Cómo se hace el agua de jamaica
Published Saturday, August 19, 2006 by Kurenai | E-mail this post
Siempre se aprecia cuando la esposa prepara agua de cualquier tipo. Acostumbrado como estoy a consumir refresco todos los días, y sabiendo lo gorroso que puede llegar a ser preparar agua de limón con frecuencia, siempre es una ocasión especial cuando hay aguas frescas en la casa. Saqué la jarra rebosante de líquido rojo del refrigerador y le grité a Sara desde la cocina que iba a agarrar agua de jamaica.
Mientras me servía, escuché el rápido "¡tum tum tum!" de Sara bajando por las escaleras a toda velocidad; me vio con el vaso en la mano y me lo arrancó de un manotazo.
Como vio que después de la confusión inicial ya me estaba saliendo el puchero, Sara lanzó un suspiro y me explicó algo que hasta ayer desconocía: que debo considerar al agua de jamaica como un brebaje peligroso hasta que
ella misma me lo sirviera en un vaso.
Resulta que lo que estaba en el vaso era el agua en el que había puesto a hervir la flor de jamaica. El líquido era un concentrado de jamaica tan fuerte que sirve para darle sabor a toda una alberca, y que de consumirlo así a lo bruto como lo iba a hacer, probablemente me hubiera dejado en coma.
Osh, ¿y yo cómo iba a saber,
mon? Yo pensé que nomás exprimían la fruta de la jamaica y ya. Con razón luego no hacen tantas aguas frescas aquí en la casa: capaz que a la próxima no va a haber nadie que evite que agarre el concentrado de tamarindo antes de que le quiten el veneno con el que naturalmente viene.
Habrá que comprar calcamonías de calaveritas, y tener todo bien etiquetado. No vaya a pasar como aquella vez que me emocioné porque pensé que había nieve de fresa y adentro del bote sólo había frijoles congelados.