

Porque nadie actualiza su blog. Es tiempo de volver al trabajo o a la escuela... o quizá es sólo la cruda de volver a la rutina. ¿Qué fiesta sigue, 14 de febrero? Not good. Hay que ocuparse en algo. Y rápido.

Últimamente había estado pasando una multitud de emuladores y roms al Xbox, a lo mucho dedicándole dos o tres minutos a cada uno. Me llamó la atención, sin embargo, el excelente emulador de Turbo Grafx 16, llamado "Hugo". La consola de NEC me había interesado en un par de ocasiones, como cuando estuve buscando febrilmente el Splatterhouse original. También recuerdo vívidamente cómo, en tiempos del Supernintendo, el Turbo Duo (el combo del Turbo Grafx 16 y su unidad de cd), me parecía un imponente artículo de lujo. Jamás lo vi en persona, pero recuerdo los anuncios en Super Play, peleando su lugar contra los recién lanzados Playstation, Sega Saturn y 3DO. La consola era buena, pero por una multitud de razones, sufrió el mismo destino del Atari Jaguar y el 3DO.

Me hubiera gustado haber visto de primera mano los juegos del PC Engine, como se le conocía en Japón, cuando recién aparecieron. Cuando a Nintendo todavía no se le había ocurrido siquiera la posibilidad de un CD add-on para el SNES, NEC ya ofrecía juegos que trataban de aprovechar las inmensas capacidades de memoria del formato. Por ejemplo, estos días he estado muy entretenido jugando Dracula X: Rondo of Blood. A la mayoría le sonará el título: Konami lanzó una versión redux para el Supernintendo, que en realidad ni siquiera superaba a Super Castlevania IV. Rondo of Blood es quizá el más perfecto juego de Castlevania en 2D. Una entrada impresionante (con diálogos en alemán), música de orquesta (la mejor de toda la serie) y, sobre todo, el buen Richter Belmont (no es un Castlevania si no aparecen los látigos). Symphony of the Night comienza justo al terminar Dracula X, y hasta parece como si la serie pasara la estafeta a una mecánica de juego muy distinta, que prefería la exploración a el bendito modo de juego arcade de siempre.

Se necesitan más sidescrollers como los viejos Castlevania. No me gusta la línea que están siguiendo muchas compañías. A lo mejor sólo estoy ruqueando, y por eso prefiero mil veces jugar Viewtiful Joe que hacer una misión más de GTA: VC. Henshin a go go, baby.



The rig



What have I done?



Amity Gardens

Mi dashboard del Xbox. Me agrada.

Cuando todo parecía indicar que hoy estaría jugando Resident Evil, algún detalle tenía que salir. Ya lo había notado con el disco de Zelda, con el Mario Kart y el F-Zero, y tan sólo quería que RE me lo confirmara: hay un problema con los cables de A/V. Tengo un ojo tan agudo para esas cosas que raya en la demencia, o así me lo hacen notar la gente que no puede ver las obvias deficiencias en una imagen que debería ser prístina. Aunque todos me felicitan por el mamut de TV que tengo en el cuarto, me he tenido que hacer de la vista gorda ante una multitud de problemas, como unas líneas de raster ringing a los lados, quizá causados por las bocinas o por interferencia electromagnética de la misma casa. En el lugar donde la Wega se encuentra en estos momentos, hay una especie de rebote maligno entre el mueble y la pared que ocasiona una leve mancha típica de cuando hay un magnetismo cerca. Pero nadie me cree.

Y ahora he notado que la imágenes en el Gamecube tienen una extraña cualidad punteada. Como si, en lugar de presentar una imagen sólida, estuviera formada por muchos puntitos. Ya había visto algo similar, cuando conecté el dvd por primera vez a la entrada de s-video, con unos cables chafas que venían incluidos. Al cambiarlos por unos de mejor calidad, el problema se arregló. Por eso en lugar de quejarme y que se burlen de mi, voy a cambiar el multicable de S-Video que originalmente había conseguido para el Nintendo 64, por unos profesionales de Level Six. Aprovecharé la ocasión para ordenar también los adaptadores para poder conectar controles de Dreamcast en el Xbox. Si con los nuevos cables no mejora la calidad de imagen, quiere decir que las gráficas del Gamecube son efectivamente una porquería.

En aproximadamente 2 horas he jugado una docena de juegos, y puesto que me da mucha flojera poner algo verdaderamente importante, aquí van algunas impresiones rápidas.

Resident Evil.

A pesar de la extraña calidad de las gráficas, quedé impresionado por lo poco que he visto del juego. Y algo irritado. Verán: aunque adoro el Resident Evil original, recuerdo que uno de los factores que ayudaba a su longevidad es que estabas tan muerto de miedo que no te atrevías a abrir la siguiente puerta, por miedo a lo que te pudiera saltar encima. Una vez que ya te lo habías acabado varias veces, el recorrido era mucho más rapido: abrir una puerta, dispararle a dos zombies, correr y tomar la llave, quitarle el seguro a una nueva puerta, dispararle a otro zombie, correr hasta la siguiente puerta, y así sucesivamente, con algunos acertijos y jefes para frenarte un poquito. Y ahora me encuentro con que:

a) ¡Me cambiaron la casa! Aunque hay muchas áreas similares, ahora hay más puertas cerradas, nuevos cuartos, e incluso hasta los cuartos viejos, con los nuevos ángulos de cámara, parecen completamente nuevos. Está de sobra decir que todos los objetos también están cambiados de lugar.

b) ¡El juego es más difícil! Hay menos balas, los zombies aguantan más, te hacen más daño y creo que son más inteligentes. En el review de IGN mencionan que hasta hay un zombie que puede abrir puertas y te puede llegar a seguir por toda la casa, lo que es absolutamente terrorífico, considerando que, si en el original se tenía la certeza de algo, era que cualquier engendro que estuviese en un cuarto se quedaba en el cuarto. Brrr, esto cambia todo.

c) ¡Cambiaron las voces! Y la verdad, es un alivio. Aunque las voces en el original generaban buenas carcajadas, rompían con el tono general del juego. Aunque no parecen ser nada espectacular, al menos ya poco tienen que ver con el trabajo mediocre del juego de Playstation.

Hasta ahorita, no hay queja. Siguen los mismo problemas de toda la serie, como el limitado sistema de avances (la verdad, no me hubiera importado que quitaran las famosas maquinillas de escribir) y el primitivo control, que parece que no se ha dado cuenta siquiera que ahora existe el control análogo. Pero bueno, si uno se quiere ver muy generoso, se les puede ver como character flaws, que le dan cierto encanto al juego. Sorta.

Mario & Luigi Superstar Saga.

This is the cutest game ever!!! Énfasis en CUTE. Había visto en Electronic Game Monthly un par de reseñas tan entusiastas como podían ser tratándose de un juego de GBA. Es decir, no mucho. Hay algo en los juegos de Gameboy, Advance o no, que no importa que tan supuestamente buenos sean, uno simplemente no los toma demasiado en serio. Por eso me siento afortunado de haber metido en el folder de roms del Visual Boy Advance X este simpático RPG.

No sólo es tremendamente divertido, sino chistosísimo, sobre todo si uno ha jugado la mayoría de los juegos de Mario. Que no quede duda: es un juego firmemente plantado en la comedia. No sé, es un juego que destila tanta inocencia y buenas intenciones, que es imposible no caer rendido por él. Posiblemente el juego que más ha ocupado mi tiempo últimamente.

Final Fantasy Tactics Advance.

Un secuela que sólo podía salir en el GBA. Los monitos en 2D se prestan mucho para el portátil, y parece que es un proyecto más pulido que su antecesor en el Playstation. No he pasado mucho tiempo con él, pero parece que las mecánicas son las mismas, y la historia es un asunto mucho más sencillo que la barroca trama de intrigas y traiciones del original Tactics. Sólo me da mucha flojera llegar al momento en el que aparezcan los "jueces", una adición innecesaria y muy molesta, a mi parecer. Habrá que seguirle la pista a este juego, porque al menos en feeling, da muchos indicios de lo que será Final Fantasy XII, el juego que saque a la serie de su actual mediocridad.
0 comments



Braaaaiiiins

Spooky.
Sara me regaló hoy Resident Evil para el Gamecube y el dvd de Cannibal!: The Musical. Como que siento que hay un patrón por ahí. Ya compré la tarjeta de memoria, así que este fin de semana pasaré más tiempo de calidad con el pandita.

Nuevas adquisiciones para el Xbox (por medio turbios): un emulador de N64 (para jugar Paper Mario), un emulador de PC Engine (para jugar Dracula X: Rondo of Blood) y un excelente emulador de Gameboy Advance (para jugar Final Fantasy Tactics Advance y Mario and Luigi Superstar Saga). Todo parece funcionar perfectamente, salvo el emulador de N64, que tiene algunos problemas de compatibilidad.

Finalmente, algo para compartir. Estos tres videos me parecieron increíbles. Sobre todo la música. Por fin se confirman mis sospechas de que Super Mario Brothers tenía un prólogo bastante siniestro. Nintendo, haz algo bien y toma nota, por favor.

Parte I
Parte II
Parte III

¡Ya quiero que salga la parte IV!



Ok, ok...

Lo anterior sonó muy duro. El Gamecube no es tan sucker como lo pinto, de lo contrario no me hubiera comprado uno. Es nada más la desesperación de un hobo con muchas consolas que mantener.

Mario Kart: Double Dash!! fue a la casa hoy, y se trajo a Fer y su hermano Leo. ¡Hostia, que juego! A lo mejor me tocó la buena suerte de empezar a jugarlo en multiplayer, porque a los cinco minutos la dicha llenó la casa, y las risas y el calor humano acompañaron la rosca y el chocolate caliente en este Día de Reyes. Que por cierto no me hubiera dado cuenta de que era Día de Reyes de no ser porque los noticieros chilangos no se callaban al respecto. Ah y también llevaron el F-Zero. Estaba... bien.

Nada más que decir, sólo tenía ganas de desahogar la culpa. Cuando llegué a la casa, del trabajo, el Cube me vio con ojos de "¿y yo qué te hice?" y me sentí mal. De hecho no me dejaba dormir. Como es una cosa minúscula, me lo imaginaba como un niño de la calle, de ojos grandes y harapiento... no eso no me conmueve lo suficiente... digamos mejor un cachorro de oso panda, de ojos grandes y harapiento, y gruñendo lastimosamente porque no le daba amor o una memory card.

Apantallé a mis invitados con Prince of Persia: The Sands of Time. Para toda ocasión especial, no debe faltar: es el Ferrero Rocher de los video juegos (aunque en lo personal no me gusten los chocolates). Como un virus benigno, consume a todos los que toca, reduciéndolos a una masa balbuceante que se deshace en halagos por la animación y las gráficas y etcétera.

Este frío no se acaba... no hay problema, me gusta. Pero de unos días para acá he estado extrañando los días de verano. Ésos de limonada y abanicos. And that's a first.



Stuff works in the weirdest ways

Todos están tras mi dinero. They want maaaai preshiousssss.
El universo ha vuelto a estar en balance después de un viaje a Juárez y Reforma. Por alguna razón, mi hermano y yo fuimos con la idea de cambiar su Gamecube descompuesto (really) por un PS2, y al final salimos con otro Gamecube, varios billetes menos, y la conciencia tranquila. Me deprime tanto ir a Reforma a pelearme con los puesteros que posiblemente sólo estaba feliz de salir de ahí.

Me tiene horriblemente paniqueado la facilidad con la que caigo en compras de impulso, de acuerdo a mi historial de gastos... si tuviera uno. Comprar los 5 juegos del cube amenaza con volverse una pesadilla logística, con aquello de que quizá no me cambien mi trozo de excremento duro (Universal Adventures) por un juego cinco estrellas. Resident Evil parece que está agotado en todos lados. Le compré una tarjeta de memoria a mi hermano pero yo ya no alcancé. Cada que pienso en cambios o comprar juegos o accesorios, hasta veo billetes con alitas. Damn you Gamecube, you just screw people's lives.

Me alegro por eso de mi desmesurada piratería con todo lo demás que sí se deja piratear. Me ahorré cerca de 300 pesos no comprando The Brothers Quay Short Film Collection. Después de dos semanas, finalmente lo pude bajar de Suprnova. And it sucks. Faramalla pretenciosa y abstracta de la Europa de la posguerra. Y los Quay no tienen la culpa: el único corto que ellos dirigen, Anamorphosis, es rematadamente brillante, tanto en idea como en ejecución. Si hasta aprendí algo. Pero no, la mayoría son trabajos comisionados, incluyendo un par de videos para His name is Alive, que hasta dan ganas de llorar por tanto desperdicio. Me hizo apreciar más a Jan Svankmajer, que siempre me había parecido un vejete fascinante y aburrido al mismo tiempo. The Brothers Quay Collection nomás provoca agruras.

El mismo día vi Scrapbook. Me gustó. Luego platicaré sobre ella.

Estoy recibiendo cada vez más visitas al blog, y no se si es porque si cada vez más incautos llegan a mi por Google o tengo más "habituales" de los que creo. Me divierte ver los keywords que llevan a la página-- me hacen creer que mucha gente piensa en Google como si fuera una bola de cristal o una lámpara de Aladino. The Ballad Collection es la primera fuente para "chavitas desnudas", "fotos de Viggo desnudo" y el club oficial postrauma de Anime Onegai. Todo se sabría si volviera a poner comments o un tagboard, pero lo menos que quiero es una microcomunidad formada alrededor de mi blog, cual fungus. La única explicación que queda es que es un misterio.

De veras que Nintendo está para que le hagan una película para TV: El otoño del patriarca. Se me acaba de ocurrir. O Nintendo & Gamecube: Dumb and dumber. Based on a true story.



No por nada las tortugas rockeaban

Leyendo en Game Bunker una cronología bastante light (y llena de errores) sobre los videojuegos de Teenage Mutant Ninja Turtles, me di cuenta del espectacular arte de caja que la mayoría de estos juegos gozaron. Comparado con el diseño bastante genérico del más reciente juego multiconsolas, el arte de los juegos de 8 y 16 bits siempre fue distintivo y recurrió a distintos artistas en lugar de simplemente poner una imagen de la popular caricatura.

En especial me gustan las cajas del primer y tercer juego, ya que al parecer son diseños originales de Peter Laird y Kevin Eastman, o algún colega suyo. El diseño de TMNT The Arcade Game sí se parece mucho a las caricaturas, lo que no tiene nada de malo, además de que la composición y el uso del color son muy buenos. Lástima del comercialote de Pizza Hut que casi tapa a Donatello. Turtles in Time y The Hyperstone Heist, dos juegos casi idénticos para las consolas de 16 bits, utilizaron un diseño de las tortugas bastante freaky, pero que funcionaba. O, al menos, yo no puedo separarlo de los juegos y de esa época.

Qué linaje tan impecable. Algunas grandes series no han tenido tanta suerte en el arte de sus cajas, como Megaman, que tuvo difíciles comienzos. Lástima del nuevo juego de TMNT, que no tiene un diseño nada especial... pero igual, creo que las tortugas ya no son especiales para nadie.



Holy shit. This is the funniest thing ever!!

Desde hace unos meses Arturo Kurosawa me había estado pasando los escabrosos comics religiosos de Chick Publications. Aunque hilarantes por si mismos, hoy pude hacer una conexión que no había notado hasta ahora. Que no quede duda que Erik, de Old Man Murray, es el dios de la comedia en Internet.

Primero, lean esto:


Ahora lean esto.


Enjoy!



A sort of homecoming

Si Sonic pudo, ¿por qué yo no?
Le había estado dando vueltas al asunto. A veces se me olvidaba, a veces sentía que no valía la pena, y a veces ya estaba a punto de lanzarme. Hoy finalmente se dio una conjunción, mientras hacía rondas girly girly con Sara, acabé saliendo de la tienda con un juguete manly manly. Compré un Gamecube en Liverpool.

La idea era nada más que le ajustaran el reloj que le regalé, había que quitarle unos eslaboncitos. En la pantalla de una caja registradora decía, 13 mensualidades sin intereses en juguetes electrónicos. "A mí me gustan los juguetes electrónicos", pensé. Después de ir por nieve de yogurth y café, comenzamos a vislumbrar la idea de comprarlo con la tarjeta de crédito. Podía comprarlo sin juegos o con unos 3 juegos empaquetados por mil pesos más. En realidad Sara me dio el empujoncito final. Como la idea de dar 500 a la quincena (podía dar menos, pero así no hago yo las cosas) no se me hizo muy mala, jeje, gracias a Sara y su tarjeta de crédito ya tengo la flamante consola de Nintendo (según los reruns de Cybernet) en un bonito color platino. Fue una decisión difícil, pero ya no se puede hacer nada. Bueno, podría regresarlo, pero nah, ya para qué.

They seem to be having fun.
En realidad fue fácil y difícil, por una misma razón: sólo lo quiero por 5 juegos. El resto de los juegos en el Gamecube o se me hacen muy basura o disponibles en el Xbox. Pero los que tengo en mente... por ellos creo que sí vale la pena la inversión. Comprar una consola nada más para jugar 5 juegos a lo mejor sí suena a desperdicio, pero al menos no me tengo que preocupar por andar poniéndome al corriente con todo lo nuevo que sale. Nintendo anda salado estos días y todas las compañías de juegos están brincando del naufragio que es el Cubo, como quiera, así que no creo que tenga que preocuparme mucho por eso. Qué mal que diga eso de una consola que me acaba de costar buenos billetes, pero es la verdad.

Pero esos 5 juegos...

1. Metal Gear: The Twin Snakes. El remake de Metal Gear Solid está siendo manejado por Silicon Knights (los que hicieron el "exitoso" Eternal Darkness; whatever, finalmente son gringos) y las cutscenes las ha dirigido Ryuhei Kitamura, quien ha perdido mi confianza después de sus bodrios Alive y Azumi. Pero... ¡es Metal Gear Solid, goddamit! El número 6 en mi lista de juegos más memorables de todos los tiempos. Si es tan bueno como el remake que hizo Capcom de Resident Evil, entonces la maquinita ya se pagó sola.

2. Resident Evil. Me importan poco las mejoras estéticas que le hayan hecho a esta joyita del PSOne. Ponganle lo que le pongan, el original Resident Evil es un clásico de cinco estrellas. Lo he estado jugando en el emulador del Xbox, y aunque las gráficas eran peores de lo que recordaba, el juego sigue siendo punto y aparte. El concepto de la mansión abandonada, la soledad de uno contra lo desconocido (una vez que empezaron a explicar el por qué de los zombies, todo se vino abajo), los sustos inesperados, el satisfactorio crunch con el que la escopeta volaba las cabezas de los zombies... parece que a nada de eso le movieron en esta nueva adaptación. También me llama la atención el Resident Evil 0, pero desconfío, y con razón: después del primer juego, y con excepción de Code Veronica, toda la serie ha sido pura basura.

3. Legend of Zelda: Wind Waker. Yo desgraciadamente me quedé en A link to the Past (número 9 en la lista), aunque hace poco conseguí el Nintendo 64 para poder jugar Ocarina of Time. Resultó que el Gamecube incluía un disco con los dos juegos de Zelda de NES (perfectamente emulados, o sea, yuk), y también los dos de N64, Ocarina of Time (joy!) y Majora's Mask, que me parece bastante bleh. También viene un demo de 20 minutos de Wind Waker, y debo decir que quedé prendado. No sé cuál es el alboroto por el nuevo look de Link: a mí me encanta. Cuando hablé de A Link to the Past mencioné que lamentaba que Link ya no pareciera niño en el Nintendo 64; por eso no podría estar más contento. Y creo que fue uno de esos juegos apreciados por la crítica pero atacados por la fanaticada, así que hasta se va a sentir que estoy jugando algún juego de Sega.

4. Mario Kart: Double Dash!! Puede que yo esté muy oxidado en el querido y viejo Mario Kart de Super Nintendo, y me desagraden las porras que los nerdos de Anime Onegai le echan a este nuevo juego... y hasta me parezca demasiado lento y complejo. Pero, vaya, debo admitir que Mario Kart: Double Dash!! se ve divertido. Posiblemente sea el juego que me va a obligar a comprar otro control, y sólo lo vaya a jugar con Sara, pero en el pobre panorama del Gamecube, parece ser de lo más rescatable.

5. Viewtiful Joe. De los juegos que anunció Capcom como exclusivos para el Gamecube, creo que sólo éste me interesa, al menos hasta que salga más información sobre Resident Evil 4. Se ve como un jueguillo ingenioso, rápido y sencillo de jugar pero difícil de dominar; justo como los viejos juegos de Treasure, a la Gunstar Heroes.

The retarded Gamecube controller. Looks nice in silver, though.
Y ya. Hay por ahí un par que no me molestaría revisar, pero ésas son las joyitas que no van a aparecer pronto en el Xbox o en el Dreamcast. Con excepción de Twin Snakes, todos los juegos ya están disponibles, así que pronto empezaré a comparar precios y a conseguirlos, poco a poco. Por lo pronto, tengo que lidiar con pequeños y grandes inconvenientes, como el hecho de que tengo que conseguir una tarjeta de memoria para grabar mis avances (¿qué, no disco duro? pfft) o que el control es una abominación de la naturaleza. Puede servir bien para los juegos de Nintendo, pero es inútil para cualquier otra cosa. Recuerdo cuando jugué Soul Calibur II con esa cosa y todavía me dan escalofríos.

Para muestra: aparte del disco de Zelda me incluyeron otros dos juegos, un aborto llamado Universal Studios Adventures (que ruego que me lo acepten a cambio en algún lado) y el Capcom vs SNK 2 EO. Éste último no sólo me es inútil porque tengo una versión superior en todos los sentidos en el Dreamcast, sino que por el estúpido alineamiento de los botones se ha simplificado el modo de juego, de manera que ahora sólo se utilizan dos botones. Así es, el control de Gamecube es tan impráctico que obliga a inocentes juegos de otras compañías a reconfigurarse como si fueran para Gameboy.

Para el Zelda funciona bien, though.

Oh boy. Mi hermano está en el cuarto jugando Mario 64. Wario me observa con su siniestra sonrisa de peluche sobre la PC. En cierta medida, comprando la nueva consola Fisher Price de Nintendo vuelvo a mis inicios, ya que me formé con el NES y el Super NES. Después, por tanta mentira y promesas sin cumplir de Nintendo, tuve que partir a otras latitudes, comprar un PSOne, enamorarme de Sega y finalmente montarme en la Harley Davidson de las consolas, el Xbox. Nintendo se la ha pasado haciendo cosas mal, pero de cuando en cuando se le ocurre hacer (o adquirir) algún juego genial. Ok, Mario, ya tienes mi dinero.

Sólo pido 5 juegos. Sorpréndeme.


Now playing



Elsewhere










Archives


Contact me