The End... (or is it?)
El 27 de febrero del 2005 terminé de leer
The Wind-up bird chronicle, de Haruki Murakami (debería poder llamarle por su nombre en español, puesto que es un libro japonés, pero "Crónica del pájaro que da cuerda al mundo" es un título demasiado imbécil, demasiado condescendiente). Es un buen libro. Me recordó un poco a
Paranoia Agent, mi miniserie de TV favorita, pues ambas tratan situaciones psicológicas extrapolándolas a un nivel literal, palpable. En
Paranoia Agent, por ejemplo, Tokio es arrasado por el pesar de sus habitantes,
literalmente. Al final sólo quedan escombros. En
Wind-up bird, el protagonista busca rescatar a su esposa de un peligro invisible, que existe dentro de ella, y para ello pasa días en una noria aferrándose a un bat de béisbol.
Ese tipo de historias no son para todos, empero.
Este 27 de febrero también terminé
Metal Gear, el original de MSX. Es un juego con un diseño bastante original, quizá sobrepasado en su tiempo sólo por
Bionic Commando. No lo jugué para buscar respuestas después de
Snake Eater, sólo quería tener la experiencia completa antes de seguir mis reflexiones sobre la serie. En 1987, los videojuegos se juzgaban por su mecánica, no por su narrativa; aún así, tiene un par de trucos muy interesantes. Las 8 llaves electrónicas, por ejemplo, son un elemento que me extraña que Hideo Kojima no haya vuelto a utilizar. En un cuarto lleno de gas, cuando te tienes que quitar la máscara para utilizar una llave en específico, resulta emocionante ir descartando todas las llaves hasta llegar a la correcta, puesto que cada intento te va restando un poco más de energía.
Intrigado por la figura de Big Boss, yo estaba interesado en ver cuál era la imagen que presentaba en ese entonces, en comparación a la que se dió a conocer en el 2004. Como lo esperaba, no es mucho más que la de un comandante que por
alguna razón perdió la razón. Mmh. Y que aparentemente sobrevive a la destrucción de Outer Heaven. Toda esta información viene en documentos en
Metal Gear Solid 2: Substance, pero es preferible conocer los hechos de primera mano, ¿no?
Sigue
Metal Gear 2: Solid Snake, del cuál no se demasiado, salvo que es un juego más ambicioso que el original. Por el momento, voy a seguir alternando entre
Resident Evil 4 (que creo que voy a tener que devolver pronto a mi hermano) y
Snatcher, otro juego de Kojima para Sega CD. Rock on.