Schadenfreude

Era la noche de la final de futbol mexicano, entre Rayados y Pumas. Las Alitas de Alfonso Reyes se veía lleno. Lleno de subnormales, por el ruido que hacían. Nos abre la chica y lo primero que nos dice:

"Por el momento no tenemos mesas".

Y se quedó callada. Siguió un breve silencio incómodo, mientras esperábamos que nos pidiera nuestros nombres en lo que se desocupaba una mesa. Al final lo dijo, casi por obligación, pero ya todos los involucrados sabíamos que era una venta perdida. Nos fuimos al Carl's Junior de enfrente.

Mientras me comía una Swiss Bacon con papas y Pepsi, vi el juego. Al principio sin mucho interés, pero después ya no le quitaba los ojos de encima. Porque en canal 2 tuvieron a bien, cada 4 ó 5 minutos, mostrar imágenes de la afición rayada. Y para mí, era como un blooper reel. ¿Recuerdan la reacción de los sectarios cuando Jet Li mata al sacerdote del culto en Once upon a Time in China II? Bueno, pues igual. Llorando, babeando, rasgándose la ropa. Cantando algo mientras se sorbían los mocos (wtf were they singing??). Como si hubieran violado y matado a una mujer y luego hubieran descubierto que era su madre. No sé, no se me ocurre algo más trágico.

Ése es el final de Fuga hacia la muerte, también, así que no es taaan improbable.