Had you been there tonight you might know how it feels
to be struck to the bone in a moment of breathless delight.




Girlfriend Best


Sara me regaló el DVD/CD X JAPAN: Best. No lo he visto todavía, pero tenía que hacer un post sólo para mencionarlo. ¡Gracias princesa! YOU MAKE ME TEH HAPPY!1!1!1
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I, robot

He aquí un dato que pocos parecen saber sobre el libro Yo, robot. Cuando llegó el momento de realizar su primera recopilación de cuentos sobre robots, Isaac Asimov tituló a esta colección Mind and Iron. A sus editores no les gustó el título, y lo cambiaron por I, robot. Asimov siempre detestó el título, pero no sólo porque tenía poco que ver con el contenido de sus cuentos (a final de cuentas, la mayoría de los cuentos de Asimov trataban sobre las paradojas racionales y emocionales de los humanos, refléjandolas en el comportamiento de los robots). No, su resistencia a adoptar este título se debía a que conocía muy bien el verdadero origen de éste.

I, Robot es el título de un cuento publicado en 1939 por Eando Binder (seudónimo de los hermanos Earl and Otto Binder). Se trata de una historia sencilla sobre un robot, llamado Adam Link, que desde su creación vive recluido junto a su amo leyendo libros en una enorme biblioteca, salvo uno, que le estaba prohibido. Al morir su creador, el robot se aventura al exterior, y, a pesar de sus mejores intenciones, sólo encuentra miedo y odio, y termina refugiándose de nuevo en la biblioteca. El cuento es un "texto encontrado", contado en primera persona (por eso lo de "Yo, robot"). Termina confesando que ha decidido desactivarse al comprenderse incapaz de ser aceptado, después de haber leído finalmente el libro que su amo siempre le prohibió: Frankenstein, de Mary Shelley.

Claro que hoy suena algo ingenuo, pero vaya, estamos hablando de 1939, y en ese entonces sí causó gran impacto... aunque por alguna razón, el cuento original y sus autores han sido casi completamente olvidados. Pero su título corto y enigmático aparentemente les pareció ideal a los editores de Asimov, y el libro tomó ese nombre, a pesar de las quejas del autor, quien ante todo respetaba el trabajo de los hermanos Binder.

Yo nunca leí ese libro en específico, porque todos los cuentos que reúne ya los había leído por otros lados, sobre todo en esa gigantesca recopilación que Martínez Roca editó, Los Robots. De hecho, Asimov fue por mucho tiempo mi autor favorito de ciencia ficción, al menos hasta que me alineé más por la ciencia ficción suave de Harlan Ellison y Frederic Brown. Pero sin importar que tan dura fuera la ciencia ficción de Asimov, siempre estaba una humanidad que la hacía más accesible que las obras de Arthur C. Clark, por ejemplo. Me agradaba también que el señor tuviera una vanidad tan grande como su talento. Él inventó el término "robótica", y no perdía oportunidad de recordárselo al que se dejara. Las tres Leyes de la Robótica siempre me parecieron algo fascinante: limpias, simples e infalibles.

Por eso, cuando vi el trailer de I, robot, me pareció la abominación más grande que hubiera presenciado jamás. En cuanto vi a los robots brincando por todos lados y haciendo destrozos, me di de topes contra la pared, con ganas de gritar "¡¡eso jamás, jamás podría suceder!!".

Pero la película es buena. Muy buena, de hecho. Y la sorpresiva violencia de los robots realmente no contradice las Leyes de la Robótica, a final de cuentas. AQUÍ SPOILERS. Lo que hicieron en la película fue juntar dos corrientes muy distintas de la ciencia ficción: la sobria de los robots positrónicos de Asimov, y la más agresiva y metáfisica del cyberpunk, que presenta el concepto del "fantasma en la máquina". Seguro han visto por ahí historias que tratan sobre el punto en el que las máquinas adquieren conciencia propia, desde Ghost in the Shell hasta The Matrix. Asimov siempre mantuvo estas dos corrientes separadas (o al menos siempre supeditó la autoconsciencia de los robots a las Tres Leyes), por lo que la idea de una revolución de robots conscientes, aunque válida, se antoja más de cuando el proyecto no tenía nada que ver con las obras de Asimov, (esos elementos fueron añadidos después, cuando se vio que todo encajaba razonablemente bien). De haber sido algo hecho en base a las obras de Isaac Asimov desde un principio, las Leyes jamás, jamás podrían ser ignoradas.END SPOILERS.

Alex Proyas se mantiene como un de mis directores favoritos. Dark City es un clásico, y en I, robot continúa manejando el mismo delicado balance que es difícil encontrar en este género. En ambas películas abundan momentos que en manos de cualquier director menor hubieran resultado exagerados y chabacanos. Así como está, I robot es todo lo que Minority Report soñó ser, y plantea su tesis de una manera menos obtusa que Artificial Inteligence.

A pesar de una abundancia (imagino que necesaria) de pantalla azul, y un deliberado look monocromático que no me enloqueció, el manejo de cámara fue lo que más me entusiasmó. No faltará el que diga que llega a marear, pero yo siempre estaré echándole porras al valiente que se anime a mover la cámara arriba, abajo y de cabeza, cuando el momento lo requiera. Y vaya que lo amerita en sus partes finales, donde la trama y acción alcanzan su punto más alto. Tiene una narrativa tan fuerte y consistente, que se toma su tiempo y se acelera cuando debe, que el clímax es eso: un verdadero clímax.

Will Smith no estorba, y a lo mejor su simpatía finalmente funciona mejor que la de alguna otra estrella de acción. La chica es una interrogante, y más si tenemos en cuenta que está interpretando a Susan Calvin. Susan-freaking-Calvin. ¡Ese codazo hasta me dolió, Proyas!

Entre menos se diga, mejor. La película es buena, mejor de lo que me hubiera esperado. Cuando suceda, ver a Will Smith entre mis otros dvds va a ser raro, pero vaya, es una realidad que he aprendido a aceptar.
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More comic mayhem

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Hellboy

Prueba de que sí puedo escribir directo y conciso sobre algo: Hellboy me sorprendió con su inepto guión, pero fuera de eso, hay peores maneras de pasarse una tarde de calor. Los elementos están ahí, pero Guillermo del Toro aparentemente no sabe contar una historia. Todo indica que lo bueno de Blade 2 es mérito completo del guionista, David Goyer.

Hasta me gustó más Van Helsing.

¿Eh? ¿Qué tal?
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CAIH VS E3: CHAOS

Gumpei Yokoi. Wherever you are, we miss you.
Llevo cuatro días seguidos en los que, a pesar de dormir más de la cuenta, no descanso nada, nada. Todos se han caracterizado porque he sido atacado por sueños muy largos y muy desagradables, de los que ya poco me acuerdo. Salvo el de ahorita, que lo tengo fresco.

Soñé que al mismo tiempo que se desarrollaba el Congreso de la Asociación Internacional de Hispanistas (un evento realizado en el ITESM, paralelo a la visita de los príncipes), habían organizado una Electronic Entertainment Expo en Cintermex. No como la que montaron hace un par de años, que de videojuegos tuvo poco y de Mueblería Standard tuvo mucho. No, una bonita, con muchas primicias y largas filas para poder tocar nuevo hardware.

Era obvio dónde iba a estar yo. De hecho, más que ocuparme de las exposiciones, estaba tratando de aprovechar todas las increíbles ofertas en juegos raros. Claro que en los E3 no venden nada, pero así son los sueños. Compré ediciones especiales de Megaman X6 y Megaman 8, juegos que en realidad poco me interesan, pero que venían en hermosas cajotas metálicas. Pero para ese entonces el resto de los fans ya habían arrasado con todas las buenas ofertas. Supongo que estaba pensando en la Convención de Comics.

La cosa se pone más rara cuando me voy a celebrar por ahí, y luego regreso alcoholizado para platicar con mis amigos de La Parodia (?). Angélica Vale y otra chica estaban vestidas de monjas y no me estaban pelando mucho, porque ya iba a empezar el programa, hasta que empecé a desvariar, riéndome a carcajadas: "no fui al Congreso de la AIH, ¿y qué? ¿Y QUÉ?" Esto les interesó muchísimo, y me sentaron en un sillón y me animaron a seguir con el tema, sin que yo me diera cuenta de que las cámaras estaban grabando y ya estábamos al aire.

Estaba desatado: "¿Para qué ir a un Congreso para gente que se afana sobre algo de lo que ya todo está escrito, o que si sale alguna novedad invariablmente es una porquería? YO conocí a Gumpei Yokoi. Le estreché la mano. Le dije que Metroid fue un regalo para el mundo. No cambiaría eso por forzar sonrisas frente a los coverboys de Hola! Aparte los organizadores tienen lo chamorros muy gordos."

Lo triste es, sí llegué a estrecharle la mano a Yokoi en el sueño, pese a que el señor ya lleva muchos años de haber fallecido. No sé en qué terminó el sueño.

Me causa gracia que el análisis de este sueño (o al menos de sus elementos) es bastante sencillo. Estos días he estado navegando las galerías del E3 de Crunk Games, envidiándolos al mismo tiempo que me moría de la risa.

Lo del Congreso es más heavy. Hace poco platicaba con un ex-compañero de la carrera, que aparentemente se quedó en el viaje, a pesar de lo mucho que él repele de la institución (es editor de la Revista de Humanidades). Poco después de que se fueran los príncipes, lo más que yo sentía era alivio por ya no tener que hacer notas absurdas de la sección de Espectáculos. Le pregunté a este camarada que qué tal había estado la visita del par al Tec, y me respondió efusivamente: "El Congreso estuvo chingonsísimo." Me platicó de toda la gente de Letras fascinante que conoció... básicamente que si uno estaba en el medio, fue una verdadera orgía.

Ante lo que me dí cuenta de lo alejado que me encuentro ya de todo eso. Vagamente había escuchado de la existencia de este Congreso, pero aún después de todos los elogios de este chavo, no me le hubiera acercado ni aunque me pagaran. Pero eso dice más de mi, que de la carrera de Letras. Me alegro que los involucrados se hayan divertido.

Yo... yo tengo que entrar al E3 uno de estos años. Antes de que lo desaparezcan.
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The human crack ;)

Gracias al emule (el burrito es tu amigo, ¡úsalo!), pude terminar el disco 4 de Shenmue II. Fue un momento... extraño. La parte final apareció, y luego corrieron los créditos. Y sí, sentí el closure que necesitaba, pero el asunto fue un tanto anticlimático. Fue como ver en dvd Return of the King, apagar el aparato un minuto antes de que terminara la película, y luego retomarla una semana después. Sentarse nada más para ver a Sam abrazando a su familia como que no tiene el efecto drámático que debería, la verdad.

Pero bueno, fin a eso. Comienzo una nueva partida de Shenmue II el próximo año. Quizá lo haga una tradición anual. El plan ahora es jugar seguidos Metal Gear Solid: The Twin Snakes y Metal Gear Solid 2: Substance. Receta letal de narrativa postmodernista hardcore. Voy a acabar todo lurias paranoias.

Hoy, en McAllen, Sara estuvo a punto de poner un depósito para separarme una copia de Halo 2 Special Edition. Yo me abalancé gritando en cámara lenta: ¡nooooooooooo!, e impedí su bello gesto. Aunque sería genial tener una copia asegurada, no hay garantía de que por los alrededores de noviembre 9 vayamos a estar por allá. Y si estamos, no creo que vaya a haber escasez del título. Gracias princess.

BestBuy: ¡un robo! Yo ya me la había pasado cantando las bondades del lugar, donde al parecer todos los dvds de estreno estaban en 20 dólares, cuando en Target me encontré la de X-men 2 en 15 dólares. Un escándalo; hasta se me saltó el monóculo.

Por ahí conseguí un original usado de Parappa the Rapper a buen precio, aunque yo iba a buscar el Metal Gear Solid de PSOne. No estaba :(.

Pero grandes pasos se han tomado en la cada vez más disfrutable empresa de ir construyendo un hogar propio, al comprar una vajilla y un microondas bastante sleek. Ríanse de mis placeres burgueses, pero a mi me gusta comer comida caliente en platos de calidad. Me agrada esto. Escoger nuestras cosas. A nuestro gusto. Se siente... bien.
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Jesucristo

Aunque en un par de ocasiones me arrancaron vagas sonrisas, lo que hicieron los losers de Penny Arcade (para una rifa, no less) no tiene nombre:


¿Qué les hizo el pobre Xbox, para que lo vandalizaran así? ¿¿Es que de plano se les ha subido tanto que ya no respetan NADA??
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Cada palabra salva una vida

Alguna vez hice un comentario que confundió a un par de personas (y les azuzó la paranoia) sobre cómo, después de leer una sucesión de blogs al azar, me ponía, básicamente, furioso. Me metía a regioblogs.com o repasaba toda una barra de links a blogs desconocidos, y de rato ya se me había formado una úlcera. Frustración, asco. En ese entonces no lo supe explicar muy bien.

Ahora ya estoy seguro de lo siguiente: cuando veo un blog, sin importar lo trivial o pedestre de su contenido, quiero pensar que el autor ha tratado de retratarse lo más fielmente posible, en la confianza de que vale la pena compartir su persona (lo que piensa, lo que siente) con extraños. Eso me parece genial. Después de todo, nadie está obligado a tener un espacio en Internet. A uno se le ocurre, tengo algo que decir, quizá a otras personas les interese. A otras personas no les va a gustar, pero pues la idea es compartir... los aplausos son secundarios.

Esto es: yo vengo a arruinar todo con la noción de que establecer un blog implica un acuerdo de sinceridad. De entrada, puedo escuchar el refute, pero vaya, así es como yo pienso. Y cuando me desagrada un blog, es de dos sopas: a) al escribir su blog, el autor en toda su honestidad ha plasmado una imagen desagradable de si mismo, no muy alejada de la realidad o b)es un "personaje", una farsa... y la verdad, eso me da una flojera increíble.

Si de repente me atrevo a visitar blogs nuevos, es porque tengo la esperanza de que me voy a topar con una chava o un tipo inteligentes, que tengan algo interesante que decir y que sepan cómo decirlo. Pero después del noveno o décimo diario que refleja una personalidad sosa, ignorante y sin valor, debe pasar un buen rato antes de que me anime a una nueva expedición. Y si están finjiendo, peor: normalmente no me quedo el tiempo suficiente para darme cuenta de ello, ni tengo el sentido del humor para no verlo como una pérdida de tiempo.

Aparte de las agruras, lo que finalmente me provoca leer tanta basura, es escribir. Me pasaba todo el tiempo en las clases de Literatura, después de tener que sufrir docenas de novelas imbéciles. Me impulsa ese sentimiento de superioridad de gritar "¡Yo sí tengo algo que decir!" No me limito a reciclar el Filósofo de Güemez, ni me la paso diciendo "ésta es puta" o "pobrecito yo", ni cargo mis reflexiones con una actitud plastosa de "mis miles de lectores apreciarán esto".

Por eso a veces lamento que pasen días sin que ponga mas que algunas líneas sobre mi tía o cosas así, cuando todavía no he colocado aquí la monografía sobre el survival horror que he tenido por meses en la cabeza, la relación entre Rez y la obra de Kandinsky, o las docenas de películas oscuras que siento obligación de recomendar porque realmente hay varias joyas por ahí que prácticamente nadie conoce.

Y ni modo, los fines de semana trataré de sacar estos proyectos, mientras que el resto lo dedico a poner comics de Spiderman o viñetas de violencia doméstica. Y aunque estoy seguro de que hay gente a la que le doy hueva infinita, al menos duermo tranquilo a sabiendas que no estoy de oquis en el Internet, en los links de los demás por puro compromiso.
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Frustración

Ayer dediqué la mayor parte del día a completar el Disco 4 de Shenmue II. A eso de las 5 de la tarde llegué al punto en el que coloco el espejo del Fénix en un pedestal, y cuando el Dreamcast comenzó a cargar lo siguiente, me apareció una pantalla de error. Volví a intentarlo desde un punto cercano donde había grabado, y sucedió lo mismo en el mismo lugar, justo cuando hace una disolvencia y se escucha el crujido de leños que acompaña a la última secuencia del juego. Error. Lo intenté varias veces más, limpiando el disco, usando otro Dreamcast (sí... tengo uno de repuesto), pero sin éxito.

Lo que debería salir es, básicamente, el final. El juego se traba a 10 segundos de terminarse.

No debería molestarme: después de todo, el final ya lo vi, cuando jugué la versión de Xbox el año pasado. Sin embargo, no alcancé ese sentimiento de "cierre" que me pueda permitir moverme al siguiente juego. Jugar Shenmue II en el Dreamcast fue una expriencia de descubrimiento y revaloración (en relación al juego y la consola) y lo menos que podría pedir es poder completar satisfactoriamente el viaje.

El disco es pirata, así que en parte era de temerse algo así... pero si no tengo original, no fue por falta de ganas. He estado buscando la versión PAL original de Shenmue II desde hace mucho y, al igual que mi búsqueda del original Metal Gear Solid, me he encontrado tristemente con que los juegos originales de consolas obsoletas son un recurso no renovable. Bueno, esa ya lo sabía: tengo un Sega Saturn.

Ayer comencé a buscar en los lugares usuales la imagen del disco 4, para poder ver finalmente esos 10 segundos. Si alguien sabe de una fuente en específico, écheme un grito.
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Todo marcha bien

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Shenmue, el mundo



Mientras la realidad da un giro hacia lo desagradable, prefiero pensar en que a las seis de la tarde caminaba por el parque Roma, maravillado por el mundo, maravillado por Shenmue. Shenmue II, específicamente. Caminaba sin ver al frente, sino a la izquierda, a la derecha, hacia el cielo. Notaba el detalle, que no puedo describir. Me daba cuenta de las sombras, del ruido de los pájaros, de la luz filtrándose por las hojas de los árboles. Antes de cruzar la calle frente la iglesia del Rosario, sentía que el día pintaba bien. Aunque el hecho de que me estaba deshidratando y la incertidumbre sobre asuntos del trabajo me deberían haber puesto de mal humor, mi descanso del jueves prometía ser muy, muy agradable.

Media hora después, sentado en el sillón de mi cuarto, algo se disparaba y un pedazo más de inocencia se perdía para siempre. Una hora después, jugaba con la idea de sonreír menos de hoy en adelante. En estos momentos, sólo escribo desinteresado con las uñas muy largas, pensando que hay que seguir adelante. Algo ha cambiado, sin embargo. Una de esas cosas de "para siempre".

En Shenmue II, antes de entrar al Yellow Head Building, me muevo por Kowloon a sabiendas que una vez que entre al edificio de la pandilla Yellow Head, ya no hay vuelta atrás. Sigue el Disco 4, situado en Guilin, donde Ryo descubre a Shenhua y poco después termina el juego. Antes de eso, mejor, me puse a matar el tiempo, jugando dardos y comprando "huevitos", para ver si me salía algún juguetillo nuevo, o raro. A la quinta vez que me salió Kagemaru de Virtua Fighter 2, dejé eso y me metí al Moon Child Building. En el edificio Dancing Dragon había descubierto un piso dedicado exlusivamente a negocios de Mahjong, así que cabía la posibilidad de que hubiera algo interesante o desconocido en Moon Child.

Había un orfanato. Dos niños platicaban en medio del pasillo, en lo que puedo jurar que era mandarín (aunque están en China, todos en Shenmue II hablan japonés). Entré, y todos los niños me preguntaban si quería jugar con ellos, o si les había traído algún juguete.

Justo como el piso de Mahjong, en toda la historia de Shenmue II nadie habla del orfanato de Moon Child. No hay manera de saber sobre éste, a menos de que el jugador se tome su tiempo y decida explorar todos los pisos de los edificios. De hecho, la primera vez que lo jugué en el Xbox, me brinqué cientos de cosas para poder terminarlo rápido. Ahora que lo estoy jugando en el Dreamcast, me asombra su belleza, su atención al detalle... que su mundo existe sin molestarse de un sentido de necesidad. Es su forma de decir "no todo tiene que ser acerca de tí".

Finalmente entré al edificio Yellow Head. Jugué con dedos débiles, sin el entusiasmo de días pasados. No sólo porque es el momento de dejar atrás la exploración, y entrar al punto más activo de todo el juego... sino porque estaba pensando en implicaciones. Alcances. Puse las cosas en contexto, y me vi sobrevolando la depresión. En estos momentos estoy quemando en cd más de 20 películas que tenía almacenadas en el disco duro del Xbox. Pienso que ayer lo hubiera hecho por gusto. Hoy lo hago por necesidad.

Me esperan días muy largos.
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From the land of underage hookers

muaythai
Muay Thai is yor Way. Fast and brutal, Muay Thai is
both a martial art and an honored tradition in
its native Thailand. Muay Thai is known for its
powerful, often self-sacrificing offense, and
its unquestioned effectiveness.

What Martial Arts Style Calls to You?
brought to you by Quizilla


Me iba a quejar de que no fui Wing Chun o Jiujitsu, pero me di cuenta: DUDE!!! SOY ONG BAK!!!
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Fútbol

Ya descubrí por qué es tan popular el fútbol en Latinoamérica: es el deporte más barato que existe. En mi primaria, los niños jugaban con un bote vacío de Frutsi a falta de pelota. De estar lo suficientemente aburridos, hubieran jugado pateando piedras. En regiones donde la mayoría no puede/quiere pagar por una raqueta, un casco o un bat, es entendible la popularidad masiva del fútbol.
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Hoy voy a ver spiderman 2 de nuevo. Maybe!

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Por nada en particular

Me doy cuenta: personas débiles llegan a idear alguna razón para explicar su fracaso en algún aspecto de su vida. Otros individuos mediocres en la misma búsqueda desesperada encuentran eco en estas razones, y se logra llegar a una generalización. Llega un punto en el que ésta se convierte en regla porque miles de personas que comparten estas razones "no pueden estar equivocadas".

No es difícil creer que existen miles de personas débiles, hermanadas en el fracaso.
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Educando al adolescente

Leyendo el excelente libro Even a Monkey can draw Manga, me topé con esto. La mejor sátira es la que se acerca peligrosamente a la realidad:

LECCIÓN DE VIDA PARA MADRES E HIJOS

El "Arte" siempre es curable.

Tenga cuidado si su hijo aspirante a artista-manga-de-gran-éxito comienza a rendirle pleitesía al "arte". Recuerde, el arte es el cáncer espiritual de la adolescencia. El arte comenzará por comerle el cerebro a su hijo; luego, gradualmente, él hará todo por amor al arte, destruyendo así su vida social. El día que arruine al resto de su familia es el día en el que se convierte en un artista.

Para poder prevenir esto, debe asegurarse de mantener una comunicación plena con él todos los días. La familia entera debe levantarse temprano, y de cara al Monte Fuji entonar "Esfuerzo, Amistad, Victoria."

Una guía espiritual adecuada ayudará a su hijo a convertirse en un exitoso dibujante de manga. Si el niño aún mantiene una añoranza por el "arte", dígale casualmente, "Sabes, yo me sentía de la misma manera cuando tenía tu edad."

Dígale que nadie está interesado en lo que los artistas tienen que decir si su trabajo no vende. Dígale que sea valeroso al enfrentar las dificultades que le esperan. Sólo se es joven una vez. Siempre se puede dedicar al "arte" una vez que supere las dificultades y sea económicamente exitoso. Así es cómo ustedes pueden engañarlos. No se preocupe, una vez que su trabajo se convierta en un éxito certificado, su hijo se distanciará naturalmente del Arte.
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Go get them, tiger

¿Qué puedo decir? Spiderman 2. Algo de lo más preciado de mi niñez fue puesto en un pedestal, adornado con piedras preciosas y elevado a a un nivel incomparable por manos talentosas y apreciativas. Más que apegarse al material original, Sam Raimi y su equipo entendieron la esencia misma de la historia de heroismo y sacrificio que siempre ha sido el corazón de Spiderman.

Platicando con Sara minutos antes de la función, creo que teníamos la seguridad de que la cinta estaría más enfocada a las secuencias de acción. Después de todo, la primera ocupó su primera mitad en establecer la riqueza de sus personajes y sus conflictos internos, por lo que para esta secuela podrían entrar de lleno a los golpes y las columpiadas.

Errados completamente. Ayer mismo volví a ver la primer cinta, y puedo asegurar que tienen el mismo número de escenas de acción... quizá la secuela tenga menos. Son más elaboradas y espectaculares, pero no son ni por asomo el centro de atención. Más que eso, la cinta explora la evolución natural del conflicto de identidad de Peter Parker; mientras que en la primera cinta el protagonista se preguntaba "Who am I?", en esta nueva historia se plantea una que lo pone entre la espada y la pared: "What do I want?".

Es simplemente una delicia seguir el drama de Peter Parker porque es difícil no simpatizar con Tobey Maguire como el chico común que está dividido entre llevar una saludable vida normal o cumplir con una responsabilidad que a veces siente que le queda muy grande. Plantear este conflicto es la verdadera sustancia, el verdadero núcleo de la cinta, y Raimi se toma su tiempo en lograr un crescendo de derrota, decepción y finalmente de redención.

Hace mucho tiempo deduje algo sobre la naturaleza de los comics de Batman: en las mejores historias de Batman, el encapuchado no es el centro de atención. Son los villanos. Bastaba ver Batman: The Animated Series para darse cuenta que el show no era más que un desfile semanal de traumados y fenómenos, en los que Batman era sólo un hilo conductor para poder conocer al demente en turno.

Spiderman no es así. Sus villanos siempre fueron magalómanos que planeaban conquistar Manhattan (o, si se ponían ambiciosos, el mundo), y servían solamente para hacerle a Peter Parker la vida de cuadritos. Por andar peleando con Elektro, se le hizo tarde para su examen de ciencias. Por andar toreando a Rhino, se le rompió el traje y tuvo que pasar la noche zurciéndolo. Cosas así... los villanos siempre fueron monos genéricos cuyo único requisito era tener un disfraz colorido y un eventual razón para detestar a "El Aráncnido".

Menciono todo esto porque estaba la duda de cómo el Doctor Octopus de Alfred Molina se comparaba con el Green Goblin de Willem Defoe. Afortunadamente, como en la cinta anterior, se le dio una mayor complejidad al villano que la que poseía originalmente en el comic. Molina logra crear un personaje simpatético, que jamás aparece como detestable sino más bien víctima de un conflicto demente no muy distinto al de Spiderman. Hacia el final de la película, uno se va dando cuenta que realmente la victoria no se logra moliendo a golpes al monstruo con tentáculos de hierro: para héroe y villano, la lucha es de una naturaleza más interna y personal.

Para ejemplificar como Sam Raimi ha mejorado desde la película original (que me sigue pareciendo brillante, por cierto), me gustaría comentar sobre una escena clave en la cinta. Sucede justo después de una frenética secuencia de acción que involucra un vagón de metro fuera de control. De haber leído el guión, esta parte a la que me refiero me hubiera traído malos recuerdos de la única parte de la primer película que no me gusta: aquella en la que los neoyorkinos le empiezan a aventar basura al Green Goblin y le gritan "¡Si te metes con Nueva York, eres un terrorista!". Fue una escena tan cursi y chocante, que me dio miedo que algo de ese sentimiento nacionalista se hubiera colado en Spiderman 2. Pero la escena del vagón está tan bellamente ejecutada, que logra una resonancia emocional que simplemente conecta y toca un nervio, y responde de una vez por todas a la pregunta de por qué Spiderman se molesta en salvar a los miserables ciudadanos de Nueva York.

Me emocionó mucho esa escena, sobre todo porque pude observar una factura amorosa que supo administrar la dosis exacta para lograr emoción sin caer en el sentimentalismo. La cinta tiene muchos de estos momentos, que gracias a un imponente desarrollo de los personajes y sus problemáticas logran hacer eco en los que comprendan la fragilidad humana de todos los involucrados, pero sobre todo la del héroe.

Tiene un par de pequeñas fallas, sin embargo. Pese a que se utilizan relativamente poco, los efectos por computadora no son los mejores. En algunas instancias en las que los actores son reemplazados por modelos computarizados, existe una persistente ausencia de realismo. En corto, se ve tan falso como en Blade II o en Harry Potter and the Sorcerer Stone. Asimismo, se extrañó un elemento que sí estuvo presente en la primer cinta: los constantes chistes con los que Spiderman constantemente provoca y enfurece a sus adversarios. Supongo que ahora las peleas son tan furiosas, que no hubo buena oportunidad para meter un par de bromas entre las bofetadas.

No se me ocurre nada más negativo. Me acordé de más cosas positivas, eso sí. Ésta podría ser la cinta más Raimi-esca del director desde que entró a las grandes ligas. No sólo vuelven a aparecer Bruce Campbell y Ted Raimi, sino que en secuencias enteras llega a sacar todo su arsenal de acrobacias con la cámara, incluyendo una sala de operaciones que parece salida de Evil Dead II. Cuando aparece el Sam Raimi de antaño, se hace evidente una fuerza y energía maniática en las secuencias de acción que los imitadores de su estilo (Kitamura, you hack) jamás podrán replicar.

Me estoy dejando llevar, así que tomen esto con un poco de escepticismo. Yo estuve, desde el principio, irremediablemente predispuesto. Siempre se me enchina la piel y se me quiere salir la lágrima cada que Spiderman aparece columpiándose sobre las avenidas y brincando de edificio en edificio, porque me es difícil creer que una película haya capturado tan vívidamente tanta fantasía de niño que tuve, embriagado de tanto leer "El Asombroso Hombre Araña". Cuando supe exactamente la última línea de la cinta antes de que Kirsten Dunst la pronunciara, no me quedó duda de que Spiderman 2 ya tenía un lugar fijo en mi corazón. No digo más: fans y no fans, está película es bellísima, una cátedra avanzada de cine, y poco menos que un documento histórico. La película del año.
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¡Hoy, gran estreno!

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Antes de que se enojen conmigo

Hace mucho me llegué a preguntar si no existiría algún ingenioso programa que te indique si una persona te tiene bloqueada en el Messenger. Por flojera, quizá, no investigué debidamente el asunto. Hace una semana me enteré que es un programita muy común. También me enteré que se encuentra en manos de personas a las que he tenido bloqueadas por meses.

¿Por qué bloqueo gente y no simplemente las borro, que posiblemente sea lo más amable? Porque no puedo. Honestamente, cada que trato de eliminar a alguien de mi lista de contactos, invariablemente vuelve a aparecer cuando enciendo otra computadora, como la del trabajo. Aparecen "sin admisión". The hell. Después de muchos intentos, me di por vencido, y gente que no veo desde hace dos años sigue ahí, bloqueada.

Si llegas a descubrir que te tengo bloqueado, lector, no vayas a pensar que soy un hipócrita dos caras. Sólo quiere decir que no me pude deshacer de tí.
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Persona non grata

Por alguna razón, estoy despierto todavía, de mañana. Hace unos minutos, aconteció esta estampa:

Tocaron a la puerta. No quise abrir, porque sólo tenía puestos boxers y una playera manchada de salsa. No hizo falta: la puerta se abrió y entró mi tía, la que es mi vecina, saludando y esperándome a que le devolviera el saludo de beso.

Si he de hacer analogías: si yo soy Seinfeld, ella es Kramer. Si yo soy Flanders, ella es Homero. Una señora que siempre ha tratado de fregarnos, con una sonrisa. Desde defender a un hijo criminal que siempre se metía a robarnos cosas, hasta tratar de convencer a mis padres periódicamente de que nos mudáramos y le vendiéramos el terreno a ella para poner un taller mecánico. Por eso la tosca intrusión no me sorprendió, aunque maldije la hora en que decidí sentarme a la computadora.

"Hola mijo, cuánto tiempo que no te veía". Ah sí, para referencia, se parece a Ozzy Osbourne en el video de "Crazy Train". "Oye ¿está tu mamá?"

Le digo, amablemente: "No... salió a pagar la luz, creo".

"Ah, es que quería ver si me prestaba... ¿tú sabes dónde está la herramienta? Quería ver si me prestaba una talacha".

Yo ya estaba subiendo al cuarto de mis papás, donde se encuentra la caja de herramientas. No entendí el término ranchero, y le pregunté que qué era eso. El palo ese con picos... ah pos quién sabe si tengamos uno.

Dizque revisé el patio para ver si teníamos un za-pa-pi-cos. Zapapicos, señora, es el palo con dos picos. No había nada. Cuando le digo que si quiere volver más al rato y preguntarle a mi madre, la muy odiosa todavía me da sus razones:

"No... no, déjalo. Ya van a acabar [los albañiles que le están haciendo algo a su casa y no me han dejado dormir por un mes], pero no quería que agarraran el mío", y en este punto susurra, en complicidad, "porque esas cosas son para las matas, no para pegarle a la piedra. Pero bueno... ¡ya que se lo echen!". Y se echó a reir.

La sonrisa se me congeló en el rostro. La acompañé a la puerta, pero la señora todavía no tenía intención de irse.

"¿Que te casas?"

Sentí un respingo de cólera en la parte trasera de la cabeza. ¿No me estaba reclamando mi madre ayer que casi no le había platicado nada sobre la boda a nadie, ni siquiera a mi padre? ¿Cómo se vino a enterar ÉSTA, de entre todas las personas, que desde el principio dejé fuera de la fiesta intencionalmente?

Ni modo, activé VAGUE MODE.

"Pues... sí, en eso andamos. Hemos estado platicando y parece que sí, pero todavía no sabemos bien qué onda". Listo, suficiente información. Ahí está la puerta méndiga vie-

"Ah, y ¿para cuándo calculas que será, más o menos?"

¿Qué? ¿WHA? ¿Por qué me pregunta eso? ¿Acaso teme no estar lista para el gran día?

"Pues... todavía no hemos hablado bien... pero parece ser que a fin de año..."

Cuando vio que ya no le iba a decir nada más, me agradeció de todos modos que no le hubiera podido prestar un talache que arruinar. "Tan grande que ya estás... ¡y yo que te conozco desde tan chiquito!". Y se fue.

Le di un puñetazo a la pared.

Ella no va estar en mi boda. Ya había platicado con varios sobre lo pequeña que va a ser la ceremonia, y que no queremos invitar al resto de las familias para que no hubiera pleitos de "lo invitaste a él y no a mi", y así todos quedaran igual de ofendidos. Pero esta ruca es especial. Sé que se va a retorcer cuando se canse de esperar la invitación... y seguro la va a tomar contra mi papá. Pero no me importa. Hasta me dio gusto ver su descaro... mencionarme el asunto antes de que yo se lo comentara... echarme en cara que me conoce desde siempre... Tachándola de la lista de invitados, hago efectiva una venganza desde hace mucho tiempo esperada.

Y ya que estamos en esto, ¿qué onda con la gente que, en cuanto se entera del evento, se autoinvita? "¿Te casas? ¡Qué emoción! ¿Me vas a invitar, verdad?" Bueno, eso le pasa casi siempre a Sara; yo no le comento el asunto a nadie. Qué huevos de la gente. ¿Qué les hace pensar que los queremos en nuestra boda? ¿Están tan seguros de que los tenemos en tan alta estima? ¿Creen acaso que nos están haciendo un favor, regalándonos su bendita presencia?

FUCK PEOPLE. Casarme con Sara no sólo cumplirá mi muy anhelado sueño de casarme con Sara, sino que espero me dé el beneficio de ofender a docenas de personas que se merecen todo el repudio posible.

Dios. Disculpen la ponzoña. Esta bruja de vecina me pone así.
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