Stacy

¡Gore! Stacy no resultó tan mala como me habían dicho. La premisa no daba para mucho; se trata de una party movie sin demasiadas pretensiones. Pero al final la película se movía en direcciones de verdad macabras, y no sólo por toda la carnicería en pantalla.

A ver si no se me escapa nada: en el futuro no muy lejano una especie de virus ataca a todas las adolescentes provocándoles el síndorme Near Death Happiness, en el que después de un breve periodo en el que lucen bellísimas y felices, mueren. El problema: casi inmediatamente después de morir reviven como zombies, llamados Stacy, que se comportan a la manera clásica, mordiendo y desgarrando al vivo más próximo.

La película inicia 10 años después de que empieza la epidemia, y la sociedad se ha acostumbrado a la poca expectativa de vida de las chavitas. Existe un escuadrón gubernamntal llamado Romero Rekill Troop, que se encarga de descuartizar a las Stacies en "165 partes" si los familiares de la difunta no pudieran con el paquete. Un informercial presenta a una modelo vestida de conejita ennumerando las cualidades de la sierra eléctrica "Blues Campbell Right Hand 2", ideal para destazar adolescentes. Además, las chicas parecen haber aceptado que en cuanto cumplan 16 o 17 se convertirán en zombies, y planean elaboradamente la manera en que serán "rematadas", ya sea por un familiar, un amigo, o pagando por que una celebridad haga el trabajo.

En este escenario se desarrollan varias historias paralelas: un fabricante de marionetas que hace un acuerdo con una chica en estado Near Death Happiness para aliviar la soledad del primero y ocuparse del rekilling de la segunda; un escuadrón rekilling pirata formado por tres jóvenes mercenarias cuyo ídolo es Drew Barrymore; un joven que se enlista al Romero Rekill Troop para calmar remordimientos y rescatar a una Stacy muy especial; su amigo, quien también se alista para tener un trabajo fijo pero que no puede soportar la realidad de las Stacies y enloquece, desatando la masacre final; una dura integrante del Romero team, quien disfruta dispararle a mujeres más jóvenes que ella; y un excéntrico científico que hace grotescos experimentos con las Stacies y finalmente descubre el secreto detrás de la epidemia.

Es posible que todo lo anterior suene mejor de lo que realmente es, pero por el intento no queda. Con poco presupuesto y grabada digitalmente, la película hace milagros en su afán de entretener, pero también se tropieza con su general entusiasmo por anteriores cintas del género. Las referencias no son nada sutiles, y de hecho la primera parte de la película tiene una atmósfera horror fan boyista que llega a distraer. En gran medida, la cinta es una parodia y tiene sus fuertes dosis de camp y humor. Pero más allá de los homenajes permanece un fiero ataque a la cultura pop japonesa, una revisión a la abstracción que es la schoolgirl, y, conforme se acerca el final, un dejo de desesperanza que toca fondo dependiendo de la aceptación de las respuestas que da el filme. Mientras que al final la película supuestamente termina en una nota positiva, más de uno se sentirá abrumado y/o deprimido por el destino de todos los personajes.

Resulta en términos generales una mala película, sobre todo por algunas partes que realmente se sienten innecesarias (como la escena donde un escuadrón de Rekillers se echa a llorar) pero gana puntos considerables por la cantidad de vísceras en pantalla. Aunque van dosificadas en pocas cantidades hasta el grotesco clímax, las escenas de gore resultan un cambio muy agradecido de la corriente sanitizada de las cintas de terror americanas: estamos hablando de un manual italiano de masacre y evisceración, con un poco de inventiva japonesa añadida a la mezcla. Le otorga un fuerte punch que de otra manera no tendría, y establece a Stacy como 80 minutos bastante entretenidos.