Battletoads

El día de navidad de no se qué año, pero uno en que yo era todavía un impúber, me desperté con la esperanza de encontrar bajo el árbol el cartucho de NES Battletoads, distribuido por Tradewest y programado por Rare (antes Ultimate Play the Game, luego creadores de Donkey Kong Country, luego productores de aciertos y fracasos en el N64, y finalmente Microsoft's bitches). En vez de eso me dieron una patineta. Armé un berrinche... Sólo hasta unos años después comprendí lo terrible que es para los padres comprar algo tan oscuro como un videojuego. Pero ese día nada me importaba. Fue la peor navidad de mi vida, pensaba.

La peor navidad para otras personas es porque se muere su padre o porque no tienen dinero para comprar un pino. Pero mis padres me entendieron y llevaron a su hijo ingrato al día siguiente a buscar Battletoads. Lo encontré en el Puente del Papa, creo que costaba 100 pesos. Después de eso me reconcilié con la patineta, y el día que unos güerquillos de la cuadra la rompieron por accidente fue como si se hubiera muerto mi perro. Fue el peor 12 de octubre, ever.

Imagino que Battletoads era una especie de respuesta a TMNT, con tres batracios en lugar de cuatro tortugas. Yo adoraba las tortugas ninja, así que la conexión subconsciente no fue muy difícil. Yo solía ser un puppet de la mercadotecnia en ese entonces. Chabelo era mi cuate, por los comerciales de juguetes. Pero era un buen juego. Casi todos los niveles eran distintos, con mecánicas de juego bastante originales. También era hard as nails. Básicamente sólo para mencionar eso empecé este post: Battletoads es la joda de una vida. No hubiera podido llegar a la mitad del juego sin la guía de Club Nintendo (curioso como llegué a depender de esa revista, para luego aborrecerla); y, si he de confesarlo, jamás lo terminé. Eran aquellos tiempos en los que sólo te daban tres vidas y tres continues para terminar todo el juego. Y así era la vida en ese entonces: difícil.

Antes de que fuera de mi propiedad privada ya había rentado el juego tres veces. Eso era entonces, cuando la renta no me parecía una aberración. Desde la primera vez que lo renté, el nivel 3 de Battletoads fue la cúspide de todas mis hablidades como jugador. Fue mi peak. Había que manejar una navecita en zigzag, de arriba a abajo, tratando de evitar unos bloques en el camino. Pero a los 10 bloques empezaba a acelerar y luego seguía a una velocidad increíble, y había que evitar los bloques con micromovimientos del pulgar, arriba, abajoarribaabajoaribaarriba... Llegaba un momento en el que dejabas de parpadear, de respirar, el corazón se detenía, y sólo veías el blur de los colores pasar por la pantalla. Como el final de 2001.

I can't do that anymore. Invertir tantas horas requiere una paciencia y un tiempo que no tengo ni quiero tener. No estoy solo: los comentarios que he llegado a escuchar de Battletoads no varían de que era el juego más difícil de la historia. y muchos no creen que haya nada más después del nivel 3. Después de ese juego seguí jugando mucho y bastante bien, pero con Battletoads in Battlemaniacs, la versión de Super NES, empecé a mostrar signos de que lo mejor había quedado atrás. O de que simplemente ya me había convertido en un jugador arriba del promedio, sin la actitud obsesiva-compulsiva de mis años de NES. No pasé del nivel 3.

Creo que juegos así ya no existen. Konami en el PS impuso la moda de los juegos bonitos, cortos y fáciles, juegos geriátricos que desperdician el potencial de los niños. Si de hecho, muchos niños no creen que existía nada antes del Playstation, la verdad no creo que jamás hayan sido retados verdaderamente.

A por cierto, mientras estaba tratando de acordarme de todo sobre este juego, por fin entendí el nombre de los tres sapos: Zit, Rash y Pimple. Duh. Ah, y también recordé que hace como 6 años apareció una caricatura horrible, esperpéntica, donde tres orates se convertían en los Battletoads. ...>_<...