La verdad es que al enterarme de esta nueva version "pocha" del Quijote no pude evitar sentir un escalofrio recorrerme la espalda.
Estoy de acuerdo con lo que escribes, sobre todo con aquello de la pereza como causa y origen de esta nueva "lengua". Habremos de resignarnos recordando aquello de que ninguna lengua es estatica y siempre estan en constante evolucion. El mismo español surgio de otra lengua que era el latin, aunque supongo que fue un proceso mas lento y no tan violento como el surgimiento del spanglish.
Sobre la lengua "SMS" mejor ni hablar, ahi si de plano me aterra pensar que es lo que escucharemos como español en los proximos 50 años.
Luiz
luiz.bitacoras.com
creo que lo peor es que muchas personas no solo escriben asi en cuando mandan un SMS, tambien lo hacen en cartas, por el chat el correo, y la verdad me incomoda tener que decifrar esos mensajes.
Saludos, Luiz, Edu. =D
Cierto Edu. Tiene que ver con el hecho de que al momento de la lectura uno suena tan bien como haya escrito, y cosas como "ps k p2" o "a skinny caballo", hacen sonar a sus autores como perfectos imbéciles.
El spanglish es, como dices, el resultado de una cultura rebajada en sus orígenes, mezclada y vilipendiada. No es lo mismo la evolución de una lengua, que viene del enriquecimiento de una vida social propia fuerte, a las mutaciones resultadas de una convivencia degradante con un medio ajeno. Ya de por sí debemos soportar un montón de anglicismos...
Por otro lado, el lenguaje SMS es inevitable. El medio lo condiciona. ^~^U
Primera noticia que tengo acerca de dicha traducción. El adjetivo skinny caballo no me choca al oído más de lo que puede chocarme el castellano antiguo o la distorsión que de éste hace el autor. Tampoco es que quiera leer la traducción: llega tarde para mí. La única persona que ha leído El Quijote más de una vez es Carlos Fuentes; cuentan que cada año se retira a las montañas con un ejemplar bajo el brazo para mamar la sabia. Regresará con el libro pacho, ¡qué sé yo! Lo que me preocupa ?vamos, no es que me desvele, sólo te lo quería comentar- es el error de identificar a la pereza como raíz del spanglish. Dicha mezcla surge de un proceso de culturización muy violento, el mutismo de ciertos niños alcanza niveles sorprendentes, reestructurándolo todo de adentro afuera. Si estás cerca de uno de estos chicos, puedes ver en ellos todo ese movimiento interno, una suerte de extrañeza, desamparo y traición. El idioma que ellos aprendieron ya no es funcional, o eso les hacen creer. Y paran. ¿Te imaginas parar afuera y revolverte todo adentro? Si es cierto que el lenguaje condiciona nuestra visión del mundo, ¿qué visión del mundo tienen ellos? Estos mismos chicos, un día, se dan cuenta que su idioma es no sólo funcional sino rico en posibilidades, y juegan a recontruirlo. A reconstruirlo, digo, porque la educación en un segundo idioma es, como ya dije, muy agresiva. Que estos coqueteos, que estos primeros pasos de vuelta sean identificados con la pereza de emprender la ida es injusto. ¿Que el fenómeno chicano es un fenómeno rebajado?, vale. ¿Que es, para mí, un fenómeno ajeno, fronterizo?, vale. ¿Pero que sea, en general, un producto de la pereza?... No lo creo. En fin, Pedro, lamento que mi primer mensaje sea en contra, pero es que por lo regular estoy a favor y no hayo nada más qué decir. Por acá se te lee often. jejeje.
By 12:51 am
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Como quiera se aprecia, sobretodo viniendo de alguien que ha estado de cerca y adentro. Mmmh... supongo que ni lo mencionaría (y estoy seguro que hay quien piensa que quiero emprender una especie de cruzada al respecto) de no ser porque este librito ha abierto la puerta a la posibilidad de la legitimización del spanglish... que como fenómeno, no se discute su existencia y alcance, pero que personalmente me desagrada. En cuestiones de lenguaj, siempre he creído en los beneficios de la disciplina, de educarte para ser hábil con las herramientas que se te dan en lugar de inventarte o tomar prestadas otras que te faciliten el trabajo. "Chido" es, por ejemplo, mi némesis personal. "Chido" es una droga, te resuelve la vida cuando la alternativa es quebrarte la cabeza buscando el adjetivo que exprese la cantidad correcta de gusto y aceptación.
Idealmente, me gustaría pensar que la lengua materna y la lengua del entorno deberían poder mantenerse separadas. Y quizá comúnmente así sea: el inglés para los amigos de la escuela y el español para hablar con abuelita. Pero aparece el spanglish, un combinado de herramientas que este grupo en disputa se siente cómodo usando, porque de todos modos "nos entendemos". Quizá piense en mí mismo, que no tengo ningún problema con el inglés y el español, y me irrite cuando un tipo llegue y comienza a arrojarme capirotada hasta que truene y le diga "¡habla inglés o español, pero no los dos, marrano!".
Para quien tenga un fuerte manejo de ambas lenguas, comenzar a campechanear me parece... débil. Pero tienes razón, las nuevas generaciones quizá no tienen esa opción. Esa clase de educación y disciplina no ha de ser exactamente una prioridad, tampoco.
Muchos saludos
Entiendo tu posición, posiblemente esté más inclinado hacia tu lado que hacia el lado opuesto. Sin embargo, eso que llamas disciplina no es un todo sino una parte. No se llega a ella de un salto, sino después de una serie de escarceo, tentativas. Pienso, ahora mismo, en José Agustín. Pienso en lo que Juan Villoro escribió alguna vez de José Agustín. José Agustín fue, para muchos de nosotros, la puerta por la que accedimos, por ejemplo, a Vladimir Nabokov. Ahora, cundo mi hermano me pregunta por internet si alguna vez he leído La Tumba y si me gustó, me cuesta trabajo contestarle que La Tumba y De Perfil fueron muy importantes para mí. Me cuesta trabajo porque estoy muy lejos del lector que fui hace 15 años. Pero entiendo a mi hermano y sé por dónde anda. Y sé que José Agustín es un autor generoso que lo llevará por otros caminos. El lenguaje, tarde o temprano, te lleva a aceptar ciertas convenciones, a perfeccionarlas. Basta con no apretar mucho de principio, con hacer de la lectura algo gozoso. Por ahí, me parece, el spanglish en la literatura tiene un papel que jugar.
No había leído el artículo de Milenio cuando escribí el comentario anterior. Leo que a Homero Aridjis le preocupan los posibles lectores: No los hay, dice, son analfabetos en ambos idiomas. Carajo, esa posición me irrita, ¿sabes? Me irrita porque el señor Aridjis escribió un mamotreto llamado Perséfone que intentaba ser una novela erótica intelectual y que nadie, sino su editor, posiblemente leyó de cabo a rabo. Luego de 3 semanas tiré el libro a la basura, lo que para un chavito de 15 años es peligrosísimo. Tirar libros, quiero decir. De ese desprecio por la letra impresa me rescató De Perfil, novela que devoré en una noche. En mi pasada visita a Monterrey vi un libro para niños escrito por Aridjis. Huelga decir que no le reconocí el derecho de estar en el librero de mi hijo. La opinión que me formé de él al leer Perséfone, su falta de generosidad como autor, se ve ratificada en ese artículo. Sé que esa no es tu posición y por eso me atrevo a mandarte este segundo mensaje.
Saludos
By 1:13 pm
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