Sábado
Sábado aburrido: un pequeño post, porque sé que es agradable ver algo nuevo en los blogs de la gente.
Hace un par de horas el corazón se me quería salir del cuerpo, ahora no por la salsa de Las Alitas, sino porque estaba terminando
Ninja Gaiden. Al final se pone ridículamnte difícil, pero para ese punto yo ya era ridículamente hábil, así que acabó siendo un reto bastante satisfactorio. Primero, la euforia. Nunca me sentí con más confianza como jugador. Primero
Viewtiful Joe, ahora esto. Estoy terminando juegos que hacen llorar a la mayoría. Luego, el vacío.
Ninja Gaiden había estado ocupando cada momento de ocio por varias semanas, y no se me había ocurrido pensar en lo que iba a jugar a continuación. Quizá
Everything or Nothing, o
Metal Arms.
Supongo que esperaba que para estos días ya me hubiese llegado el Playstation 2. Tenía la idea de pasar el fin de semana probándolo. Ni modo.
Ahorita no sé qué hacer... creo que voy a sacar los vhs que me prestaron de
Star Wars. Hace poco me di cuenta de que nunca me he sentado a ver ninguna de las tres películas originales, y que todo lo que sé sobre ellas lo he obtenido a través de dos décadas de ósmosis cultural. Vamos a ver por qué les hacen tanta fiesta.
Si algún día vuelvo a tener dinero de sobra, compraré el original del
Ninja Gaiden. Me dan muchas ganas de jugarlo con los diálogos en japonés.