Had you been there tonight you might know how it feels
to be struck to the bone in a moment of breathless delight.




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Dolores Claiborne, por alguna razón

 
Ayer, mientras hacíamos hot-dogs, me acordé vívidamente de Dolores Claiborne. Justo cuando le estaba poniendo la mayonesa a los panes recordé un pequeño incidente que había sucedido el día anterior, en el que el orden de los ingredientes de una torta había sido un factor para que yo intercambiara los que eran para mí por los de Sara, para su completa confusión. Tengo la creencia de que en algunos platillos (si no es que en la mayoría) el orden de los factores sí altera el producto, aunque en realidad si no queda el aguacate pegado al tomate no voy a armar un berrinche. Es, simplemente, una preferencia. Y al que diga que al final todo se viene a revolver en el estómago, lo invito a tomarse tres cucharadas de chocolate en polvo seguidas de un vaso de leche.

Esta atención al detalle en la preparación de bocadillos rudimentarios (que es peculiar, no lo niego) siempre me recuerda con fuerza el cuidado con el que Dolores le prepara el sandwich a Joe, su esposo, cerca de la mitad de la novela. Se lo prepara como sabe que a él le encanta, y de hecho, al darle la primer mordida el hombre se le queda viendo al sandwich y se sonríe, complacido. Dolores le hizo un sandwich perfecto y le dio una botella de licor para que los disfrutara feliz en su mecedora. Porque, verán, minutos después pondría en marcha el plan para asesinarlo. Era una especie de última cena, y a pesar de lo mucho que detestaba a Joe, quiso que fuera una memorable.

Este pasaje de Dolores Claiborne por alguna razón me impresionó mucho cuando lo leí, y es quizá lo más memorable de esa novela, junto con los inexplicables "alambres" que la patrona de Dolores alucinaba hasta arrancarse el cabello. Poniéndole la catsup a los hot-dogs, me descubrí sintiendo una profunda simpatía por Joe. El hombre se sorprende de lo rico que está su sandwich, que fue preparado con sumo cuidado, le sonríe a Dolores y le lanza una especie de grotesco cumplido: "quizá más tarde hagamos arrumacos". Dolores, como narradora, inmediatamente desdeña sus palabras argumentando que la promesa de burdo cariño duraría hasta la mitad de la botella. Y ella sigue maquinando, nerviosa por dar el siguiente paso...

Pero no puedo dejar de pensar en Joe. Dolores insiste a lo largo de toda la novela que su esposo es un ser despreciable y que no le quedaba ningún otro remedio mas que asesinarlo. Y sí, es despreciable. Estos pensamientos homicidas aparecieron cuando descubrió que Joe había estado manoseando a su hija, y no parecía tener intención de detenerse. Es un borracho bueno para nada que odia a Dolores, todo un redneck lleno de malos sentimientos. Pero al recordar su reacción ante un sandwich preparado con "cariño", comienzo a preguntarme si Dolores no cargaba con gran parte de la culpa por el desastre en el que se había convertido su matrimonio. Quizá más detalles de esos de su parte, años antes, hubieran frenado al monstruo en el que Joe terminó convirtiéndose. Quizá matarlo no era la única salida.

Fue entonces que se me ocurrió por primera vez la posibilidad de que Dolores Claiborne, única voz de la novela de principio a fin, estuviera mintiendo.

Dolores Claiborne es, en teoría, la transcripción del largo testimonio de una mujer acusada por asesinar a la mujer para la cual trabajaba como ama de llaves. Lo que debía ser la explicación de que se encontraba en el lugar equivocado a la hora equivocada se convierte en toda una crónica de su vida. El testimonio debía probar que ella no mató a Vera Donovan, lo cual en verdad no hizo. Pero al hacer un recuento de sus días hasta ese inverosímil momento (ella y Vera tenían una relación retorcida, pero al final la vieja rica le vino a desgraciar la vida heredándole toda su fortuna) siente la necesidad de confesar el crimen por el que había sido absuelta 30 años antes: el asesinato de su esposo. Supongo, quizá, para demostrar que su historia era sincera.

No es tanto una convicción, sino una sospecha, de que en esta confesión quizá se omiten detalles aquí y allá para formar así su conmovedora versión. Porque eso es lo genial: no hay otra versión. Todos los eventos los vemos a través de Dolores, aderezados con sus comentarios sarcásticos y su sabiduría de anciana. No hay a qué asirse para confrontar su historia y analizar las posibles grietas de sus argumentos. Si acaso, a veces se torna irritantemente sospechoso cómo es que justifica todas y cada una de sus acciones. Es el tipo de cosas que no te dejan evaluar las cosas objetivamnte.

¿Qué razón tendría Dolores para mentir, si está confesando un asesinato del que ya pocos se acordaban, si es una anciana a la que ya no le queda mucho tiempo de vida, y a la que probablemente no la van a meter a la cárcel de todas maneras? No es para rehuir prisión... No, se me ocurre que sus mentiras, si las hay, obedecen a una necesidad de justificar un acto imperdonable. No tanto porque al momento de tramar el asesinato de Joe no tuviera en realidad otra opción, sino porque al final vino pagando un precio muy duro. Aunque Selena se sentía sucia y atemorizada por el comportamiento de su padre, es obvio que ella no deseaba que su padre muriera. Que se reformara y volviera a ser un padre afectuoso, probablemente. Que su madre se librara del problema de una manera brutal (y terriblemente dolorosa para su papá), no creo.

En Selena vivirá por siempre la sospecha de que su madre mató a su padre. Esto es, quizá, un castigo peor que la cárcel para Dolores. Y aunque quizá la intención de la señora al aventarse horas y horas hablando sea explicar que todo lo que hizo fue por amor, a mi me queda la duda. Que si bien el acoso hacia su hija fue lo que la empujó al asesinato, quizá fueron los años de vivir un matrimonio sin amor con un hombre detestable los que tuvieron más peso cuando le destrozó el cráneo con una roca. Dolores jura y perjura por docenas de páginas que vivir con él fue todo un infierno. El hecho de que no es posible comprobarlo no hace más que avivar mis sospechas.

No me engaño, sin embargo. Lo más probable es que Stephen King haya escrito Dolores Claiborne como un testamento a los sacrificios que una madre llega a hacer por su hija. Probablemente quiso que simpatizáramos desde el principio con el personaje, y acompañarla en su conmovedora confesión, para que al final a ningún lector le quedara duda de que se trata de una mujer admirable. Y vaya, así lo vi yo también la primera vez. No es que ahora piense que Dolores Claiborne es la historia de una mujer horrible que ha hilado toda una maraña de fabricaciones para lograr la simpatía de gente que la quiere mandar a la cárcel. Pero ahora que comienzo a pensar en las cosas que no dice, en pequeños hechos que deja salir pero que rehúsa comentar (el comportamiento receloso de la Selena adulta es quizá el mejor indicador) el libro me parece mucho más fascinante de lo que probablemente en realidad es.

Solía ponerle catsup a los hot-dogs antes del tomate picado. Ahora lo hago al revés, para que lo primero que experimente mi paladar sea una sensación ácida. Le dí una mordida a uno y sonreí. Un mundo de diferencia.

2 Comments:

Aunque sé que generalmente los libros son muy superiores a las peliculas, todavía recuerdo la magistral actuación de Kathy Bates como Dolores Claiborne. No he leido el libro pero la pelicula me dejo muy impactado. Otra pelicula sobre una historia de Stephen King en la que Kathy Bates interviene es la impresionante Misery.

Luiz
luiz.bitacoras.com

By Blogger Luiz, at 11:27 am  

La película no la vi... creo que hacían mucho énfasis en la relación entre Selena yagrande y su madre, ¿no? En el libro realmente sólo comparten una llamada telefónica. Pero es la desconfianza de Selena hacia su madre la que podría probar que Dolores tiene un carácter cuestionable. ¡Aunque quizá en la película Selena finalmente perdona a su madre! No se, tendré ue verla.

Misery me sigue pareciendo una historia excelente. Kathy Bates se merece el Óscar que ganó, pero no era exactamente la imagen que tenía del personaje. Creo que Kathy no puede sacudirse con facilidad su simpatía nata.

By Blogger Kurenai, at 5:08 pm  

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