Now leaving bat country
Hasta ese momento, escribir para un periódico parecía el oficio más gris del mundo. Todavía lo es. Pero cuando descubrí el llamdo Nuevo Periodismo, quedé enganchado. Tomé la especialidad de periodismo en la carrera, creyendo que ahí me darían un norte para atacar a este maravilloso descubrimiento. En vano, debo añadir. La realidad es que el periodismo en México está años luz atrás de algo semejante al periodismo interpretativo.
Pero el intenso enamoramiento que viví con el género me marcó de manera permanente. Supe que no podría hablar de las cosas que aprecio, como el cine y los videojuegos, de una manera objetiva, sin que me sintiera culpable por ello. Comencé a manchar mis reseñas con mi presencia, a sabiendas de que alienaba a medio mundo por la bizarra técnica, y a la otra mitad por mi personalidad desagradable. Pero ya no pude sacudirme la noción de que en algún lugar, este contar a través de mis ojos es reconocido como algo más que basura subjetiva.
Y todo se lo debo a Hunter S. Thompson. Descanse en paz.