Had you been there tonight you might know how it feels
to be struck to the bone in a moment of breathless delight.




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Falling sun


Ayer, mientras Sara y yo veíamos en la cama El Chavo antes de dormir, pasaron el comercial de Lore Lore, un programa infantil local. No estaba poniendo demasiada atención, pero vagamente me di cuenta de que en una parte, en la que los personajes estan correteando muy felices en fila india por un parque, el que tenía un disfraz de sol da un mal paso, un traspiés... algo. Repito, no lo vi claramente, y me propuse poner más atención la próxima vez que lo pasaran.

Hoy, mientras en el baño aplicaba la pasta de dientes en el cepillo, escuché que empezaba el comercial. Me paré en la puerta del cuarto y le dije a Sara: "mira, parece que la flor se tropieza". Esperamos ese momento y entonces lo vi claramente.

No fue un tropiezo, después de todo: al parecer, la persona dentro del disfraz empezó a perder el equilibrio hacia la derecha tratando de alcanzar a sus compañeros en la corretiza, y en el esfuerzo por enderezarse, se le voltea todo el disfraz hacia atrás. Esta maniobra de pocos segundos resulta una heróica lucha del individuo para no caer derrumbado por el peso del disfraz y además poder seguir corriendo. Usando todas las fibras de su ser para mantenerse sobre sus dos pies, el solecito vuelve a adelantar su cuerpo y sigue corriendo como si nada.

No sé que fue lo que pasó a continuación.

Primero comenzó como una risa sana, pero después ya no pude contenerme y empecé a reir a carcajadas. Me regresé al baño y traté de cepillarme los dientes, pero no podía cerrar la boca y me la pasaba escupiendo agua y espuma. Me lavo los dientes con un cepillo nuevo de cerdas duras, y por los espasmos de risa me estaba apuñalando las encías. Me abracé al lavabo, la cara amoratada, lágrimas corriendo, sangre espumosa escurriendo de mi boca... y por Dios que no podía dejar de reir. Hubo un par de segundos en el que me asusté de verdad, porque me empezó a faltar el aire y ya no parecía tener control de las carcajadas. Ya hasta se me había olvidado de qué me estaba riendo, pero el sólo hecho de estar riendo con tanta fuerza me daba más risa todavía. Todo esto duró cerca de dos o tres minutos. Gradualmente dejé de reir, hasta que me pude limpiar la boca, me sequé las lágrimas y por fin regresé a la cama. Encontré a Sara, comprensiblemente, aterrorizada.

Lore Lore se transmite martes y jueves a las tres de la tarde, por el canal 2 de Monterrey.

1 Comments:

Que locura, hay sicólogos para eso sabes.

By Anonymous Anonymous, at 9:29 pm  

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