Had you been there tonight you might know how it feels
to be struck to the bone in a moment of breathless delight.




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Wonderful Days

Ah, Corea del Sur. Tierra de conocedores de cine. Nos dieron gemas tan bellas como My Sassy Girl, Shiri y Musa. Es también el único pueblo que hace del ir al cine una experiencia cerebral, no que Estados Unidos. Los coreanos tendrán sus gustos específicos, pero saben apreciar el buen cine.

Esto resulta dolorosamente evidente en la taquilla de Wonderful Days. Cuando vimos los primeros trailers en Internet, nos quedamos tirando baba. Que maravillosa se veía, que fastuosidad. Pero algo tienen los coreanos con la ciencia ficción, y es que de plano no les sale. La catástrofe que fue Resurrection of the Little Match Girl debió haber sido una clara advertencia; no por nada llevó a su estudio a la bancarrota. Y no es que ambas películas sean malas, sino que caen en el peor pecado que una cinta puede incurrir: resultan... algo... aburridas.

Una oportunidad perdida, desperdiciada, eso es lo que es Wonderful Days. Es como si hubieran llegado tan lejos para tener la tecnología suficiente para crear una obra épica, y luego se decidieran por hacer un churrote gringo. La película es impresionante en casi todos los departamentos: animación, efectos, música... pero la historia deja demasiado que desear.

En pocas palabras: la Tierra alcanzó niveles de contaminación tal altos que se edificó una ciudad para que ciudadanos selectos residieran bajo techo. La construcción, llamada Ecoban, también generaba energía reciclando la contaminación, lo que llevó a la producción de nueva polución para sustentar la ciudad, mientras que el resto de los terrestres vivían miserablemente en un mundo que ya no conoce el sol. Al mismo tiempo que los dirigentes de esta ciudad buscan eliminar varias poblaciones externas para crear más contaminación, un grupo de rebeldes intenta infiltrarse para terminar con la oscuridad eterna en la que viven. Uno de los rebeldes, Suha, fue explusado de Ecoban cuando era niño; cuando se encuentra con Jay, su antigua compañera de juegos y presente miembro de seguridad de Ecoban, desata un dilema moral para ella, quien debe decidir entre Suha y el bien del exterior, u obedecer a su superior y pretendiente, el jefe de seguridad, Simon.

Wonderful Days mezcla el setting de Battle Angel Alita (una élite viviendo en una ciudad palaciega mientras el resto vive en wastelands) con un mediocre triángulo amoroso y una Resistencia revoltosa sacada de Akira u Osamu Tezuka's Metropolis. Para mi sorpresa, duraba sólo 90 minutos, así que no daba mucho tiempo para que la película se tornara insoportablemente aburrida. Pero Wonderful Days necesitaba esos, no sé, 30 minutos para llenar todos los huecos que hacen a la historia poco interesante. Hay un par de escenas muy, muy logradas, como la inflitración de los rebeldes a la ciudad prohibida, y su consecuente masacre. Pero por lo descuidado de la narrativa estas piezas carecen de cualquier resonancia emocional que quisieran transmitir. Incluso el trailer (que lo admito, fue lo que me enganchó en primer lugar) es más emocionante que toda la película.

La animación es exquisita. Se trata de una mezcla de elementos reales, CGI y animación tradicional, y el efecto tiene bastante impacto, aunque a veces traiga vagos recuerdo de experimentos tan horribles como Titan A.E. Pero se trata de un esfuerzo visual con mucha clase, lo que hace más imperdonable que se hayan desperdiciado thatas horas de trabajo en una historia sin alma u originalidad.

Si vemos ejemplos anteriores de cintas animadas de ciencia ficción, salta a la vista que tuvieron éxito no sólo por su ambientación, sino porque explotaban la posibilidades narrativas de ésta. Ghost in the Shell, algunas piezas de Animatrix y Metropolis fueron filmes importantes porque exploraban las ramificaciones de una Inteligencia Artificial más humana que los humanos, por ejemplo. Akira tenía de todo, desde la responsabilidad del poder, la decadencia social de Japón y el poder del mito. Incluso la propia cinta de acción coreana 2009 Lost Memories tuvo éxito gracias a su problemática eminentemente coreana. ¿Por qué, entonces, malgastar tanta producción en una historia tan llana, vacía y mediocre?

Queda entonces la cinta como un recordatorio del potencial del resto de Asia para romper con los paradigmas establecidos por la animación japonesa, pero también como uno de los mayores tropiezos de la casi siempre estelar industria fílmica coreana. Éste es el trailer que cautivó a medio mundo a finales del año pasado (ojo: está grande. La versión mini está aquí). La cinta se estrenó a principios del 2003, y no tardó nada en salir en dvd; así de mal le fue. El trailer sigue siendo una maravilla, sin embargo. Un atisbo de lo que pudo ser y no fue.

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