Had you been there tonight you might know how it feels
to be struck to the bone in a moment of breathless delight.




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X Japan: The Last Live

Kurenai es el nombre de una de sus canciones. The Ballad Collection lo tomé del nombre de uno de sus discos (entre otras cosas). Cuando me muera, quiero que se escuche la versión larga de "Tears" en mi funeral.

X Japan no es para todos los gustos, pero decir que es mi banda favorita es quedarse muy, muy corto. Estoy absolutamente enamorado de su música, que fácilmente se mueve del speed metal a las baladas más dulzonas. Sus cinco discos me parecen perfectos, cada uno mejor que el anterior. Desgraciadamente, los conocí cuando ya habían ido y venido. De hecho, para cuando escuché su último disco, el excelente Dhalia, ya llevaban varios años de haberse desintegrado.

Sara antier me dio la sorpresa de mi vida al regalarme el dvd del último concierto de la banda, The Last Live. Lanzado el 29 de marzo del 2002, yo siempre había salivado ante la idea de algún día ordenarlo de Japón, pero los 80 dólares que costaba siempre me frenaban. Mucho dinero para gastarlo en un solo dvd. Y aún así, cada que ponía los mp3s me volvían las ganas de ver el último concierto de estos muchachos, que según tenía entendido fue de lo más emotivo.

Pues ya, Sara tiene un lugar en la historia de las mejores novias de la historia, y yo pude ver la última presentación de la banda en el Tokyo Dome. Repartido en dos discos, se parece mucho mucho al concierto del dvd Dhalia Live Tour 1996, con casi el mismo setlist y aproximadamente la misma duración, sólo que con mucha mejor calidad en audio y video (Dhalia venía sólo en un disco). ¿La mayor diferencia? La lloradera. No jugaban cuando decían que era muy emotivo: tanto para los fans como para la banda, el concierto fue una experiencia emocional abolutamente inigualable.

Lo más espectacular de X Japan es su capacidad de sonar 200% mejor en vivo que en sus discos. De por sí Toshi, el vocalista, alcanza registros muy difíciles en el estudio, es increíble ver cómo no se desgañita con canciones como "X" o "Dhalia", o cómo duplica casi a la perfección sus inflecciones en baladas como "Crucify my love" o "Endless Rain". Nah, olviden eso; simplemente las lleva a otro nivel.

A cada momento, realmente parece que todo es playback. Pero salvo las piezas orquestradas, todo es puro músculo y precisión. Yoshiki batiendo los tambores frenéticamente y marcando el ritmo perfecto, Hide volando por la guitarra casi con los ojos cerrados. Heath y Pata, los menos notorios, siempre firmes como rocas en el bajo y la guitarra, respectivamente, recogiendo la estafeta cuando Hide se va a echar maromas por ahí. No soy crítico de música como para medirme en mis alucines, pero todo funcionaba con tal destreza y emoción que está de no creerse. El metal sí que puede sonar limpio como el cristal.

"Dhalia", en particular, es memorable. Quizá la canción que mejor ejemplifica la fusión entre orquesta y metal que los caracteriza; desesperadamente rítmica, es una canción que parece imposible reproducir en vivo, pero al mismo tiempo pide a gritos ser tocada en una arena. Todo suena perfecto y no se siente rigidez alguna por las grabaciones de orquesta, y hasta les da espacio para improvisar. "Kurenai" es sólo una buena canción en Vanishing Vision, pero cobra tremenda energía en vivo. La siguen casi inmediatamente con "Orgasm", que transforman en un largo intercambio con la audiencia, sin que por eso la canción pierda fuerza en ningún momento.

Lo más extraño del paquete es que están ausentes creo al menos tres canciones del final, en especial "The Last Song". Escrita por Yoshiki con motivo del concierto (duh), resulta una melodía muy sencilla, en su mayor parte hablada, a excepción de un memorable coro. Es una pena no encontrarla aquí. Esto casi se compensa con la única canción que no estaba también en Dhalia Tour 1996, "Longing". Tampoco hay una versión de "Tears" en vivo (>_<), pero los créditos finales aparecen con la versión "perfecta" de la canción, con esa maravillosa parte instrumental que sigue y sigue hasta el final. Pure bliss.

¿El gran momento? Así como en Dhalia fue el enorme lapso en el que todo el domo cantaba el coro de "Endless Rain" por cerca de 8 ó 9 minutos, en The Last Live es cuando a Toshi se le quiebra la voz casi al principio de "Forever Love" y abraza a Yoshiki. El líder no quería ver a su vocalista irse, y Toshi no quería lastimar a su amigo de la infancia. Pero el último show debía seguir....

¿Qué más puedo decir? Me encanta este concierto. Me encanta esta banda. Se despidieron en plena forma, cuando podían balancear sin problemas la experimentación con la excelencia. The Last Live es un bello documento del último encuentro entre la banda de heavy metal más sentimental del mundo y sus fans en Tokio. Cualquier posiblidad de reunión quedó demolida con el suicidio de Hide 3 meses después del concierto, en mayo de 1998.

Toshi sigue haciendo algunas cosas como solista y Yoshiki hasta hace poco se recuperó de la muerte de su guitarrista y prosigue con un proyecto llamado Violet UK. Pata y Heath formaron una banda muy buena llama Dope Headz, pero sin mucha relación con lo que hacían antes. Juntos fueron grandes, y crearon bella música en el tiempo que duró X Japan.

Gracias otra vez, Sara.

love everlasting fades away
alive within your beatless heart
dry your tears
with love


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