Had you been there tonight you might know how it feels
to be struck to the bone in a moment of breathless delight.




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Ahora necesito más juegos de Gamecube

Acabo de escuchar la canción que me ha hecho retomar el proyecto de Video Game Selections Vol. 2. En el soundtrack de Lost Child, un juego que creo que sigue en desarrollo, Saitama Saishuu Heiki destruye cualquier posibilidad de que el juego sea remotamente tan bueno como el track 5, "Relieve". Si es, dios, juro que este es uno de los mejores juegos habidos o por haber.

El jueves pasado terminé Deus Ex: Invisible War. Esa noche llegó Fer a quedarse a dormir. De no haberlo terminado, hubiera sido una situación como aquella de cuando estaba muy chico y fui a la casa de un amigo de mi papá. Yo consideraba al hijo de este señor el niño más feliz del universo, porque tenía una montaña de juguetes en un rincón de su casa (literalmente), incluyendo docenas de figuras de Star Wars de Kenner. No sólo eso, sino que ese hogar tenía una impecable colección de juegos de Atari 2600, todos en sus cajas, en un librero al lado de la tele. Yo no sabía para donde voltear, si hacia el muñeco de dos metros de Hulk o, leer, torciendo la cabeza, los títulos de los juegos que descansaban elegantemente en el mueble. Cuando el niño me preguntó a qué quería jugar, tímidamente señalé a los juegos del 2600. Axel (se llamaba Axel; Beverly Hills Cop al ataque) hizo una mueca como de hastío y me dijo que no, que qué flojera. Me convenció de que mejor jugaramos con su entretenimiento du jour, una resortera.

Una resortera. Le descompuse su cochina hulera antes de irme, y aunque fue por accidente, no me sentí del todo mal por ello.

Osea, lo mismo. Yo ya tenía en mis manos Ninja Gaiden y 007 Everything or Nothing, pero estaba completamente obsesionado con Deus Ex 2. No que sea un juego malo o muy viejo, pero definitivamente no es lo in en estos días. De hecho, para ser uno de los juegos más esperados por Xbox Magazine y EGM, su lanzamiento pasó más bien desapercibido. Fue uno de los juegos que pedí que me instalaran en el disco duro cuando le aumenté la capacidad a 80 gigas. En ese entonces, lo jugué media hora y no lo volví a agarrar... como por tres meses.

Mientras le instalaba videos de preview al UnleashX, mi nuevo dashboard, le puse mucha atención al de Deus Ex 2. Creo que acababa de terminar de sacarle todo al Mario Kart de Gamecube, y no tenía una particular inclinación hacia ningún juego. Qué diablos. Vamos a seguirle.

La siguiente semana me la pasé absorto en la historia de ciencia ficción del RPG de Warren Spector, y puedo decir con seguridad que, pese a sus fuertes fallas, pude ver en Invisible War un poco de la dirección que me gustaría que tomaran los juegos en lo futuro.

Reseña analítica y aburrida pronto, si es que no termino Ninja Gaiden antes.

Siguiendo con lo de los video previews para UnleashX, como no encontraba material decente para poner de intro a los emuladores, me puse a buscar comerciales de viejos juegos de Sega Genesis, Turbo Grafx 16, y demás. Resultó bastante adictivo, y acabé consiguiendo cerca de 70 comerciales. Aquí algunas impresiones de los más notables:

No me agrada el tagline de este comercial para Mario and Luigi Superstar Saga: "After a twenty year sibling rivalry, Mario and Luigi team up in their most ridiculous adventure ever". Primero, nunca ha existido tal rivalidad, y de hecho Luigi fue inexistente para Nintendo por mucho tiempo hasta que decidieron colocarlo en uno de sus primeros títulos para Gamecube, Luigi's Mansion. Segundo, Superstar Saga no tiene nada de ridículo: es uno de los juegos más adorables que Nintendo ha lanzado en mucho tiempo.

Y aún así, el comercial es muy tierno y gracioso. Es un montaje de "home movies" de 8mm, similar al inicio de The Wonder Years, en la que el pequeño Mario (con todo y bigote, obviamente) le hace la vida imposible a su hermano menor. Le destruye su castillo de arena, le pega su helado en la frente, lo salpica en la alberca, etc. Al final dicen esa tarugada del "sibling rivalry", pero para ese entonces la sonrisa a uno no se la quita nadie.

Wario Ware Inc. es otro de los juegos que han estado ocupando un poco de mi tiempo estos días, y ha sido el juego con el que he tratado de llenar el vacío que nos dejaría la ausencia del Mario Kart. Pero el juego es demasiado cardiaco para Sara... y creo que para mi también, un poco. El comercial japonés es genial, porque ponen una cámara en un cuartito y graban las expresiones de gente al azar mientras juegan alguno de los 200 microjuegos contenidos en el cartucho. La reacción de la niña al juego de picar la nariz es tan cute.

Este comercial nos movió el tapete a todos los fans de Space Channel 5. Anuncia toallas sanitarias, pero para indicar cómo se amoldan al cuerpo de la mujer, utilizan un modelo transparente de una imitación de Ulala, que termina en una secuencia de baile similar a las del juego de United Game Arists. Nótese que no es Ulala: sólo una imitación muy convincente.

Gráfico, sí, y extraño, proveniendo de Japón. Me pregunto si realmente chavitas se decidieron por el producto por la vaga relación con SC5.

Ah... recuerdos. Las campañas de Sega y Nintendo de por ahí de 1993 fueron algunas de las más perversas y descarnadas de las que tengo memoria, si bien muchos de esos comerciales nunca llegaron para acá (en México siempre dominó Nintendo, gracias). En este comercial, Sega presume del "Blast Processing" del Genesis, y compara la velocidad que brinda a la consola con un auto de carreras. Mientras que cuando le toca el turno al Super Nintendo, aparece Super Mario Kart en una televisión de abuelita, amarrada a una carcacha que apensa si se mueve. ¡Ouch! Lo más gracioso es que era cierto: el Genesis era mucho más rápido para procesar información, aunque el Super tenía más memoria y podía manejar más colores a la vez.

Finalmente, el comercial que más me gustó, por incomprensible y desquiciado, fue uno de MacDonalds, en el que licencias de Sony aparecían para promocionar unos paquetes de hamburguesas y unos postres. Empezaba con unos niños que se encuentran con Parappa en falda hawaiiana, luego con un gato blanco del que no estoy seguro de dónde sale, y que no pueden empujar en una bicicleta; luego pasa a toda velocidad un Chocobo, con el look de Chocobo's Mysterious Dungeon. Para rematar, una estampida de monos del fabuloso Ape Escape aparece de la nada al lado de los niños, tratando de rebasarlos para llegar al McDonalds. Absolutamnte fascinante.

Trivia: Ape Escape fue el primer juego de consolas que Sara jugó en mi presencia. Fue un cumpleaños memorable para mí.

A Sara le dije que se había ganado un espacio en el blog por hacer un atinado chiste sobre un tipo que iba por la calle que parecía que iba vestido como el capitán Kirk. Pero de todas maneras iba a mencionar que se portó muy classy de nueva cuenta, ya que aunque no le pedí nada ahora que fue a Matamoros, me trajo un montón de detalles bastante colosales. Aparte de mis tradicionales snacks (Gummy worms, Frosted Flakes, Teddy Grahams), me regaló una herramienta para que mi café ya no sepa feo como pecar en domingo (ciertamente, cuando quiero preparar un café lo que finalmente sale es agua de trapeador), por lo que le agradezco la ayuda. Me trajo también la Electronic Gaming Monthly de este mes, la cual contiene tanta información compleja de Metal Gear Solid 3 que ya me siento inepto antes de haberlo jugado. Intimidante. Me trajo también un paquete de dvd+r's, para llevar a cabo mi plan de respaldar muchas cosas que tengo en el xbox y así liberar espacio, que ya me queda muy poco.

Finalmente, lo que más me gustó de todo fue esto: un mini estuche para guardar los juegos del Gamecube. Aunque en teoría yo no tendría muchos usos para él, ya que es raro que me lleve el Cubo o sus juegos fuera, ahorra infinidad de espacio (bien podría guardar los estuches en una caja y semi-olvidarme de ellos) y hasta tiene un compartimento para guardar la tarjeta de memoria. I love it. Pero justamente, le voy a dar un buen uso próximamente, porque descubrí que cuando le regresé a Fer el Mario Kart, el disco se había quedado dentro de mi Gamecube. ¡¡¡Sorry bro!!! Te lo llevo en la despedida de soltero de Óscar, si es que se arma.

De hecho, me llevaré todos mis juegos de Gamecube... con estilo.


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